China "no acepta ni reconoce" fallo que favorece a Filipinas

El Ministerio de Asuntos Exteriores divulgó en Beijing un extenso comunicado en el que defiende sus "derechos históricos en el mar de China Meridional".




China consideró el fallo a favor de Filipinas de la Corte Permanente de La Haya (CPA) acerca de sus disputas territoriales en el mar de China Meridional como "naturalmente nulo y no vinculante" y aseguró que el país "ni lo acepta ni lo reconoce".

"En medio de un clamor popular acerca de que el tribunal no tiene jurisdicción, su decisión es naturalmente nula y sin validez", reiteró la agencia oficial Xinhua al hacerse eco de la sentencia, a favor de Filipinas tras más de tres años de proceso.

Poco después, el Ministerio de Asuntos Exteriores divulgaba en Pekín un extenso comunicado en el que afirma que "China no acepta ni reconoce" el fallo, y defiende sus "derechos históricos en el mar de China Meridional".

Según Beijing, la decisión de Filipinas de iniciar el proceso de forma "unilateral" fue "con mala fe", y argumenta que "no pretendía resolver las disputas, o mantener la paz y la estabilidad en el mar de China Meridional, sino negar a China su soberanía territorial y sus derechos e intereses marítimos".

"La puesta en marcha de este proceso de arbitraje viola la ley internacional", remarcó.

El Ministerio de Exteriores expone varios argumentos para denunciar su ilegalidad, entre ellos que "las disputas territoriales no están sujetas a la Convención de la ONU sobre el Derecho Marítimo (UNCLOS, en sus siglas en inglés)".

Señala también que el inicio del proceso por parte de Filipinas "infringe el derecho de China como parte de la UNCLOS de elegir su forma de gestionar las disputas".

Como ha hecho con anterioridad, China alega también, entre otras cosas, que el proceso iniciado por Filipinas "viola el acuerdo bilateral" de ambos países para resolver sus disputas en el mar de China Meridional a través de negociaciones.

Indica también que contraviene el código de conducta en esas aguas firmado en 2002 por los miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), a la que ambos pertenecen.

Beijing asegura en el comunicado que su soberanía territorial y sus derechos e intereses marítimos en el mar de China Meridional "no se verán alterados por el fallo bajo ninguna circunstancia", y repite su oposición a que intervengan terceras partes en las disputas.

El Gobierno chino, dice, "continuará obedeciendo la ley internacional" y "trabajando con los países implicados directamente para resolver las disputas del mar de China Meridional (...) para mantener la paz y la estabilidad" en la zona.

El fallo resuelve, por ejemplo, que China ha infringido la Convención de la ONU sobre el Derecho Marítimo con la "línea de los nueve puntos" que utilizaba para delinear sus reivindicaciones, o sus obligaciones de abstenerse a agravar las disputas con Filipinas al construir islas artificiales en las disputadas Spratly.

Sin embargo, en contra de lo que pedía Manila, la Corte no consideró necesario incluir una declaración que estipulara que en el futuro China debería respetar los derechos y libertades de Filipinas y cumplir sus obligaciones según la Convención aplicable.

En una rueda de prensa hoy en Beijing poco antes de que se conociera la decisión de la corte, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Lu Kang, advirtió de que, "si alguien quiere desafiar los intereses de China basándose en el fallo, China ofrecerá una seria respuesta".

Mientras, una fuerte presencia policial rodea hoy la Embajada de Filipinas en Beijing y sus aledaños.

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