Cristiano teatraliza su evasión

Cristano Ronaldo

La estrella de Portugal y del torneo acapara la atención al comunicar su decisión de dejar el Madrid tras ser acusado de fraude fiscal. Hace llegar que se siente maltratado por autoridades y prensa y poco defendido por el club. Su cláusula es de mil milones de euros.




Cristiano Ronaldo (32) quiere marcharse del Madrid. O al menos eso es lo que ha hecho correr entre sus íntimos, sus compañeros de selección y el propio club blanco. El luso ha vuelto a ser portada -eso que tanto le gusta-, aunque esta vez por motivos menos nobles. "Es una decisión irreversible", asegura su entorno más cercano. Y todo porque considera un maltrato que le hagan pagar los mismos impuestos que los demás ciudadanos; una desconsideración que la fiscalía le acuse de defraudar conscientemente 14,7 millones de euros (unos 11 mil millones de pesos chilenos) entre los años 2011 y 2014; una decepción que los medios lo publiquen; una insolencia que su club no salga a defenderlo. Así que dice que se va. Un auténtico terremoto a las puertas de la Confederaciones.

La portada de ayer del diario luso A Bola abrió el fuego con grandes titulares ("Cristiano Ronaldo quiere abandonar España") y ayer se sumaron todos los demás. Los españoles ampliaron que el Real Madrid ya ha sido notificado. La noticia ha terminado por dinamitarlo todo, por eclipasarlo, relegando el resto a un segundo plano. Incluida su propia selección, que mañana se medirá a México en Kazan en su estreno en la Confederaciones.

"A veces la mejor respuesta es estar callado", publicó el futbolista en su cuenta de Instagram el jueves, acompañando su sentencia de una desafiante fotografía suya pidiendo silencio al objetivo. Una declaración (la única que ha realizado hasta el momento más allá del "conciencia tranquila, hermano", que dedicó a las cámaras de televisión ese mismo día en la llegada de la delegación portuguesa a su concentración) que -seguramente Cristiano era el primero en saberlo- no tenía nada de silenciosa. Más bien todo lo contrario. Era puro ruido.

Y es que tal y como apuntan el diario español Marca, que asegura que el jugador expresó a sus compañeros de selección que su decisión de marcharse no tiene "marcha atrás"; y el portugués Record, que revela que estaría dispuesto incluso a no volver siquiera a Madrid una vez concluido el certamen ruso; dos son los motivos que han desencadenado el berrinche sin precedentes protagonizado por Cristiano. Que se siente perseguido por la prensa, y que su club, el Real Madrid, no ha acometido con la debida firmeza la defensa de su inocencia.

Pero lo cierto es que el miércoles, un día después de que viese la luz la denuncia del Ministerio, el Real Madrid emitió un comunicado. "El Real Madrid C. F. está absolutamente convencido de que nuestro jugador Cristiano Ronaldo demostrará su total inocencia en este proceso", rezaba un extracto del mencionado texto. Pero, al parecer, no fue suficiente. Tal vez aguardaba el delantero una posición más firme, como la adoptada por el Barcelona el pasado año, cuando la dirigencia culé llegó a lanzar una insólita campaña en twitter para defender, bajo el hashtag #TodosSomosLeoMessi, la inocencia del argentino tras ser acusado de defraudar 4,1 millones euros a Hacienda. El emblema blaugrana también se mostró taciturno por aquellos días, perseguido, y se llegó a especular incluso con su salida del Barça. Su sentencia, sin embargo, fue ratificada este año por el Tribunal Supremo.

Pero las suyas no son las únicas pataletas registradas en los últimos tiempos en un medio, el futbolístico, cada vez más vigilado. Tampoco le gustó demasiado a Jorge Sampaoli verse señalado en su momento por cobrar parte de sus emolumentos como seleccionador de Chile en paraísos fiscales: "Se ha afectado mi honra y mi dignidad personal pretendiendo vincularme a todos los actos de corrupción del directorio anterior. Es increíble e inaceptable".

Esta no es, sin embargo, la primera vez que Cristiano decide declararse en rebeldía o con ganas de irse por la tristeza que le generan las pifias en el Bernabéu. No tiene fácil marcharse, eso sí. El pasado 7 de noviembre el portugués renovó su contrato con el Real Madrid hasta el año 2021 y una clásusula de rescisión de mil millones de euros. Así que, aún decidiendo llevar a cabo finalmente sus amenazas, no es sencillo sacarlo del club. Aunque lo representa Jorge Mendes y con él todo es posible.

Y así, en medio del ruido desatado por su jugador estrella, tan excelso dentro de la cancha como finalmente insolente fuera de ella, llega Portugal a la Copa Confederaciones. Con su mejor futbolista sintiéndose maltratado porque confunde la búsqueda de apoyos con la de cómplices. Y porque olvida, probablemente, la gravedad de las acusaciones que se le imputan. Y lo que se le pide. Que pague como buen cristiano.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.