Viajo por: Donde me lleve la vida.

¿Cuáles son tus lugares favoritos?

Amo Río de Janeiro, iría una y mil veces; adoro Tongoy (veraneo ahí desde que era aún más chica de lo que ya soy) y vengo llegando de Aruba, un destino imperdible por su naturaleza y amabilidad de su gente, educados y multilingües (hablan al menos cuatro idiomas, entre ellos español.

¿A dónde te mueres de ganas de ir?

Muero por observar auroras boreales donde sea, en Alaska o Noruega.

¿A qué lugar no irías jamás?

No tengo ningún punto vedado en el mapa.

¿Qué llevas siempre en tus viajes?

Tarjeta de crédito.

¿Qué cosa no llevas nunca?

Ropa. De verdad viajo extremadamente ligera de equipaje.

¿Algún ritual?

Siempre una maleta dentro de otra, porque siempre vuelvo con más de lo que salí.

¿Ventana o pasillo?

Ventana, por favor.

¿Cómo te relajas en un vuelo?

Copa de vino (y con repetición).

¿Qué usas para recorrer?

Aunque soy full tecnológica y no me despego del celular, para mí es un rito comprar un mapa en un kiosco del lugar al que llego para orientarme.

¿En cuántos idiomas puedes pedir un trago?

¡En todos! Jamás me he quedado con sed por falta de comunicación.

¿Tomárselo con calma o verlo todo?

¡Calma, calma! Ya volveré por lo que falta.

¿Qué es lo más raro que te ha pasado en un viaje?

El WC de un hotel en China porque definitivamente no supe usarlo. Tuve que llamar para pedir instrucciones.

¿El mejor hotel en que has estado?

La mansión del Four Seasons de Buenos Aires. Recién había alojado en la habitación Mick Jagger, lo que hizo la estadía más mítica aún.

¿El aeropuerto que más te gusta?

El de Barcelona, un lujo.

¿Qué lugares visitas siempre en una ciudad?

Sus parques, cafés y las tiendas de los museos (donde me lo compraría todo).

¿Dónde comerías mil veces?

El Dean & DeLuca de SoHo, Nueva York. Me encanta perderme en este pequeño y glamoroso "deli". Encuentro tan rico y especial eso de poder quedarte sentado en la barra tomando una cerveza y comiéndote un sándwich preparado ahí mismo.

¿Qué te traes siempre de vuelta?

¡Muchas cosas! Lo típico, lo no tan típico, los imanes del refrigerador. ¡Y regalos, siempre regalos!

¿Algún héroe de viajes?

Alan Estrada, un mexicano incansable que viaja por el mundo y registra emociones y postales. Me encantaría estar en sus zapatos o su mochila.

¿Qué no hay que dejar de conocer en Chile?

La cordillera nevada, el cerro Manquehue, el desierto de Atacama, las Torres de Paine, Isla de Pascua, Chiloé, Puerto Varas, Elqui, la costa de Atacama... ¡Todo! Por algo Lonely Planet lo eligió como el mejor destino para el 2018.

¿Y en el mundo, de qué no hay que perderse?

Japón (y yo aún me lo estoy perdiendo).

¿Tu mejor consejo de viaje?

No lleves ropa, estorba.