Ex delegado presidencial de la Macrozona Sur y visita de ministra Siches a Temucuicui: “Fue una acción irresponsable”

Pablo Urquízar, es delegado presidencial de la Macrozona Sur.

El ex coordinador nacional de seguridad en la Macrozona Sur criticó que la autoridad del Gobierno no haya seguido las medidas de seguridad impuestas por Carabineros y sostuvo que lo ocurrido este martes sólo ratifica que se debe extender el Estado de Excepción Constitucional que permite la presencial militar en esa zona. "Lo que hay ahí son mafias de drogas y dialogar precisamente con esas mafias de drogas, de terrorismo y de narcotráfico no corresponde", aseguró.


Antes de terminar su periodo, Pablo Urquízar, ex coordinador nacional de seguridad en la Macrozona Sur, criticó la decisión del entonces Presidente electo, Gabriel Boric, sobre levantar el Estado de Excepción Constitucional en la zona sur del país.

“¿Qué es lo que piden estas orgánicas radicalizadas y terroristas? que el Estado de Emergencia se vaya, es decir que los militares no estén presentes, incluso que los Carabineros no estén presentes, porque quieren hacer uso y abuso del terror y temor en las personas mapuches y no mapuches”, señaló en aquel entonces.

La mañana de este martes 15 de marzo la comitiva de la ministra de Interior, Izkia Siches, no pudo llegar hasta la comunidad de Temucuicui, en la comuna de Ercilla, debido a que un grupo de desconocidos realizó disparos al aire e interrumpió el tránsito realizando barricadas en la ruta. El viaje de la secretaria de Estado es calificado por Urquízar como “una acción improvisada e irresponsable”, lo que además ratificaría la necesidad de mantener a las Fuerzas Armadas en la zona.

¿Cómo calificarías la actual situación de seguridad en la Macrozona Sur tras dejar tu cargo?

Lo primero es que hay una confusión completa frente a lo que en realidad está ocurriendo en la Macrozona Sur. Acá se pretende hacer creer que existe un problema entre el Estado de Chile con el pueblo mapuche y que producto de eso se produce terrorismo, narcotráfico y crimen organizado. Y acá hay que dejar una cosa muy cara el pueblo mapuche es un pueblo pacífico, trabajador, esforzado, que quiere lo mejor desde la perspectiva de su desarrollo económico, social y cultural. Y otra cosa es la violencia que instrumentaliza la legítima demanda del pueblo mapuche para esconder su delito puro y duro como el narcotráfico, robo de madera, robo de vehículo, tráfico de armas y de municiones.

Usted fue crítico con la decisión del nuevo Gobierno de no continuar con el Estado de Excepción, ante eso, ¿Cómo podríamos calificar lo que ocurrió este martes?

Lo ocurrido este martes, ratifica la necesidad de mantener el Estado de Emergencia en la macro zona sur. La necesidad de poner todas las herramientas del Estado al servicio de las familias mapuches y no mapuches de la zona para su tranquilidad y seguridad. Y esto es muy relevante porque en los hechos de violencia que sufrió la ministra y su comitiva hubo un atentado incendiario también, y en este atentado incendiario lo que se exigía por una de las siete orgánicas radicalizadas y terroristas de la Macrozona Sur, que la resistencia mapuche en Malleco, es la salida de los militares de la Macrozona Sur. Por ende, la pregunta es: ¿A quién le quiere hacer caso el Gobierno? Al 81,56% de las personas honestas, trabajadoras, pacíficas, mapuche, no mapuche que están a favor del Estado de Emergencia en la Araucanía o a las orgánicas radicalizadas y terrorista que asesinan, que atentan contra iglesias, contra escuelas, contra aeropuertos y contra hogares.

¿A quién le estaría haciendo caso el Gobierno, según usted?

Yo no conozco a las personas que viven en la macro zona sur que estén en contra del estado de Emergencia. Las personas que viven en Quilico, en Tirúa, en Cañete, en Contulmo, en Lumaco, lo único que quieren es poder vivir en tranquilidad y en paz, y para eso necesitan todas las herramientas del Estado que incluye a las policías y también las Fuerzas Armadas. Por lo tanto, lo que tienen que hacer el Gobierno es precisamente escuchar a esas familias mapuche y no mapuche que están en la frontera sur y no escuchar a la orgánica radicalizada y terroristas que operan en la zona. Al contrario, respecto a esa orgánica, lo que tiene que hacer el Gobierno es perseguirlos penalmente, desarticularnos y condenarlos como en derecho corresponde.

En ese sentido, ¿Cómo calificaría el viaje de la ministra Siches a Temucuicui?

Fue una acción improvisada e irresponsable.

Desde su experiencia, ¿Qué medidas de seguridad son las que debe tomar una autoridad para visitar la zona?

Más allá de cuáles son los resguardos, porque los resguardos, siempre lo señalan y los establecen, tanto la Policía de Investigaciones, Carabineros de Chile, y en este caso cuando estamos en Estado de Emergencia, las Fuerza Armadas y por lo tanto lo que hay que hacer es hacerle caso a las personas expertas que viven y trabajan precisamente en ello en la zona. Y desde esa perspectiva, lo primero que hay que pensar es cuál es el objetivo que pretendo lograr. El objetivo que pretendo lograr tiene que estar enmarcado en una estrategia conjunta para efectos de buscar la seguridad de las personas en la Macrozona Sur. Entonces, la pregunta que uno se hace es: ¿Cuál fue el objetivo de la ministra en entrar a la comunidad Temucuicui?, lugar donde el 7 de enero del año pasado fue asesinado el inspector Morales de la PDI en un operativo precisamente de drogas con más de 850 efectivos de la policía, donde precisamente lo que hay ahí son mafias de drogas y dialogar precisamente con esas mafias de drogas, de terrorismo y de narcotráfico no corresponde, sino que acá lo que corresponde es que precisamente se pongan todas las herramientas del Estado para desarticular esta orgánica, detenerlos y condenarlos como en derecho corresponde.

¿Se equivocó la ministra en realizar esta visita?

Completamente se equivocó por la improvisación y la irresponsabilidad de quienes estuvieron a cargo precisamente de ese plan. Acá se necesita un plan serio en materia de seguridad, con una mirada a corto, mediano y largo plazo. En donde no distinga el origen étnico y el color político, sino que esté a la altura de una política de Estado y como tal, enfrentar el terrorismo narcotráfico y el crimen organizado.

Después de lo ocurrido este hecho, ¿Debería haber un punto de inflexión en la política impulsada por el Gobierno?

Yo lo que esperaría es que el Gobierno del Presidente Boric, en vez de estar reflexionando como dar menos seguridad a la macro zona sur a través del retiro de las Fuerzas Armadas y el trabajo conjunto con las policías, lo que esperaría es que, efectivamente, el Mandatario y sus ministros reflexionarán y mantuvieran precisamente el estado de emergencia con un trabajo conjunto de inteligencia militar, policial, con mayor capacidad estratégica, con mayores efectivos policiales y militares y con estrategia disuasiva de intervención y también de visualización para enfrentar el terrorismo narcotráfico y el crimen organizado.

¿Se equivoca el Gobierno al priorizar una política de diálogo?

Es que el error de diagnóstico base que tiene el gobierno del Presidente Boric es pensar que el problema de la Araucanía y de la Macrozona Sur es un problema simple y llanamente de diálogo. Cuando vemos orgánicas radicalizadas y terroristas como la resistencia mapuche Lavkenche, la Weichan Auka Mapu que lo que hacen es asesinar personas mapuche y no mapuche, es quemar iglesias, es quemar escuelas, es incendiar hogares, es destruir la vida y las fuentes laborales de familias mapuche y no mapuche. Eso no es un problema de diálogo, es un problema de Estado de derecho y es el Estado de derecho que deben ponerse en la Macrozona Sur.

¿Cómo solucionar aquello?

Lo primero que hay que hacer es separar las aguas y avanzar decididamente, por una parte, en materia de seguridad para enfrentar el terrorismo, narcotráfico, el crimen organizado, con la estrategia conjunta con las policías y las Fuerzas Armadas. Y, por otro lado, es lo que dice relación con el desarrollo económico, social y cultural del pueblo mapuche, hay que avanzar, evidentemente, con todo diálogo posible. Y en eso precisamente no solo este Gobierno, sino también el anterior gobierno, a través del Centro Nansen liderado por Alfredo Zamudio y también las siete universidades de la Región de la Araucanía, se empezó un diálogo que todavía subsiste y que esperamos que pueda ver pronto luces desde la perspectiva del desarrollo económico, social y cultural del problema.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.