Autora de Hijos de nazis: "Todos tuvieron que enfrentar la reacción ante su apellido"

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"Es fundamental que el recuerdo del nazismo sea retransmitido en su totalidad", dice Tania Crasnianski.




¿Por qué se interesó por estas historias?

Como ex abogada penalista siempre me interesó el impacto en la psicología infantil el destino de padres criminales. Por supuesto, solemos decir que los niños no son responsables, pero la realidad es diferente. Y cuando te llamas Himmler, Göring o Mengele... esos niños tuvieron que lidiar con el pasado de sus padres en su única construcción de identidad. Para ellos durante la guerra eran héroes, pero después fueron verdugos ¿Cómo se puede vivir con semejante carga? La historia no es su historia, pero tienen que enfrentarla.

¿Por qué es importante dar a conocer las historias de los hijos de jerarcas nazis?

Su historia es la de los niños alemanes después de la guerra, excepto que en su caso no pudieron fingir que "mi padre no era un nazi". Después de la guerra descubrieron la responsabilidad de ellos en los crímenes de guerra y contra la humanidad y tuvieron que vivir con eso. Es fundamental que el recuerdo del nazismo sea retransmitido en su totalidad. Tales horrores pueden reproducirse en una forma diferente. El surgimiento de nuevos ejemplos de extremismo lo demuestran. Hitler no volverá, pero eventos similares a los que permitieron eso podría volver a suceder.

¿En su opinión, los hijos se alejaron de las ideas de sus padres porque piensan diferente o por el momento histórico que les tocó vivir?

Cuando esos hijos supieron de los horrores nazis, la guerra había terminado y el mundo ha cambiado. Algunos de ellos, como Gudrun Himmler o Edda Göring, no tomaron distancia del nazismo. Otros optaron por minimizar la participación voluntaria de sus padres en los horrores del nazismo. Y otros optaron por un rechazo violento, sin dejar lugar a sentimientos. La coexistencia de un profundo afecto y el reconocimiento de la culpa es dolorosa. Pero todos tuvieron que enfrentar la reacción de la sociedad al mencionar su apellido, llevándolos inevitablemente a su filiación, sea cual fuere la relación que tuviesen con ella.

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