Claudia Conserva: "Estar en Buenos días a todos es un paso que me correspondía dar"

Esta semana, la conductora comenzó oficialmente su reemplazo de Karen Doggenweiler en el matinal de TVN. Aquí habla de su aterrizaje, de si siente que esta es su revancha y de la rotación de animadoras en la mañana.




Claudia Conserva es uno de los pocos rostros de TVN que tiene oficina. La conductora cuenta que cuando se la ofrecieron, aceptó inmediatamente. Luego empezaron las bromas y se dio cuenta de que casi ningún animador del canal tiene una. La habitación está llena de toques personales, con fotos familiares y una tela estilo hindú de adorno. Sentada tras el escritorio, Conserva se acomoda con evidente felicidad para hablar de su llegada a Buenos días a todos. Aunque hace dos semanas estaba en el programa, el jueves fue su primer día oficial como reemplazante de Karen Doggenweiler, quien se despidió del espacio para unirse a la campaña presidencial de su marido, Marco Enríquez-Ominami.

Actualmente, Conserva pasa por su mejor momento en TVN. Además del matinal, animará un nuevo docureality sobre trasplantes y alista un programa diario para las tardes. Un panorama muy distinto al de hace un par de años, cuando, en septiembre de 2011, salió de La Red en medio de demandas mutuas. Y luego pasó más de un año fuera de pantalla, incluyendo una estadía familiar de meses en Italia. Ahora, en cambio, está instalándose en la primera línea de la red pública.

En los últimos dos meses Buenos días a todos quedó en segundo lugar de sintonía. ¿Siente presión por retomar el liderazgo?

No, porque nunca me la han hecho sentir. De hecho, cuando pregunto "¿Cómo nos fue?, ¿Cuánto marcamos?", lo que más me han dicho es "despreocúpate de eso". En TVN ni la sintonía ni el rating son tema para los animadores. De eso se ocupa el equipo, el director, el productor y te lo dejan súper claro desde el principio.

Cuando estaba en Pollo en Conserva en La Red, usted siempre aseguró que quería hacer un programa blanco, que no tocara farándula ni duros, pero Buenos días a todos sí los aborda.

Siempre me pasan la cuenta o me comentan de por qué yo evitaba o no me gustaba hacer farándula. Y eso es algo que lo puedo mantener hasta el día de hoy: de todos los contenidos que existen, los que me parecen menos atractivos son los de la vida íntima de las personas. Son temas que muchas veces me resultan incómodos, pero eso no quiere decir que pretenda que no se hagan. Que a mí no me guste el helado de chocolate no significa que no tiene que existir o que nadie pueda comerlo.

Pero, siguiendo la metáfora, ahora usted sí tiene que comer helado de chocolate, porque tiene que abordar el tema.

Pero no tengo ninguna presión y nadie me obliga a tener que opinar o profundizar.

¿Qué significa para usted llegar a Buenos días a todos?

Siento que estar en Buenos días a todos es un paso que me correspondía dar. He tenido una carrera de 22 años, súper feliz, y ahora estoy en un momento en que estoy devolviendo la mano a toda la gente que me ha seguido y que han sido fieles a mi carrera televisiva.

Con la salida de Doggenweiler usted queda como el principal rostro femenino del canal.

Eso me lo tomo como que voy a tener que trabajar mucho. Y con alegría, pero no hay que ponerle tanto color. Me siento halagada también de que confíen. Se agradece la confianza, y espero responder.

¿Cree que es algo que se ha ganado?

Parte de esa confianza tiene que ver con la trayectoria. No trajeron a una persona desconocida, por mucho que haya estado un año fuera de pantalla. Tengo un capital y me siento súper querida por la gente. No es casual que sea rostro de dos marcas. No es al azar que esté acá. Y estoy agradecida de haber tenido estas ofertas laborales después de haberme ido sin nada cuando partí a Italia.

Tomando en cuenta su salida de La Red y el año fuera de pantalla ¿Siente que esto es una revancha?

No lo veo como la revancha. Efectivamente tuve un episodio lamentable con mi salida de La Red. Fue horroroso, traumático, doloroso e injusto, pero no por eso voy a desconocer lo bien que lo pasé ahí.

¿Pero siente satisfacción de haber vuelto a encaminar su carrera de manera ascendente?

Mi mayor satisfacción es hacer bien mi trabajo y sentirme feliz. Si había gente que quería que no me fuera tan bien o que me quedara sin trabajo el resto de mi vida, allá ellos con ese tipo de sentimientos.

¿Tuvo miedo de quedar tildada como conflictiva?

No, porque toda la gente que ha trabajado conmigo sabe que no lo soy. Sí me daba mucha rabia y encuentro muy injusto que públicamente se me haya cuestionado por dejar la pega botada, de ser irresponsable. Soy una persona muy seria en eso. Entonces, leer que el director ejecutivo de ese canal estaba poniendo en duda mi lealtad y compromiso, fue algo que me dolió y que no me lo merecía.

Las animadoras de matinal rotan mucho más que los conductores. ¿Cree que hay algo de machismo, porque a las mujeres se les exige que sean jóvenes y bonitas y a los hombres no?

Los matinales son programas tan importantes que requieren de una persona capaz de hacerlo. No basta sólo con ser bonita. No es poner a la niña linda y al lado al gallo potente. Sería inviable en este matinal al menos. Y si alguna vez ha sido así, claramente no han funcionado y han sido cambiadas. Me parece lógico que si en un programa la animadora no está a la altura y no funciona, por muy bonita que sea, la cambien. La gente no es tonta en ese sentido.

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