Afirman que Saddam Hussein inventó que tenía armas de destrucción masiva

Según los interrogadores del FBI, el ex presidente iraquí temía a los "fanáticos" en el poder en Irán. <br />




Saddam Hussein, el Presidente iraquí derrocado por la invasión estadounidense del 2003, había hecho  creer al mundo que tenía en su poder armas de destrucción masiva  porque temía a los "fanáticos" en el poder en el vecino Irán.

Así se desprende de confesiones que el propio Hussein hizo a  los interrogadores del FBI después de haber caído en manos de  las tropas norteamericanas.

Copias de las minutas elaboradas por los agentes después de  los interrogatorios fueron obtenidas por el centro de estudios  no gubernamental National Security Archive (NSA), en base a las  leyes que permiten a los ciudadanos reclamar la difusión de  materiales clasificados.

Según el NSA, agentes especiales del FBI, la policía federal  de Estados Unidos, llevaron a cabo veinte entrevistas "formales"  y por lo menos cinco "conversaciones informales" con Hussein,  ejecutado en la horca en diciembre del 2006.

Los interrogatorios, llevados a cabo en idioma árabe por el  agente George Piro, se realizaron entre febrero y junio del  2004, y abarcaron desde la política interna de Bagdad hasta la  cuestión de los kurdos, pasando por las guerras árabe-isralíes y  la situación de los palestinos.

En uno de sus reportes, el agente Piro dijo que Saddam le  confesó que no permitió el retorno al país de los inspectores de  las Naciones Unidas porque temía que descubrieran que no contaba  con las presuntas armas de destrucción masiva que utilizaba como  imaginario disuasivo ante Teherán.

Estados Unidos lanzó una sangrienta invasión de Irak en marzo  del 2003 después de asegurar ante las Naciones Unidas que el  entonces presidente Hussein contaba con armas de destrucción  masiva. La invasión se lanzó en el marco de la campaña contra  los grupos terroristas islámicos desatada tras los atentados del  11 de setiembre del 2001 contra el Pentágono y las torres  gemelas de Nueva York.

Algunos sitios electrónicos de la izquierda norteamericana  acusaron al Washington Post, que publicó hoy en su portada los  hallazgos del NSA, de estar buscando justificar "post-facto" la  invasión de Irak.

En todo caso, los reportes de los interrogadores muestran que  Hussein realmente buscó convencer al mundo que contaba con esas  armas. Pero el NSA indicó que las minutas no muestran, por el  otro lado, las confesiones de Hussein sobre las complejas  relaciones entre Washigton y Bagdad.

En ese sentido, el Post dijo que los papeles entregados por  el FBI señalan solamente que Hussein estaba más interesado en  una eventual alianza con Estados Unidos que en una nueva guerra.

"Hussein -escribió el agente Piro después de uno de los  interrogatorios- afirmó que estaba más preocupado por la  posibilidad de que Irán descubriera las debilidades y  vulnerabilidades de Irak que por las repercusiones en Estados  Unidos" ante su negativa a permitir la entrada de los  inspectores de las Naciones Unidas.

Los interrogatorios entregaron también detalles de los  últimos días de Hussein en Bagdad. El ex presidente relató que  permaneció en la capital hasta el 10 o el 11 de abril del 2003 y  que se comprometió a "luchar en secreto" contra la invasión  estadounidense.

Hussein también calificó a Osama bin Laden, líder del grupo  fundamentalista islámico al Qaeda -considerado responsables de  los atentados del 11 de setiembre-, como un "fanático", y se  presentó a sí mismo como un dirigente laico alejado del  extremismo musulmán.

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