El 51% de cirugías suspendidas en red pública fue por responsabilidad del paciente

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Foto: La Tercera/Archivo

Cifras de 2017 muestran que de 42.995 intervenciones no concretadas, 21.732 fueron por causas que atañen directamente a quienes serían operados.


El paciente no llegó a la cirugía o no fue posible ubicarlo. Estas son algunas de las causas que obligan a suspender una operación quirúrgica ya agendada y en tabla, pero que escapan del control de los profesionales encargados de programar dichas intervenciones. Según cifras del Ministerio de Salud (Minsal), obtenidas mediante Ley de Transparencia, en 2017 se realizaron 387.925 intervenciones en los más de 90 hospitales que hay en Chile.

De este total, hubo 42.995 que tuvieron que suspenderse por diversos motivos. Dentro de estas, el 51%, es decir 21.732, fueron exclusivamente por causas que atañen directamente a la responsabilidad del paciente. Entre ellas, que simplemente no llegó a la cita, no se le pudo confirmar porque no fue ubicado, o porque se resfrío o tomó desayuno cuando no debía hacerlo.

Según explicó Héctor Fuenzalida, jefe de la División de Gestión de Redes Asistenciales del Ministerio de Salud (Digera), "dentro del ítem causales del paciente, no es solo por 'culpa' del paciente que se suspenden, sino que también se puede dar que esté presente una patología aguda que no permite operarlo, o que se descompensó por una crisis hipertensiva o hipoglicemia, o incluso que falleció de forma fortuita la noche anterior a la operación".

No obstante, hay otro 49% de suspensión en que las responsabilidades son del tipo administrativo, como que se debió reemplazar un paciente por una urgencia, o que no había un cupo de recuperación. También está la responsabilidad del equipo quirúrgico, en los casos en que no hubo disponibilidad de un cirujano, o bien laprolongación de cirugías provocó que las últimasen tabla no se alcanzaran a hacer.

Asimismo, hay causas que tienen que ver con la infraestructura de un lugar, como que no exista disponibilidad de pabellones. Otros casos implican a las unidades de apoyo clínico, en los cuales no se contó con el atuendo necesario para operar.

En menor medida están las emergencias, como la rotura de una matriz de agua, un incendio, o ataques de terceros. Ejemplo de esto último puede ser un gremio que se tome el sector.

Independientemente de esas causas, el diagnóstico de la autoridad es que si bien la suspensión de cirugías "se da todos los años, acá se pierden recursos, esto impacta negativamente en las personas en lista de espera y es tiempo de hacer algo", indicó Fuenzalida. Agregó que "tras un análisis de la gestión quirúrgica de pabellones, se han identificado varios puntos críticos, en los cuales nos hemos puesto a trabajar en estrategias para optimizar el trabajo de las redes públicas". Esto, en el marco del plan de la autoridad, que espera que en marzo de 2019 se haya terminado con pacientes que estén en lista de espera de cirugías desde 2016 hacia atrás.

Es por ello que se han estado implementando maniobras para disminuir la cifra de suspensión. Así lo aseguró el subsecretario de Redes Asistenciales del Minsal, Luis Castillo, quien indicó que "nos hemos propuesto reducir trimestralmente diez puntos porcentuales de la causa de suspensión de pabellones y, sobre esa base, esperamos, en el periodo de un año, dejar una cifra inferior al 5%".

Parte de esas estrategias, relacionadas a mejores planificaciones y revisión de los procesos, ya se han ido implementando. El doctor Fernando Betanzo, director del Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente, explicó que en el Hospital Sótero del Río, el más complejo y de alta especialización de la red, tiene una producción de cirugías de 27 mil procedimientos al año.

Ahí se creó la Unidad Prequirúrgica, que, según explicó Betanzo, está "destinada a que los pacientes que son programados en la tabla estén absolutamente preparados, con sus exámenes resueltos y pases cardiológicos realizados, entre otros, cosa de llegar a las puertas del quirófano absolutamente preparado y no encontrarse que en la puerta hay que suspender".

Además, señaló, se establecieron las reuniones de tabla, destinadas a confirmar la programación realizada con antelación, y se creó -tanto en el Sótero como en otros hospitales- la Unidad Centralizada de Gestión de Quirófanos desde el nivel central, lo que permite reportar la cantidad de quirófanos habilitados y el número de suspensión de procedimientos.

Todo esto, según Betanzo, permitió reportar una disminución del 19% al 11% de suspensión en el último año.

Respecto de los pacientes que no llegan a las citas o no pudieron ser ubicados, Fuenzalida explicó que se trata de una responsabilidad compartida e hizo un llamado a los pacientes con cirugías agendadas a acercarse a sus centros de salud y actualizar sus datos de contacto.

Iván Cárdenas, de 81 años y quien vive en Pedro Aguirre Cerda, lleva desde 2008 esperando una cirugía por una arteria que tiene tapada, tras una trombosis. Si bien ha ido en reiteradas ocasiones a preguntar y en un momento, en 2013, le dieron una hora, sus exámenes estaban caducados y hasta hoy no lo operan.

"La verdad es que ya había perdido la fe, pero iré a preguntar en qué quedó mi cirugía", indicó al respecto, esperanzado en que esta vez sí concretarán la operación que espera desde hace 10 años.

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