Asuntos de familia

Carlo de Gavardo terminó volcado. Antes, fue penalizado por ayuda externa, tras ser denunciado por Germán Lyon y Antonio de Gavardo.




En la segunda fecha del Rally Mobil, en Osorno, Carlo de Gavardo tuvo la oportunidad de brillar como él bien sabe. El piloto de la R3B había terminado segundo de su categoría y décimo en la general el primer día, incluso pese a un problema en su auto durante uno de los primes. Pero, al final, toda su velocidad se vino abajo: su tiempo de la jornada inicial fue penalizado, llevándolo al sexto lugar. Y, ayer, se volcó en la primera especial, rescatando apenas tres puntos en las mojadas rutas del fin de semana.

El preludio de la caída ocurrió en la cuarta especial del sábado, cuando su Renault Clio sufrió una falla eléctrica en el motor. Al bajarse, dos carabineros se acercaron. "¡Carlito, una foto!", le saludaron, y el pedido fue acogido al instante por el huelquenino, quien es embajador de esa institución, ofrece cursos de conducción segura para uniformados y lleva, desde siempre, un escudo de la policía en su traje y vehículo.

Luego, los carabineros se ofrecieron a ayudarlo, sin saber que el reglamento prohíbe ayuda externa, aunque sea empujar el coche. "Estaba adentro, y Queno (Eugenio Carvallo, su navegante) empujaba, insistiéndoles en que no podían hacer eso", recordó De Gavardo. "'Nosotros a Carlito lo ayudamos y, además, somos autoridad', me respondieron. ¿Cómo podíamos negarles el auxilio?", describió su copiloto.

Germán Lyon, tío de una nuera de Carlo, y su navegante, Antonio de Gavardo, primo hermano del ex motociclista, pasaron por el sector en ese momento y, al final del trayecto, indicaron la falta. "A nadie le gusta ganar por secretaría, pero el equipo establece que pelea por sus derechos. Y eso hicimos: unos comisarios nos hablaron del incidente, y dijimos que también lo vimos", sostiene Lyon, a lo cual Toño agrega: "Después, el team presentó una carta sobre el caso, y la organización dijo que no era necesaria. No hicimos nada 'en mala'. Después lo llamaré para saber cómo está. Fuera de la pista somos todos amigos".

Por esa ayuda, la Comisión Nacional de Rally recargó en dos minutos el tiempo del día del Cóndor de Huelquén, relegándolo del segundo al sexto lugar de su categoría en la jornada sabatina. "El castigo me calentó a salir a ganar en el último día. Después de eso, quería mucho más la victoria", sostuvo De Gavardo.

Al final, la ansiedad lo desconcentró, y su auto se salió del camino en el primer prime de ayer, volcándose y dando cinco vueltas. Ilesos, los dos tripulantes salieron por sus propios medios del machucado habitáculo.

"Me apresuré mucho en una curva, y el auto se fue de lado. Después de salir, la gente me pedía fotos, y yo tenía que fingir sonrisas... Sentí mucha pena, pero sé que corrimos muy bien", reflexiona el ex dakariano.

"El resultado final me entristece. No he hablado con ellos, y creo que las carreras se ganan en la pista, pero no guardo resentimientos", concluye el Cóndor, que brilló hasta donde pudo.

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