Ataque en Ottawa destapa el temor al "enemigo interno"

El atacante se pasó al radicalismo islámico y quería viajar a Siria. Al menos 90 canadienses serían sospechosos de querer cometer ataques.




Paulina Ayala, diputada canadiense de origen chileno, se encontraba en el edificio del Parlamento en Ottawa, como todos los miércoles en la mañana, cuando se inició una balacera mortal e inédita en Canadá. "Era la tradicional reunión que hacemos entre los partidos cuando ocurrió todo en un pasillo. En ese momento temimos por nuestras vidas. Mis colegas canadienses están muy impactados. Durante la tarde nos tuvieron encerrados todo el día en el Legislativo, pero el llamado ha sido no dejarnos invadir por el miedo", cuenta la parlamentaria a La Tercera.

Sin embargo, lo cierto es que la sociedad canadiense, ajena a este tipo de ataques, aún intentaba ayer comprender la real magnitud del incidente, que contiene uno de los temores más extendidos en Occidente: el enemigo interno. Es decir, un atentado protagonizado por un ciudadano local que se pasó al lado del extremismo islámico.

Michael Zehaf-Bibeau, de 32 años y de padre libio, sería el hombre que mató al soldado Nathan Cirillo, en el monumento a los caídos en guerra en Ottawa, para luego dirigirse al Parlamento y protagonizar una balacera, hasta que fue abatido por el guardia Kevin Vickers.

El ataque ocurrió en momentos en que Canadá está involucrado en la lucha que lidera EE.UU. contra el Estado Islámico en Siria e Irak. Sin embargo, no se ha comprobado una conexión entre el autor del tiroteo y el EI. Lo que sí se sabe es que Zehaf-Bibeau se pasó al radicalismo islámico. Además, según el comisario de la Gendarmería Real de Canadá, Bob Paulson, el atacante pensaba viajar a Siria.

GRAN TEMOR

Hasta ahora, se estima que unos 12 mil milicianos extranjeros han pasado a engrosar las filas del grupo yihadista, de los cuales 3 mil serían occidentales. Precisamente, el gran temor de Occidente es que, tras el regreso a sus respectivos países, estos milicianos podrían llevar a cabo atentados.

No obstante, como quedó en evidencia en Ottawa, ya se han producido ataques de estas personas que se suman a algún grupo yihadista. De hecho, el lunes, un canadiense de 25 años, convertido al islam, atropelló a dos soldados cerca de Montreal. Uno de los uniformados perdió la vida y el atacante fue muerto a tiros.

En mayo, un francés atacó el Museo Judío de Bruselas, incidente que dejó cuatro muertos, y en mayo de 2012, un presunto islamista apuñaló a un soldado en París.

En septiembre, el EI llamó a los musulmanes a matar a civiles y militares de los países miembros de la coalición. Tras lo ocurrido en Ottawa, las autoridades anunciaron que reforzarán la seguridad. La prensa local reveló que hay 90 canadienses sospechosos de querer fomentar atentados. De éstos, 80 llegaron desde zonas de guerra.

Recientemente, el Consejo de Seguridad de la ONU instó a los países a tomar medidas para impedir que sus ciudadanos dejen sus naciones para unirse al EI. Sin embargo, esto hizo aumentar más el temor al llamado "enemigo interno", ya que estas personas podrían quedarse en sus países efectuando ataques.

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