Cuatro razones que explican el fracaso de Universidad de Chile en el semestre

Los azules malograron la obtención de todos sus objetivos, y cerraron una campaña para el olvido.




Cuando Universidad de Chile saque cuentas a final del semestre, poco habrá para sacar en limpio. Los azules se quedaron prematuramente sin objetivos por disputar, y los partidos que aparecen en el horizonte ya no tienen nada en juego.

Las razones del fracaso universitario consta de varios capítulos que comenzaron a quitarle aire al plantel desde mucho antes de lo esperado. Técnicos, refuerzos y lo que pasaba fuera de la cancha se incluyen en la lista. 

La salida del "Fantasma"

El proceso de José Yuraszeck al mando de Azul Azul dejó varias deudas. Entre ellas, jamás fue capaz de encontrar un reemplazante que pudiera reditar en lo más mínimo los éxitos que consiguió Jorge Sampaoli al mando de la "U". De partida. se apostó por la inexplicable contratación de Darío Franco, que más quitó que aportó al equipo.

La solución para la testera azul fue Marco Antonio Figueroa, pero más que ayudar a resolver cualquier problema, todo terminó magnificándose. Los azules no encontraron respuestas futbolísticas, estuvieron lejos de pelear el torneo, y, por si fuera poco, se instaló un clima demasiado denso en La Cisterna. El "Fantasma" abandonó la institución después de perder dos partidos en el inicio de torneo, dejando un proceso incompleto y un camarín agrietado.

La elección de refuerzos 

Un problema sin solución en la "U" es la elección de refuerzos. En esta ocasión se optó por traer jugadores que tuvieran ya recorrido y roce a nivel continental. Los elegidos fueron Matías Caruzzo (ex Boca Juniors), y Rodrigo Mora (ex River Plate).

Ninguno de ellos trajo una verdadera satisfacción al equipo y se sumaron a una larga lista de fichajes inexplicables en los últimos años, como Eduardo Morante, Luciano Civelli, Ezequiel Videla y Juan Ignacio Sills. 

Bajo rendimiento en momentos clave

El proceso de Cristián Romero enfrentó el semestre en curso con lo justo. Tuvo tanto rachas positivas como tropiezos que generaban alta preocupación, pero el equipo mostraría de qué estaba hecho en el tramo final del semestre, con los clásicos en el torneo doméstico, y la clasificación en Copa Libertadores en juego.

El resultado fue absolutamente negativo. El único triunfo que se consiguió fue el esperanzador 3-0 ante Universidad Católica en San Carlos. A partir de ahí vino la decepcionante actuación ante Cruzeiro, la dolorosa caída ante Colo Colo, y por último, ayer, un pobre empate que los dejó definitivamente sin oxígeno en el torneo continental. Se consiguió apenas un gol en los tres partidos, y quedó en evidencia un técnico que no tuvo la jerarquía para sostener al equipo cuando más lo necesitó. 

Situaciones extrafutbolísticas 

Por último, pero no menos importante, la "U" peleó por los desafíos del semestre no solo dentro de la cancha, sino también fuera de ella. A los constantes conflictos en la etapa con Marco Antonio Figueroa, se sumaron los líos judiciales del portero Johnny Herrera, y la tensión en el camarín por el caso de Patricio Rubio, que, siendo el goleador del equipo, fue relegado por razones nunca bien aclaradas.

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