El apoyo educativo de los padres y sus beneficios en el aprendizaje de los niños

La última prueba Simce mostró que los colegios en que los apoderados participan más, tienen un puntaje mejor.




El involucramiento familiar en la vida académica de los más pequeños se ha vuelto un punto importante para mejorar el rendimiento de los niños en el colegio. Padres o apoderados que no sólo asisten a las reuniones, sino que estimulan diariamente los conocimientos que sus hijos van adquiriendo, es parte de la experiencia que algunos colegios han tomado y que, además, está dando resultados.

Según dio a conocer la última prueba Simce, la colaboración de los padres es un aspecto a considerar, ya que las cifras muestran que en los establecimientos con un alto grado de participación de ellos, registraron 23 puntos más que en los que no existía tal relación. Yasna Jelincic, directora de pregrado de la Facultad de Educación de la Universidad Del Desarrollo, señala sobre estos resultados que “los padres, si bien no son los encargados directos de transferir los contenidos curriculares, pasan a ser una pieza clave en la transmisión de hábitos y emociones que son vitales para el desarrollo integral y éxito escolar, tales como la constancia, motivación y expectativas”. Sobre esto, Jaime Retamal, académico de la Universidad de Santiago, agrega que “los padres desarrollan su labor formativa transmitiendo su capital cultural o configurando habilidades en sus hijos para los aprendizajes como orden, disciplina, espíritu de búsqueda, flexibilidad y adaptabilidad en la elaboración de tareas y resolución de problemas”.

Esta participación es algo en que la Fundación Cap ha trabajado. La organización, que centra sus esfuerzos en el área de la educación, desde el 2009 maneja un programa llamado Aprender en Familia, que potencia el trabajo entre apoderados y establecimientos para mejorar el desempeño académico de los alumnos. El proyecto actualmente ayuda a 28 mil niños de 60 colegios municipales de las regiones de Atacama, Coquimbo, Metropolitana y Biobío. “Hemos visto que los papás tienen interés y quieren participar en la educación de sus hijos, pero tienen ciertos obstáculos como lo es el tiempo, o que en la mayoría de las veces cuando los llaman es para convocarlos por problemas y no para felicitar a sus hijos”, explica Teresa Izquierdo, directora del programa. En la iniciativa, se capacita a los apoderados interesados, y muchas veces algunos se vuelven voluntarios para ayudar a integrar a otros padres. Además, se trabaja con los profesores.

De acuerdo a una evaluación experimental al el programa realizada por  la red de profesores, J-PAL, en 26 escuelas, se pudo constatar que al comparar estos colegios con otros donde no se aplicaba el proyecto, se veía en ellos un aumento en el apoyo a la lectura; los estudiantes de primer ciclo tenían mejores hábitos de estudio; y se mejoraba el nivel de comprensión lectora en los niños más pequeños. “Los aprendizajes no solo se producen en la escuela, sino que para integrarse de manera estable deben estimularse, y ahí es interesante que los papás hagan actividades espontáneas con los niños donde se apliquen estos conocimientos”, comenta Carmen Sotomayor, académica del Centro de Investigación para la Educación de la Universidad de Chile.

Sin embargo, también es importante que los padres no intenten convertirse en docentes. “Muchas veces hay problemas porque algunos chocan con cómo enseña el profesor, o porque no creen que hace un buen trabajo”, cuenta Izquierdo, por lo que es algo que también debe pulirse. Sotomayor, dice que “los papás  no deben tratar de hacer el trabajo de los profesores, sino que estén al tanto de lo que hacen sus hijos. Porque en muchos casos así, se genera problemas, una competencia entre ellos y el profesor, y eso produce un conflicto”.

Apoyo a los hijos

Para los expertos, además del tema de colaboración, el interés de los padres hacia la vida educacional de los hijos, es importante en el desarrollo emocional de los niños. Jaime Retamal, dice que “con los padres, la enseñanza de los niños se vuelve una aventura que junto con divertir promueve una serie de aprendizajes”, algo en lo que concuerda Sotomayor “es muy importante que los niños sientan un apoyo de lo que hacen en el colegio. Que los papás conversen con sus hijos y muestren interés que aquel esfuerzo es valioso para ellos”.

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