Discusiones de Var

Pitana
Pitana, Juez de Portugal-México, espera instrucciones desde la cabina. Foto: EFE.

El sistema de videoarbitraje fue el protagonista de la segunda fecha de la Copa. Actuó en cuatro ocasiones. Y generó polémica y debate.




La segunda jornada de la Copa Confederaciones dejó seis goles y ocho festejos. Así de simple. Y de complejo. Y es que en su primera implementación oficial en un torneo FIFA de selecciones adultas, el VAR (Video Assistant Referee), el flamante sistema de videoarbitraje futbolístico en fase de experimentación con vistas al Mundial de Rusia 2018, no pasó en absoluto inadvertido. Intervino hasta en cuatro ocasiones en sólo dos encuentros, invalidando dos tantos y dando por buenos otros dos (luego de una larga y esperpéntica espera).

El modernísimo sistema, compuesto por una serie de cámaras de televisión capaces de proporcionar imágenes tomadas desde distintos ángulos de la cancha para facilitar la deliberación de un grupo de tres árbitros aislados en una cabina, ya había estado a disposición de los jueces en el duelo inaugural, pero no fue hasta la jornada de ayer que adquirió un inusitado protagonismo.

En el duelo que abrió la fecha, el disputado entre Portugal y México, las denominadas nuevas tecnologías tardaron sólo 21 minutos en aparecer. En una acción un tanto enredada, que arrancó con un tiro libre ejecutado por Cristiano, y que concluyó con un disparo en semifallo de André Gomes que terminó en gol, el árbitro del encuentro, el argentino Néstor Pitana, solicitó la videoasistencia. Y tras 56 segundos de suspenso, mientras Pepe festejaba todavía la apertura de la cuenta, decidió invalidarlo. De los jugadores que habían tomado parte en la conquista, era precisamente el central el que se encontraba en posición de adelanto al inicio de la jugada. El gol, por lo tanto, había sido bien anulado.

Pero la situación más rocambolesca del partido aún estaba por llegar. Y aconteció en el minuto 86. Alguna extraña anomalía debió percibir Pitana en el transitorio 2-1 anotado por Cédric Soares (en una acción aparentemente limpia), para pedir, una vez más, la confirmación del Var. Dos minutos y diez segundos más tarde llegó la determinación. El tanto era completamente legal pues siempre lo había sido.

La lentitud del sistema comparado, por ejemplo, con el famoso Ojo de Halcón, aplicado desde hace años en el tenis, y su amplio margen de error -ya que la apreciación personal tiene todavía más peso que los avances informáticos y tecnológicos- son algunos aspectos que deberá pulir la FIFA. "Siempre y cuando las nuevas reglas beneficien al fútbol, todo bien. Pero fue todo demasiado confuso. Hubo otra demora en nuestro segundo gol y seamos claros, siempre era en contra de los goles de nosotros", disparó el seleccionador luso Fernando Santos al término del partido.

Pero el show iniciado durante el transcurso del Portugal-México adquirió tintes surrealistas en el pleito entre Chile y Camerún. Con Vargas (de apellido quizás profético) como protagonista de las dos intervenciones del Var. La primera, al filo del descanso, para invalidar el tanto del requino luego de la excelsa habilitación de Vidal, un minuto y nueve segundos después de haberse producido. El colectivo festejo de los futbolistas de la Roja terminó por resultar casi absurdo luego de que el francés Turpin, el serbio Ristic y el senegalés Diedhiou (los tres árbitros FIFA encargados del videoarbitraje en ese partido), informaran vía transistor al juez principal, el esloveno Skomina, que el ariete se encontraba en ligera posición de adelanto en el momento de recibir el pase. Acertó el Var, por los pelos, con su decisión, pero volvió a quedar retratado su caos organizativo.

Y para completar una jornada bañada en protagonismo, llegó una nueva revisión, la última de la tarde, en la acción del 2-0 (obra otra vez de Vargas), y que en esa ocasión sí que subió al marcador (Alexis había arrancado en posición legal en el inicio de la jugada) tras un minuto y cinco segundos de espera.

Los juicios, al término del duelo, no se hicieron esperar. "Hay que acostumbrarse. En partidos importantes, en Mundiales, ha afectado no tenerlo, y esto irá en beneficio del fútbol", manifestó Fuenzalida. "Fue súper raro. Yo creo que lo del Line Goal es hasta beneficioso, pero despúés siento que se va distorsionando el juego. Independiente que me favorezca o no, yo prefiero que no exista el video asisst. Faltó el show del entretiempo y que agregaran dos cuartos para que pareciera fútbol americano", denunciaba, por su parte, Beausejour. "Hay que tener paciencia. Quizás se te hace un poco larga la espera entre que revisan y se toma la decisión, pero hace más limpio el juego", concluía, en tono conciliador, Gonzalo Jara. Como su técnico, Juan Antonio Pizzi, recalcando que el sistema "está en un proceso experimental".

Un experimento que ayer, más allá de los aciertos obtenidos, presentó demasiadas flaquezas. Y evidenció que sigue viendo más - y más rápido- un solo Ojo de Halcón, que seis pares de ojos humanos.

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