El difícil camino de Peña Nieto para implementar su reforma educativa

Promovida como uno de los logros del primer año del nuevo gobierno del PRI, el proyecto enfrentó en 2013 las críticas de especialistas y docentes, a las que hoy se suma el boicot de algunos Estados del país.




México conmemoró el jueves el tradicional Día del Maestro con miles de profesores en las calles para reclamar mejoras en sus condiciones laborales y protestar contra la reforma impulsada por el Presidente Enrique Peña Nieto para recuperar el control de la educación y mejorar su deteriorada calidad. Promovida como uno de los logros del primer año del nuevo gobierno del PRI, la reforma enfrentó en 2013 las críticas de especialistas y docentes, a las que hoy se suma el boicot de algunos estados del país.

La implementación de la reforma educativa no ha sido fácil. Pese a que la primera iniciativa nació al calor del consenso de los tres principales partidos políticos (PRI, PRD y PAN) dentro del Pacto por México, su popularidad fue decayendo. La legislación fue rechazada en las calles durante meses en 2013 por una facción radical del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que consiguió desestabilizar la capital mexicana con constantes bloqueos de sus principales avenidas y un plantón en el centro histórico. La ley del Servicio Profesional Docente fue aprobada durante la madrugada del 2 de septiembre y el día 13 la policía entró en el Zócalo -donde acampaban los profesores- para desalojarlo.

Salvo manifestaciones puntuales como la de este jueves, la protesta callejera de los profesores ha menguado y la preocupación del gobierno se centra en seis de los 32 estados mexicanos que no han armonizado sus leyes de educación de acuerdo con la reforma constitucional y con las nuevas leyes de servicio profesional docente y del sistema nacional de evaluación, lo que llevó a Peña Nieto a interponer sendas demandas ante la Corte Suprema, la que ahora tiene un plazo máximo de seis meses para resolver sobre las controversias.

"Por todo lo que significa para el país, la reforma educativa sigue adelante", subrayó Peña Nieto al encabezar la ceremonia oficial por el Día del Maestro. Pero Jorge Javier Romero Vadillo, académico de la Universidad Autónoma de México, advierte sobre las falencias del proyecto. "Con un poco que se rasque aquí o allá rápidamente se encuentran los faltantes y las malas hechuras de un proceso que apenas comienza y no de muy buena manera", escribió el politólogo en una reciente columna.

Según Romero Vadillo, el "objetivo explícito" del proceso reformador, "era que el Estado recuperara la rectoría de la educación, lo cual implicaba el reconocimiento de que el régimen de la época del monopolio del PRI había cedido el control de los recursos públicos y la gestión de las políticas educativas al SNTE a cambio de que esta corporación paraestatal gobernara a los maestros y procesara sus demandas dentro del marco disciplinario del partido hegemónico".

"Como muestra de la firme decisión del gobierno de llevar la reforma hasta sus últimas consecuencias, en febrero de 2013 fue apresada la hasta entonces poderosa líder del SNTE, Elba Esther Gordillo (acusada de corrupción). Y a partir de entonces todo el proceso comenzó a torcerse", asegura Romero Vadillo. Así, el experto denuncia que "por lo visto, en la negociación política local el SNTE ha logrado revertir o atemperar muchos de los elementos que pudieran reducir su capacidad de control de la carrera de los profesores y de gestión del presupuesto educativo".

Las sospechas sobre el gremio de los maestros, al que se señala de estar más controlado por su poderoso sindicato -uno de los mayores de América Latina con 1,4 millones de afiliados- que por las autoridades, se han acentuado tras las revelaciones surgidas del primer censo de escuelas y maestros, una de las medidas de la reforma educativa y que tenía como objetivo arrojar luz sobre el sector. Elaborado por el oficial Instituto Nacional de Estadística, el censo dejó al descubierto numerosas irregularidades, entre ellas que México paga sueldos a 39.222 profesores que nadie conoce ni sabe dónde están, y que otras decenas de miles no dan clase por estar de "comisión".

A estos supuestos excesos se sumaron otros dados a conocer por el Instituto Mexicano de la Competitividad. Según ese estudio, por lo menos 70 profesores tienen un sueldo superior a los 193.458 pesos mensuales (casi US$ 15.000), por encima del de Peña Nieto, quien percibe US$ 14.800. También se detectó que en la nómina de maestros aparecen 1.442 que tienen más de 100 años, y que 1.441 de ellos son de la región de Hidalgo y tienen la misma fecha de nacimiento: 12 de diciembre de 1912, el día de la Virgen de Guadalupe. Según el gobierno, en el informe "existen múltiples errores".

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