Asociación de clínicas acusa "descuido de la autoridad" por crisis de Masvida

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Ayer se suspendió el convenio con Clínica Santa María, mientras otros prestadores tuvieron problemas para vender bonos de la isapre.




Una serie de cuestionamientos al rol de la autoridad, concretamente de la Superintendencia de Salud, hizo ayer Clínicas de Chile, gremio que agrupa a distintos prestadores de salud, frente a la crisis que enfrenta la isapre Masvida.

La aseguradora con sede en Concepción vio esfumarse el acuerdo de traspaso del control que tenía con Southern Cross, luego de discrepancias surgidas en el proceso de due diligence. Según el presidente del gremio, Alfredo Schönherr, "esta situación genera una fuerte preocupación porque está en juego la cobertura de salud de 540.000 beneficiarios" planteó, acusando directamente al gobierno.

"Creemos que aquí ha habido un descuido de la autoridad. Desde marzo del año pasado, como Clínicas de Chile, le hemos advertido en reiteradas ocasiones a la Superintendencia de Salud nuestras inquietudes sobre la suficiencia de las garantías legales del sistema de isapres, y luego sobre demoras en los pagos, anticipando lo que pensábamos era un eventual deterioro financiera. La respuesta siempre fue la misma: que se cumplía con los requisitos legales, desestimando nuestras preocupaciones, las que hoy se demuestra que eran fundadas", añadió, al tiempo que explicó que, en su visión, "lo importante es buscar soluciones efectivas para que los beneficiarios de Masvida continúen recibiendo su actual cobertura de salud".

Fin del convenio

Justamente, ayer Clínica Santa María (CSM) -ligada a Empresas Banmédica-, informó la suspensión del convenio con Masvida, por lo que desde ahora el valor de las prestaciones ambulatorias y hospitalizaciones "deberán ser pagado en su totalidad" por los usuarios, quienes deberán "reembolsar directamente en la isapre", según se detalló en un correo electrónico enviado a afiliados.

Así, CSM se sumó a Clínica Las Condes, que ya había suspendido su convenio. Esto implica que los usuarios deben asumir el riesgo de pago de sus prestaciones, para luego buscar su devolución en una firma cuyas dificultades de liquidez financiera son un hecho conocido.

Pero eso no es todo. Ayer, las clínicas Indisa, Tabancura, Alemana e Integramédica informaban a los afiliados de Masvida que, debido a una caída del sistema I-med para venta de bonos de esa isapre, las atenciones debían ser pagadas en efectivo. En la red I-med comentaron que el problema podría deberse a una falla técnica. Masvida, como ha sido la tónica en los últimos días, no respondió a las consultas.

La situación tiene nerviosos a usuarios pero también a expertos, debido a la falta de transparencia sobre el estado real de la empresa y los efectos que pudiera tener una eventual quiebra sobre sus afiliados. La señal tranquilizadora que pueda dar el regulador es clave según la vocera del Colegio Médico, Izkia Siches.

"Es un espacio que la Superintendencia puede usar para dar una señal de tranquilidad a los beneficiarios y a los médicos que están prestando servicios sin tener la seguridad de que van a tener su retorno económico", dijo.

Para el ex superintendente de salud, Héctor Sánchez, lo más importante es enfocarse en los afiliados. "Si Masvida tiene una estructura de siniestros similar al mercado, un 40% de su cartera podría tener preexistencia, y de esos entre 30% a 40%, podrían ser verdaderamente cautivos por problemas de salud serios". Si la firma quebrara, dice, el regulador y el gobierno tendrán que jugársela y negociar con las Isapres para responder razonablemente a las personas. Una quiebra es algo que afecta muy fuerte a la imagen de la industria y por lo tanto no es sólo un acto de generosidad, sino de sacar cuentas sobre qué conviene más a todos", añadió.

"El tratamiento de los problemas del sector se ha demorado y no necesariamente por culpa del superintendente sino de los legisladores y el Ejecutivo. El gobierno ha sido opaco respecto de lo que quiere para el sector", dijo a su vez el académico de la UAI y ex miembro de la Comisión asesora de Salud, Guillermo Paraje.

El diputado de la comisión de Salud de la Cámara, Jorge Rathgeb (RN) se alineó con las clínicas y acusó "despreocupación evidente del Gobierno", para frenar la situación a tiempo. Mientras su par PS Juan Luis Castro pidió al superintendente que explore todos los alcances de la situación financiera de Masvida porque sería una catástrofe su quiebra. "Todo esto coloca en el tapete la necesidad de regular mejor al sistema con una nueva ley. Así se logra regular el reajuste abusivo de los planes, y también resolver las quiebras o insolvencias", asegura.

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