El caso Serrano: La clave que explica el estado crítico de U. La Calera

Los dos mayores accionistas del club cumplen penas de cárcel por el fraude de la corredora Raimundo Serrano Mc Aulliffe. Y el gerente fue sentenciado a pena remitida.




Muy complicadas están las cosas en Unión La Calera, al punto que la derrota como local por 4-1 ante San Marcos de Arica parece una anécdota. Justamente, tras la caída ante los nortinos, Sabino Jadue comunicó su renuncia como presidente del cuadro cementero, que vive inmerso en severos problemas económicos. "Los accionistas del club me dejaron botado", acusó el saliente directivo.

Y es justamente en ellos donde reside la gran clave que explica el estado crítico del club. Según la última memoria institucional (que es de 2013) registrada en la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), los tres principales accionistas son Inversiones Los Acantos (cuyo propietario de su 90% es Tomás Serrano Parot, mientras que el 10% restante pertenece a su esposa Paula Wincudel) con un 47,82% de la propiedad del club; Jorge Fuenzalida Barraza, dueño de un 23,91% de la institución; y Luis Núñez Sepúlveda, propietario de un 11,95% de los papeles. Entre ellos, suman el 83,68% de la propiedad total de la institución cementera. Vale decir, prácticamente el dominio absoluto del cuadro calerano.

Pero junto con ser los mayores accionistas, Serrano, Fuenzalida y Núñez tienen otra cosa en común: Los tres protagonizaron el llamado Caso Serrano, fraude vinculado a la hoy extinta corredora de bolsa Raimundo Serrano Mc Aulliffe. En la actualidad, los dos primeros se encuentran cumpliendo penas de cárcel, mientras que el restante fue el primer sentenciado con una pena de tres años de presidio remitido.

A Núñez, esta condena en libertad no le ha impedido ejercer el cargo de gerente general de Unión La Calera. De hecho, fue aludido por Sabino Jadue en medio de sus descargos: "El mes pasado les mintió (Núñez) a los jugadores y firmaron la planilla. Entregó cheques y no se pagaron. Yo tuve que conseguirme 60 millones de pesos para pagar esos sueldos". Durísimo.

Al momento que estalló el caso Serrano, Tomás Serrano Parot era dueño y gerente general de la corredora de bolsa Raimundo Serrano Mc Aulliffe. Jorge Fuenzalida era el socio de Serrano Parot y se desempeñaba como gerente comercial de la firma. Y Luis Núñez trabajaba como jefe de Control y Análisis.

El descalabro se inició en mayo de 2009, cuando la Superintendencia de Valores y Seguros decretó la suspensión de operaciones de la corredora. El motivo: un inversionista (el empresario Luis Felipe Lanas) se vio impedido de realizar un rescate de fondos por $1.600 millones, por lo que hizo la denuncia correspondiente. Finalmente, todo el proceso derivaría en la quiebra de la corredora que llevaba el nombre del padre de Serrano Parot, a quién se la había heredado.

La investigación judicial determinó que Serrano Parot y Fuenzalida Barraza se apropiaban de las custodias de sus clientes, sin el consentimiento de éstos. Así, estos fondos fueron destinados para negocios particulares de los condenados. Entre ellos, un canal y una productora de televisión, una inmobiliaria y la adquisición del club Unión La Calera en 2006. En palabras simples, el modelo delictual utilizado durante al menos una década fue el de la clásica "bicicleta".

Todos estos movimientos afectaron a unos 350 clientes, en su mayoría pequeños ahorrantes, quienes fueron duramente afectados en su patrimonio. En total, los perjuicios alcanzaron unos $ 12.000 millones.

En agosto de 2013, Luis Núñez aceptó un juicio abreviado y recibió la pena de tres años de presidio remitido por el delito reiterado de entrega de información maliciosamente falsa a la SVS. La sentencia tuvo en consideración la falta de antecedentes penales del imputado.

En tanto, la suerte de los otros implicados fue más dura. En abril de este año, la Corte de Apelaciones de Santiago ratificó la condena de 15 años de cárcel para Serrano Parot: Nueve años de presidio por uso indebido de custodia y proporcionar maliciosamente antecedentes falsos a la SVS, y otros seis años por estafa. Y también la pena de once años para Fuenzalida Barraza: cinco por uso indebido de custodia y otros seis por estafa.

Mientras tanto, la situación del club no es fácil: "El lunes hay que pagar los sueldos y no hay un solo peso", adelantó Jadue el Sábado. Hoy, tampoco hay accionistas mayoritarios operativos ni presidente...

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