El bicentenario del Instituto Nacional

El plan de su creación apareció en la Aurora de Chile en 1812 y un año más tarde, se iniciaron las clases en el histórico colegio que mañana cumple 200 años.




Varios ex alumnos coinciden. En distintos lugares del establecimiento está grabado el lema "Labor omnia vincit" -el trabajo todo lo vence-, frase que los  marcó como alumnos del Instituto Nacional.

Julio Jaraquemada ingresó al colegio en 1963, actualmente es presidente del Banco Internacional y cuenta que "todos los días te repetían el lema. Creo que eso es algo que ningún institutano ha olvidado y lo han practicado en su vida profesional".

Las primeras clases del Instituto Nacional (IN) partieron el 10 de agosto de 1813, pero luego, durante la Reconquista, el plantel fue clausurado y abrió nuevamente en 1819. Años más tarde, "los precursores del movimiento educacionista, entre otros don Manuel Salas y don Juan Egaña, se manifestaban sorprendidos, por el año 1835, de los progresos en la enseñanza debido a la fundación del nuevo plantel", consigna una reseña de 1913, encargada por el rector Juan Espejo.

Otro documento, el álbum del Instituto, publicado para los primeros 100 años, cuenta una situación anecdótica. "Era ya próxima la fecha en que había de celebrarse el centenario cuando el gobierno se declaró en la imposibilidad de mantener las fiestas". Por eso, los ex alumnos se organizaron y celebraron durante varios días el hito, con marchas, fiestas y con una ceremonia en el Teatro Municipal. 

Este último lugar también albergará mañana, desde las 10.00,  a los alumnos y ex estudiantes que celebrarán ahora el bicentenario. Previo a ello, los estudiantes han recibido homenajes por parte de la Gran Logia y de la Cámara de Diputados. Ayer, además, un grupo de ex alumnos, entre ellos, Jaime Ravinet y Sergio Bitar, participaron de otra celebración, donde se homenajeó al ex Presidente Ricardo Lagos, Antonio Skármeta, Jorge Rakela, Hernán Büchi y Enrique Krauss. 

Durante la ceremonia, el ex mandatario destacó "el verdadero rol del Instituto, como una institución pública por excelencia, que seguirá siendo, entonces, el parámetro que queremos que nuestra educación pueda alcanzar".

Asimismo, el escritor Antonio Skármeta agradeció "a los maestros que nos enseñaron con mucho cariño, a quienes nos formaron, todo el agradecimiento de tantos años".

Uno de los organizadores del  evento fue el abogado Darío Calderón, quien egresó del colegio para el aniversario 150. "Era un colegio riguroso, en que no había castigo físico, en que había un ambiente de respeto hacia el profesorado y los alumnos enorme", cuenta.

Julio Jaraquemada recuerda que "antes los profesores eran verdaderos maestros. Te enseñaban las materias que correspondían y también los principios ante la vida".

Carolina Tohá, alcaldesa de Santiago, comuna que acoge al establecimiento, dice que el Instituto ha estado presente en la trayectoria de la educación pública desde el primer día. "Es como un emblema republicano y creo que es muy valioso que se esté dando una reflexión y un debate crítico sobre qué se espera de la educación", aseguró.

En tanto, Fernando Pérez, rector (S), recalca otra faceta del plantel. "El rol que cumple el colegio es materializar un concepto que a veces se pierde, que es la meritocracia. A este colegio llegan niños de 12 años de las más diversas situaciones socioeconómicas (...) de distintos estándares de vida, que luego se mezclan y se dan cuenta de la diversidad".

Otro aspecto lo revela la ministra de Educación, Carolina Schmidt. "El Instituto es un ejemplo de educación pública, laica, con altos resultados académicos y cumple con uno de los más  grandes desafíos de la educación: ser  un verdadero motor de movilidad social", señala.

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