Sobrevivientes y familiares entran por primera vez al excentro de tortura “Venda Sexy” tras su expropiación

Fachada Irán 3037 el día de la visita.

La actividad de carácter privado se efectuó la tarde de este miércoles, donde por cerca de dos horas, un grupo de 10 personas ingresó al inmueble, que hasta hace 50 años funcionó como centro de detención en la dictadura.


En la víspera de los 50 años del Golpe de Estado, a comienzos de septiembre el Ministerio de Bienes Nacionales (BB.NN.) recuperó para el Fisco mediante decreto expropiatorio la ex Venda Sexy, la casa ubicada en Irán 3037, Macul, y que funcionó como centro de detención y tortura por la DINA durante la dictadura. Un hecho histórico que marcó una larga lucha encabezada por la cartera desde 2015, de la mano de sobrevivientes y familiares de quienes pasaron por ese lugar y que hace décadas venían solicitando su restitución para convertirlo en un sitio de memoria.

Y fue durante el mediodía de este miércoles que tal anhelo sumó un paso más. Acompañados por la ministra Marcela Sandoval, la Asociación de Memoria y DD.HH. Irán 3037 ingresó por primera vez al inmueble que hasta septiembre se encontraba cerrado al público y en manos de un privado, que por 30 años figuró como dueño del lugar.

Por cerca de dos horas y de forma privada, 10 personas -entre ellos familiares y sobrevivientes- ingresaron tomados de la mano a la casa, un hecho que algunos no realizaban desde hace 50 años, época en que fueron liberados del excentro de tortura. Esto, mientras en el exterior se realizaba un pequeño acto simbólico con música en vivo, a la vez que los presentes revestían la fachada del inmueble con una red roja donde instalaron fotografías de detenidos desaparecidos acompañadas con claveles rojos.

El encuentro contó con el apoyo sicosocial y la contención de la Subsecretaría de Derechos Humanos durante el tiempo que tomó.

Pero la visita también tuvo un importante valor para avanzar en la restitución del inmueble. Según detallan desde el ministerio, la del miércoles responde a una de las tres fiscalizaciones de carácter técnico -acordadas previamente con el dueño del inmueble- que tienen por finalidad avanzar en la planimetría de la casa donde se aplicó violencia sexual contra mujeres, con el fin de hacer peritajes y detectar posibles violaciones a la ley de monumentos. La tarea está siendo ejecutada por los equipos técnicos de la Seremi de la RM y el Consejo de Monumentos.

“Este lugar fue declarado Monumento Histórico en 2016, por lo que necesitamos levantar planos que nos permitan saber cómo está la casa y en qué condiciones podremos entregárselas a las agrupaciones de sobrevivientes (...). En Bienes Nacionales, reconocer a la propiedad fiscal y el territorio nacional como el gran mapa de lo que no puede volver a suceder, es una prioridad”, expresa la ministra Sandoval.

A eso agrega que el hecho de contar con mayor cantidad de antecedentes sobre el inmueble y sus transformaciones permitirá aportar nueva información que puede ser útil para los Tribunales y el Plan de Búsqueda: “Creemos que esta es la forma de reparar, no sólo en el marco de los 50 años, sino desde el Estado como garantía de no repetición”.

En paralelo al proceso técnico, las organizaciones han estado ideando el espacio que habitará el inmueble, donde la educación ha sido señalada como prioridad para dar a conocer a la ciudadanía “lo que nunca se debe volver a repetir”.

“Ha sido una lucha larga desde el año 90, que fue cuando vinimos a reconocer la casa, a estar seguras de que este era efectivamente el lugar de tortura y exterminio donde estuvimos secuestradas, en mi caso durante 20 días (...) Esta casa, que se va a convertir en un Sitio de Memoria, es para nosotros algo muy bienvenido. Vamos a abrirla al territorio, a las nuevas generaciones, a los vecinos y a todos los que quieran seguir luchando por una vida mejor, por un país más justo”, comenta Alejandra Holzapfel, presidenta de la Asociación de Memoria y DD.HH. Irán 3037, quien hace 49 años estuvo retenida en el lugar.

Elías Padilla, también exdetenido en Irán 3037, reflexiona: “Como una persona que pasó por acá en 1974 y que se transformó en testigo de la desaparición de 33 personas, volver a entrar a esta casa es conmovedor. Hay una serie de transformaciones, por cierto, pero lo más importante es que este lugar va a ser recuperado para la comunidad, como un centro de educación en derechos humanos y para que las personas lo puedan utilizar ampliamente”.

Desde el ministerio sostienen que la próxima visita al inmueble se efectuará en marzo de 2024, aproximadamente, mientras que la persona que actualmente vive en la casa tiene como plazo hasta junio del próximo año para dejar las instalaciones.

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