Chapulín marea

Rumania vs Chile
Mario Moreno, en el amistoso de Chile en Rumania. Foto: Andrés Pina / Photosport

Mario Moreno, líder de la barra chilena, indigna a la Roja por un video donde exhibe insultos a (y de) Johnny. El habitual seguidor de la Selección y Colo Colo dice que la plata para viajar la logra de sus emprendimientos.




¿Qué es la Marea Roja? Al repasar los viajes de la Selección por el mundo, se repiten rostros entre los fanáticos que apoyan desde la tribuna y los que se paran afuera del hotel del equipo para alentarlo. Son distintos grupos, personas normales y líderes, que se unen bajo la excusa de estar en todas con Chile. Donde sea, cuando sea y como sea.

Suena a amor incondicional. A un vicio. Y en ciertos casos, lo es. Sin embargo, detrás también hay historias y teorías. Personas con trabajos comunes, de bajos ingresos y también otras de sobrados recursos. En la Marea Roja hay de todo. Hoy, este grupo de fanáticos vuelve a robarle algo de protagonismo al fútbol, producto de un video en que unos tipos se grabaron insultando a Johnny Herrera (Y éste respondiendo llevándose una mano a los genitales) en el partido contra Alemania.

La grabación se viralizó. Desde la misma Selección surgió un duro rechazo: "Me tocó ver el video. Encuentro lamentable que los hinchas se graben insultando a un jugador de la Selección. No sé por qué lo harán (…). No sé, quizás para conseguir más seguidores, más popularidad. No tiene sentido", expresó Marcelo Díaz en la conferencia previa al partido con Portugal.

Quien captó las imágenes fue Mario Moreno, el Chapulín, líder y rostro de la llamada Marea Roja y también hincha y barrista de Colo Colo. Describía paso por paso los hechos, lo que le valió una ola de críticas en redes sociales. No es primera vez. Siempre se le ataca, porque donde está la Selección, él también. ¿Cómo lo logra? "Tengo mi propia empresa, me va bien. No te digo que voy a ser millonario, pero tengo las lucas suficientes para viajar con la Roja. Además, hago otro tipo de negocios para poder viajar, pero acá no hay nada ilegal", aseguró ayer.

El mito alrededor de figuras como el Chapulín es que desde la misma Selección le aportan dinero: "Dicen que los jugadores nos pagan los viajes, que gracias a un jugador yo estoy en un hotel cinco estrellas, pero es mentira. ¡Si los jugadores no nos pescan! No estamos en la época de Zamorano, de Salas, que eran más cercanos a la hinchada. Desde Bielsa que los jugadores sólo juegan a la pelota y no nos pescan. Pero está bien, ganan… Igual los apoyaremos siempre".

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La tienda de Moreno en Estación Central. Foto: Mario Téllez / La Tercera

La tienda de Moreno en Estación Central. Foto: Mario Téllez / La Tercera[/caption]

Producto del video que viralizó Chapulín, el sábado, hinchas de la U y Colo Colo iniciaron una trifulca en la Plaza Roja que terminó con dos apuñalados. La violencia también se trasladó hasta Chile: los hinchas azules amenazaron en redes sociales con ir a atacar el local Marea Roja (la empresa de Chapulín). La galería donde está ubicado el negocio reforzó sus medidas de seguridad. Sus empleados no quisieron ayer hacer declaraciones.

Sí las hizo Magaly Vargas San Martín, administradora de la Tienda Alba, y que ha viajado varias veces por Sudamérica junto a Moreno alentando a la Selección: "Fue una tontera lo que hizo, nosotros siempre apoyamos a la Selección. Nunca ha recibido nada, con suerte una foto. Queremos más a la Selección que ellos a nosotros".

En Moscú, antes del debut frente Camerún, otro de los rostros de la Marea, que se alojaba en el hotel de la Selección, salió del lobby y les mostró a algunos reporteros que ahí estaban un fajo de diez entradas. Dio a entender que venían desde los jugadores y que las repartiría entre los hinchas que no alcanzaron a comprar.

Por temas de seguridad, cada fanático que ha llegado a Rusia por la Copa Confederaciones debe inscribirse en una oficina llamada Fans ID. Ahí reciben una credencial que debe presentarse en los estadios, con el boleto respectivo. Según las autoridades del país organizador, cerca de 12 mil chilenos han pasado por este chequeo.

Obviamente, no todos son parte de la Marea Roja. Ésta la forman también grupos de amigos, familias, que llegaron a la Confederaciones para vivir una experiencia única. No están detrás de la Selección todo el tiempo, sólo aparecen en los partidos. Forman parte también de esa legión de fanáticos que acompañan a la Roja allá donde juegue, tal como mostraron igualmente en la Copa Centenario, en Estados Unidos, y ahora, en Rusia.

El lote duro son los otros, los que organizan venta de empanadas y otras actividades para ganar dinero extra. Son los mismos que montan los banderazos antes de cada partido, afuera del hotel de Chile. Aunque ayer, en el día del reproche de Díaz, la convocatoria se suspendió. Apenas llegaron 30 ó 40 personas, todos hinchas normales. La Marea esta vez marea.

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