Arrestan a tres sacerdotes acusados de abusos en España tras gestión del Papa

La policía también detuvo en Granada a un profesor de religión, en el marco de la denuncia efectuada por un joven de 24 años. Ministro español del Interior destacó que el Papa "ha sido precisamente el más beligerante para que este caso saliera a la luz".




En un caso que motivó incluso la intervención del Papa Francisco, quien pidió disculpas "por este gravísimo pecado y gravísimo delito", la Policía española detuvo ayer en Granada a tres sacerdotes y a un laico por su supuesta implicación en un caso de abusos sexuales a una víctima que era menor de edad en el época de los hechos y que hoy tiene 24 años, es supernumerario del Opus Dei y profesor universitario en una ciudad del norte de España.

El ministro español del Interior, Jorge Fernández Díaz, confirmó los arrestos realizados en Granada, pero dijo que no podía dar más detalles debido a la orden de secreto impuesto en el caso por un juez, quien determinó la incomunicación de los arrestados. Sin embargo, el diario El Mundo aseguró que los tres sacerdotes serían personas vinculadas a la iglesia de San Juan María Vianney del barrio del Zaidín de la capital granadina. En concreto se trataría del padre Román V., de 61 años, supuesto impulsor del colectivo conocido como Los Romanones -escindido de la congregación de los Hermanos Focolares- y a quien el denunciante se ha referido como "el director"; Francisco Javier Montes, ex juez del Tribunal Eclesiástico del arzobispado; y Manuel Morales, que era párroco de la localidad de Orgiva en las Alpujarras. El cuarto detenido sería un laico, profesor de religión, apunto el diario El Mundo.

"La máxima jerarquía de la Iglesia, el Papa, ha sido precisamente el más beligerante para que este caso saliera a la luz", dijo ayer Fernández Díaz. La Justicia investiga a 12 personas, entre religiosos y laicos. En efecto, el Papa Francisco se interesó por el caso de Daniel luego que este le escribiera una carta donde le contó de los abusos reiterados que sufrió entre los 13 y 17 años de edad por parte de "nueve sacerdotes" que le han "causado mucho daño" a él y, al menos, a "otras cuatro personas", según relató  el joven en la misiva reproducida ayer por el diario El País. Lo que nunca imaginó Daniel es que el propio Papa -quien primero se identificó como "padre Jorge"- lo iba a llamar el 10 de agosto pasado a su celular para pedirle perdón "en nombre de la Iglesia de Cristo", expresarle su solidaridad ante el "sufrimiento" que había vivido durante su adolescencia como monaguillo de la parroquia San Juan María de Vianney, y asegurarle que se iban a depurar responsabilidades.

En un artículo publicado   ayer por El Mundo, José Manuel Vidal, director de Religión Digital, el primer medio que se hizo eco del caso, sostuvo que fue el propio Papa quien "anima (al joven) a denunciar a la justicia civil y pone en marcha el proceso canónico rápidamente, fruto del cual el arzobispo de Granada suspende 'a divinis' a tres de los imputados. Pero, coloca a otros miembros del clan como sus sustitutos. Entonces, el Papa vuelve a llamar a la víctima y le asegura que se depurarán todas las responsabilidades, urgiendo al arzobispo a ser más inflexible con los encausados y con sus encubridores, y pidiéndole perdón por la forma en la que se había llevado la investigación canónica y la aplicación de su sentencia".

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.