Carolina de Moras en primera persona

La animadora del Festival cuenta en sus propias palabras cómo ha sido la experiencia y preparación de su primera vez en Viña.




"Cuando me llamaron a la reunión para proponerme que animara el Festival, al tiro dije 'sí, ¿dónde firmo?'. Ellos me dijeron 'no, ándate a la casa y piénsalo' y yo insistía, 'no, no, no, dónde firmo', pero finalmente me dijeron que contestara al otro día antes de las 12. Me fui a mi casa en silencio, no le conté a nadie. Esa noche dormí pésimo, me daba vueltas, me visualizaba arriba del escenario, entre ansiedad, nerviosismo. Y al otro día llamé de vuelta a las 11.30 y dije 'quiero, de verdad que sí quiero.

El domingo pasado fue la primera vez que me subí al escenario. Llegué acá y me fui a la Quinta al tiro. Ni siquiera bajé las maletas, dejé todo en el hotel y me fui para allá. Fue emocionante y una sensación súper rara, porque se veía tan pequeño, pero a la vez con una inmensidad tan grande. Pero es súper familiar también.

Para los libretos esta vez hay harta improvisación. Tenemos una pincelada de lo que queremos expresar del artista solamente, y por eso nos hemos reunido harto, para pulirlo. Este año el festival va a ser de mucha emoción. Todos vamos a indagar el baúl de los recuerdos, porque todos los artistas que vienen son atemporales. Yo el primer póster que tuve en mi vida fue cuando era fanática de La Ley, y fue el único que he tenido. Por eso creo que nosotros tenemos que hablar desde el corazón, como va un fan también".

Tengo los nervios generalizados de 'chuta, pararme, verlo, vivirlo, emocionarme'. Voy a estar parada delante de tantas personas y ser capaz de ser lo que yo quiera ser, porque hay una adrenalina también que tienes que controlar y que se va a hacer presente".

Entre Rafael (Araneda, su compañero en la animación) y yo va haber un equilibrio absoluto, que se va a ver en los guiones, en el escenario, y que va a hacer que vamos a disfrutar el Festival de manera pareja. No es que él va a tener 55 palabras y yo 12, o que vamos a tener 55 y 55, que es una estupidez, pero que podría haber pasado. Aquí vamos los dos a vivir el festival como los dos queramos vivirlo.

Todos los que participan en televisión en algún momento pagamos el noviciado de ser primerizos, de ser inexpertos en ciertas materias, pero todos tenemos que crecer, tenemos que aprender, todos trabajamos para eso, nadie está por rebote en la TV, ni se mantiene por nada. Por eso vemos muchos rostros y gente que sale y entra sin mantenerse.

Partí en una televisión donde la crítica era muy fuerte, era el deporte criticar, pero eso ha cambiando. Yo acá no necesito demostrarle nada a nadie más que a mí. El día que mi vida se transforme en demostrar cosas al resto, por favor agárrenme de los hombros y muévanme un poco, porque voy a estar súper errada. Lo que venga y conlleve a futuro el Festival, bienvenido sea, pero la experiencia a mí nadie me la va a quitar: voy a estar y voy haber estado parada en el escenario de la Quinta Vergara".

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