Descubren variación genética asociada a la empatía y al estrés

Un tipo especial del gen receptor de la oxitocina permitiría desarrollar una mayor capacidad para ponerse en el lugar de los demás y también reducir sus niveles de estrés.




La oxitocina es una hormona que tradicionalmente ha sido identificada como responsable de las conductas amorosas y, más recientemente, de la envidia y los celos. Pero ahora, un artículo publicado en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias, de Estados Unidos, le asigna dos nuevos roles: según este estudio, la variación de un gen relacionado con esta hormona produciría en quienes lo portan una mayor inclinación a la empatía y también menores niveles de estrés.

RS53576 es el nombre del gen que fue estudiado por investigadores de la Universidad de California, en Berkeley, quienes se concentraron específicamente en una variación denominada GG, la cual, según su hipótesis, estaba relacionada con estas conductas.

Para comprobarlo, los expertos tomaron a 200 alumnos de una edad promedio de 20 años y de distintas razas. Para medir su nivel de empatía, los sometieron a un examen en el que debían deducir el estado emocional de una serie de personas a partir de la observación de sus ojos. Para conocer su nivel de estrés, realizaron mediciones en laboratorio de su actividad psicológica. Además, en ambos casos, los mismos pacientes debieron responder cuestionarios.

LA BASE DE LA EMPATIA
Pese a que las mujeres tuvieron un mejor desempeño que los hombres, los investigadores constataron que existían diferencias más fuertes entre los distintos tipos del gen de la oxitocina.

Aquellos individuos que tenían la variación GG presentaron un 23% menos de errores en el test para comprender el estado anímico de otras personas, lo que sugirió que tenían mayor capacidad para ponerse en el lugar del otro. Asimismo, estas personas dijeron tener mayor disposición para comprender los estados emocionales de los demás.

Por otra parte, los portadores de la variación GG tuvieron menor actividad psíquica durante las pruebas de laboratorio y, además, demostraron una menor propensión a reaccionar con estrés ante situaciones complejas.

"Este estudio puede ayudar a comprender que algunas personas nacen con una tendencia a ser más empáticos y a reaccionar con menor estrés que otras", destaca Sarina Rodríguez, investigadora a cargo del estudio.

UNA PARTE DE LA EXPLICACION
Mónica Acuña, investigadora del Programa de Genética Humana de la Universidad de Chile, comenta que este estudio puede contribuir a conocer parte de la compleja combinación de genes que explica rasgos psicológicos como la empatía o el estrés.

En esa misma línea, el psicólogo clínico de la Universidad Central Alex Droppelmann indica que estos genes podrían condicionar, en cierta medida, el desarrollo de la personalidad: "Una persona empática podría tener ciertos rasgos de carácter que lo inclinan naturalmente a ser más altruista o menos narcicista", rasgos que se mezclan con otros factores, como los lazos con los padres y los pares.

La base biológica de la empatía

Esta publicación de los investigadores de la Universidad de California, en Berkeley, se suma a otras investigaciones que han intentado comprobar que la empatía tiene bases genéticas. El estudio más reciente fue publicado en febrero pasado por investigadores de la Universidad de Oregón. Los científicos estudiaron a dos grupos de ratones con diversos grados de sociabilidad y lograron establecer que los ratones con mayores habilidades sociales fueron más capaces de detectar que otros roedores estaban viviendo una situación de malestar, lo que según los investigadores indicaría que las diferencias genéticas entre estos ratones tendrían un rol preponderante.

Por otro lado, investigadores estadounidenses identificaron en abril de este año la zona del cerebro donde se regularían las conductas altruistas como la empatía. Se trata de la corteza prefrontal media, ubicada en la parte delantera del cerebro, cercana a la frente. Según los especialistas, aquellas personas que sufren lesiones en esta región pueden ver una disminución en sus conductas positivas hacia los demás.

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