Testigo del incendio de una iglesia recibe panfleto con una bala

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A.C. relató hoy el hecho en el juicio que se desarrolla en Temuco. Fiscalía abrió investigación por amenazas.


"La verdad, esto es bien terrible. Mis hijos tienen miedo hasta de ir al colegio y no duermen. Así no se puede vivir. Yo tampoco he podido ir a trabajar, me han dicho que soy traidor a mi raza, pero no tengo la culpa de que otra gente haya ido a quemar la iglesia. Yo soy mapuche, no un sapo".

Esta frase fue parte del relato que hoy entregó A.C. ante el Tribunal Oral en lo Penal de Temuco, quien declaró como víctima en el juicio por el incendio de un templo evangélico, ocurrido en junio del año pasado, en el sector de Niágara, Región de La Araucanía.

En este proceso están acusados, como presuntos autores del siniestro, los hermanos Pablo, Benito y Ariel Trangol, junto a Alfredo Tralcal.

La situación descrita por A.C., quien estaba presente en el templo cuando fue incendiado por encapuchados armados, fue calificada como grave por la fiscalía. El hombre contó que el lunes de esta semana, en la entrada de su casa, apareció un panfleto con mensajes amenazantes, junto a una bala.

"Decía que éramos maricas y que si declarábamos nos iban a matar", indicó A.C.

El fiscal regional Cristián Paredes calificó la situación como "extremadamente grave" e informó que ya existe una investigación en curso por el eventual delito de amenazas. También precisó que algunos integrantes de la familia afectada fueron relocalizados, debido a su participación en el proceso.

"Estamos frente a situaciones de amedrentamiento que son muy graves, porque ya es el segundo hecho que conocemos y que afecta a víctimas del incendio de carácter intencional del templo religioso".

Agregó que "nadie escoge ser víctima o testigo de un delito. Aquel rol es una carga que a todos nos asiste cuando padecemos un delito o somos testigos de él, y eso no puede significar que se los amedrente. Así que vamos a averiguar quiénes son los responsables".

El segundo hecho al cual se refería el persecutor es una llamada telefónica anónima que la semana pasada recibió una testigo de este mismo juicio, para que no diera su declaración. Según informó la fiscalía, los peritajes habrían arrojado que esta comunicación fue hecha desde la cárcel de Temuco.

La abogada Pamela Nahuelcheo, quien representa a Alfredo Tralcal, indicó que "nosotros no tenemos mayores antecedentes de lo que señaló ese testigo en la audiencia; recién nos enteramos. Y no sabemos nada sobre alguna investigación abierta. Lo único que sabemos, claramente, es que no son nuestros representados, porque ellos están privados de libertad" .

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