Carlos Montes: "Al nombrar candidatos hubo muchos proyectos personales y pocos colectivos"

Carlos Montes

Tiene una mirada crítica de la gestión de la mesa directiva del PS y admite que hay "incertidumbre" sobre el desempeño de las cartas senatoriales de la colectividad.




Escudero en el PS de la frustrada candidatura de Ricardo Lagos, el senador Carlos Montes optó por asumir un rol asesor en la campaña de Alejandro Guillier, pese a los intentos del comando por instalarlo en la primera línea. Afirma que el abanderado entrará en una nueva etapa y cuestiona, desde las filas socialistas, la "incidencia" actual de la colectividad y el foco en la designación de postulantes al Congreso, cuyo principal hito fue la nominación a última hora de José Miguel Insulza como carta al Senado por Arica.

¿Cómo analiza la decisión del ex ministro de competir en esa región? Recibió críticas porque horas antes dijo que solo iría por Atacama...

Al nombrar candidatos hubo muchos proyectos personales y pocos colectivos. Esto prácticamente cruza todo, y por eso a la ciudadanía le debe molestar, porque cada uno está pensando en dónde voy, qué me conviene y no cuáles son los objetivos más comunes. Y eso hace que lo de Insulza parezca como una cuestión individual. Sin embargo, creo que Insulza es una persona muy valiosa, que en un proyecto de país puede jugar un rol bastante importante. Ojalá que salga electo.

¿Y no lo podía jugar también en la Región de Atacama?

Es que ahí vino todo un proceso de organización de las candidaturas buscando maximizar resultados, y lo que yo reclamaría es que se requiere combinar eso, maximizar resultados, con cómo hacer el mejor trabajo en función de ciertas ideas de país. A veces pasan a ser muchas discusiones sobre ingeniería electoral y no necesariamente sobre la visión que se tiene de las cosas.

¿En esta decisión usted cree que primó un proyecto más personal?

O sea, no sé. Insulza es parte de una gran corriente de centroizquierda, se siente parte de esto, pero sin duda hoy día en toda la instalación de candidaturas de todos los niveles ha faltado más por qué, para qué, y no solo quién. Creo que Insulza es una persona muy de centroizquierda, muy ubicado acá, y tiene una visión de país, pero creo que es importante que la ponga más en juego, que se note más, que ayude a la gran discusión sobre los problemas de país que tenemos.

El timonel del PS, Álvaro Elizalde, decía que el gesto de la DC a Insulza genera las bases para un entendimiento en segunda vuelta...

Las cosas no se han hecho bien, o digámoslo más suave, se podrían haber hecho mejor, de tal manera de que la fuerza principal nuestra, que es esta gran cantidad de gente que se siente de centroizquierda, se sintiera convocada. En ese contexto, la distancia que se produjo con la DC no es lo mejor. No se encontró otro camino y, bueno, ahora estamos en un intento de recomponer. Y creo que lo que ocurrió con Insulza, de que la DC lo apoyara, son gestos de que hay conciencia de que para mejorar este país se requiere unidad entre el centro y la izquierda, si no no tendremos incidencia. La derecha es demasiado poderosa en Chile.

El traslado de Insulza ocurrió cuando algunos en el partido asumen que la planilla de senadores PS puede ser débil...

Mi mayor distancia política con la dirección (del PS) es no haber participado en las decisiones y debates políticos del país. Los candidatos dependen mucho del contexto en que se dan. Entonces, el PS requiere más presencia en el debate nacional, en la sociedad. En Educación no ha habido ninguna opinión del Partido Socialista, en lo de los consumidores tampoco. En el tema venezolano el partido podría haber tenido una posición más nítida de crítica.

¿Cómo se canaliza esa voz?

Ese es un problema de la mesa, de la dirección. Hay condiciones para que el PS haga más política, tenga más presencia política, arriba en las alturas y en la base, y lo de los candidatos está muy ligado a esto. ¿Hasta qué punto se ve al PS siendo portador de un proyecto país, político, de incidir en las cosas? En eso el PS podría dar mucho más.

¿Ha primado un personalismo en la elección de candidatos? Porque hoy llevan a Isabel Allende (Valparaíso), Álvaro Elizalde (Maule) y Camilo Escalona (Aysén), y a ninguno de ellos en el PS lo dan como seguro ganador...

Hay un problema ahí, porque el PS parte con más senadores que otros. Hay cuatro que siguen. Entonces, los tres que entran, estos tres principales, la Isabel recién va a partir, en el caso de Alvaro no sé por qué eligió esa zona -alguna motivación de historia familiar- y Camilo hizo un análisis y llegó a que era posible allá. Hay un nivel de incertidumbre grande de qué va a pasar con cada uno de ellos. No hay carreras corridas, pero de repente les puede ir bien.

Se apostó por "rostros" del partido que no necesariamente son de las regiones en que compiten...

Están haciéndolo. Escalona ha dedicado todo este tiempo, se fue a vivir allá y lleva varios meses trabajando harto. Vamos a ver el impacto que eso tiene. En el caso de la Isabel, está trabajando también, y a Insulza hay gente que lo da por seguro. La gran cosa fue las encuestas. Él debió haber encargado las encuestas en conjunto con la mesa, porque hay como mucha desconfianza en estas cosas.

Se pidió a Insulza ir por Atacama. Lagos bajó su candidatura presidencial cuando el comité central optó por Guillier. Algunos acusan una suerte de maltrato a figuras históricas. ¿Lo comparte?

Comparto que en el caso de Ricardo Lagos hubo poca finura, poco análisis de las implicancias de eso, y en el caso de José Miguel es brusco también y hay mucha gente que le molestó, incluso a algunos que no son socialistas, porque aparece no respetando la historia. Si Insulza es parte fuerte de esta historia.

¿Ahí es cuando falta esa visión que dice usted?

Falta politizar más, tener más visión de lo que está en juego, cómo nosotros aportamos a los grandes debates, conversamos más con los ciudadanos de otra manera, escuchando más. Pero el PS es un partido demasiado central en la Nueva Mayoría y si su manera de hacer las cosas tiene un sesgo en uno u otro sentido, influye entonces y es súper importante que sea un partido de mucho contenido, de vinculación con la sociedad. Y yo creo que en eso a esta mesa le ha faltado quizás experiencia o ha tenido una opción que no es tan clara.

A esta mesa le va a corresponder tender los puentes a la DC de cara a la segunda vuelta...

Todo esto supone una política de alianzas clarísima entre el centro y la izquierda. Hay que reconstruir puentes con el mundo popular, sectores medios, de los profesionales, porque lo paradojal en este país es que la derecha no tiene esos vínculos tampoco. ¿Quién quiere a Piñera en este país? Yo siempre le pregunto a la gente de derecha quién quiere a Piñera, y no lo quieren.

Aun así llegó a La Moneda y ahora tiene opción de volver...

Alguna gente cree que es empresario, y Chile necesita como una especie de empresario, aunque no le gusta mucho Piñera. No es una persona con mucho carisma, mucha gente lo hace más bien por descarte. Lo que le quiero decir no es que tenemos asegurado nada, pero no es imposible tratar de revertir la situación en que estamos.

¿Cómo se revierte? Se dice que Guillier tiene carisma, pero que su problema es otro, que incluso en su sector no confían en su capacidad de gobernabilidad...

Creo que Guillier tiene una gran recepción y valoración en el mundo popular. En el mundo profesional y de sectores medios lo están observando y tiene un potencial muy grande, porque a esa gente tampoco le gusta Piñera. Y las desconfianzas de la elite son qué condiciones tiene para gobernar el país o no. Creo que él está construyendo condiciones, no es una persona que tenga una experiencia de gobierno, y de parlamentario tiene algún tiempo. Entonces, eso tiene que adquirirlo. Guillier está aprendiendo, está armando equipo, no ha dado a conocer mucho su equipo, porque tiene gente de calidad en muchas áreas. Él va a necesitar mucho más tele, va a tener foros en la tele, va a estar a prueba, porque hay mucha gente observándolo. Entonces, sí él tiene un adecuado despliegue, eso puede permitir lograr bastante apoyo.

Se dice que él va a empezar a encabezar un poco más el discurso sobre sus propias propuestas...

Creo que es efectivo. Le falta y entiendo que está empezando a salir más en los medios, opinado más, mostrar que tiene un buen equipo, potente para gobernar. Que él quiera entrar ahora a una etapa de más opinión tiene que ver más con haber dejado atrás el tema de las firmas. Él entiende que el comando es lo que es, y él no puede estar dirigiendo el comando, tiene que dejar que la gente lo haga y él básicamente dedicarse a dialogar y recorrer el país.

Habla de los equipos, pero a usted le han ofrecido el cargo de jefe de comando y no lo ha aceptado...

He estado en muchas campañas, fui el jefe del NO en la Metropolitana, y ahora creo que puedo apoyar. Estoy tratando de colaborar en distintas cosas, motivando a otra gente a que entre, no creo que uno tenga que siempre asumir roles tan orgánicos.

Guillier dijo esta semana que podía estar a 7 u 8 puntos de Piñera en la primera vuelta...

A mí no me gusta hablar de esas cosas, no conozco encuestas, a lo mejor él conoce (algunas) que yo no conozco, pero el tema hoy día es más bien trabajar y que la gente conozca lo que él está planteando. Se necesita que sea más conocida su propuesta, no solo su persona, porque su persona es bastante conocida. Pero tampoco Piñera tiene nada. Yo leo harto las cosas de Piñera: ¿qué es lo nuevo que agrega? Si a usted le preguntan cuáles son las ideas principales de Guillier a lo mejor usted no podría decir 1, 2, 3, 4. Están más dispersas las ideas.

¿Cómo vislumbra la primera vuelta y la unión de fuerzas para la segunda?

Creo que para la primera vuelta hay incertidumbre de qué nivel y todo depende del despliegue que hagamos. Pero creo que el segundo lugar en la primera vuelta va a ser Alejandro Guillier, no tengo muchas dudas, pero obviamente no hay que confiarse. Si las cosas se hacen mal, se comenten errores. Hay una volatibilidad tal en el electorado que puede tener impacto a favor o en contra.

No son aisladas las voces en la Nueva Mayoría que dicen que hay un riesgo de perder 2-0: la parlamentaria y la presidencial...

Creo que hay un riesgo, no creo que sea tan fuerte, de perder ambas cámaras. Creo que debiéramos mantener la mayoría en ambas cámaras. Es muy difícil que perdamos la mayoría en el Senado, pero podría ser. Debiéramos mantener la mayoría en las dos cámaras y disputar la presidencial, que no está resuelta.

Guillier ha dicho que no tiene cómo financiar la campaña y que los bancos no le prestan plata...

El BancoEstado hace mucho rato que sabemos que no puede por razones de interpretación legal. A lo mejor puede haber un debate, pero el hecho de que los parlamentarios tengan que legislar, hay una cierta incompatibilidad de recibir plata.

A Bachelet se le dio un crédito...

Hace rato que no le prestan a parlamentarios, no solo para campañas, también para comprar una casa. Hay que hablar con el resto de los bancos, no está cerrada la posibilidad de que los bancos presten, porque usted sabe que hay una garantía. Guillier a lo menos va a sacar un millón y medio de votos, y le van a dar mil y tantos pesos por voto. Entonces, un banco sabe que tiene asegurado recuperar la plata. Lo que pasa es que con toda esta relación dinero-política, los bancos están como a la defensiva.

¿Y no es mala idea pelearse con los bancos justo a la espera de que le presten plata?

Es muy mala idea.

¿Cree que va a haber financiamiento?

Creo que le van a prestar plata, que va a conseguir recursos y que, además, hay que hacer una gran convocatoria al voluntariado, gente que haga cosas porque quiere hacerlas.

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