Trump temió que pesquisa de la trama rusa terminara con su Presidencia

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Imagen de las tachaduras en el reporte del fiscal especial Robert Mueller que fue liberado ayer.

Así lo dio a conocer el esperado reporte del fiscal especial Robert Mueller, que fue divulgado ayer. Estos son los puntos más inquietantes del informe.


"Oh Dios mío. Esto es terrible. Este es el fin de mi Presidencia. Estoy jodido". De esa forma reaccionó el Presidente Donald Trump, en mayo de 2017, cuando el entonces fiscal general, Jeff Sessions, le anunció que Robert Mueller había sido designado para investigar la injerencia rusa en las elecciones de 2016. Así lo detalla el reporte de 448 páginas de Mueller que el Departamento de Justicia dio a conocer ayer públicamente, aunque no de manera íntegra, porque contiene ediciones y material que fue tachado.

Casi dos años después de la designación de Mueller, la Presidencia de Trump no terminó y es más, el fiscal especial lo exoneró totalmente de una colusión con Rusia en la campaña de 2016.

El 22 de marzo pasado, Mueller entregó su informe al fiscal general, William Barr, quien escribió una carta al Congreso a modo de resumen del reporte que fue dada a conocer en ese momento. La presión de los demócratas por conocer el texto completo forzó a Barr a publicarlo, aunque no estaba obligado a hacerlo. Ayer, cuando Barr divulgó el reporte, hizo una fuerte defensa de Trump y reveló que los abogados del mandatario habían tenido acceso al informe a comienzos de esta semana.

Los fiscales están llevando a cabo 14 investigaciones que derivaron del reporte de Mueller.

A continuación los principales puntos del informe del fiscal especial Mueller:

Obstrucción a la justicia

Este era uno de los puntos más controvertidos. En la conferencia de prensa de ayer, el fiscal general William Barr reveló que Mueller había investigado 10 "episodios" separados de posible obstrucción de la justicia de parte de Trump, y que había concluido que no podía determinar contundentemente que el Presidente hubiera incurrido en tal delito. Barr, en todo caso, ya zanjó esa duda y dijo que no hubo obstrucción. Entre los episodios mencionados, figura la decisión de Trump de despedir al director del FBI, James Comey, en mayo de 2017 y el intento de Trump, en junio de ese año, de que el abogado de la Casa Blanca, Donald McGhan II, despidiera a Mueller.

También el fiscal especial consideró los esfuerzos de Trump para esconder los detalles de las reuniones con los rusos durante la campaña, para la construcción de una Torre en Moscú y la presión sobre el entonces fiscal general, Jeff Sessions, para revertir su decisión de apartarse de supervisar la investigación sobre la injerencia rusa en los comicios de 2016.

Rol de Wikileaks

El reporte entrega detalles sobre el rol que jugó la plataforma de filtración de información Wikileaks al divulgar los correos electrónicos del Partido Demócrata que fueron hackeados por rusos en julio de 2016. El informe señala que si bien Trump expresó su escepticismo de que el responsable del hackeo fuera Moscú, al mismo tiempo tanto él como otros miembros de la campaña, de forma privada, buscaron información sobre cuándo el sitio web iba a publicar más información.

El diario Financial Times señala que esta sección se encuentra muy editada y agrega que la campaña estaba muy entusiasmada por la filtración de los correos.

Conflicto de interés en la Casa Blanca

Cuando Trump llamó al abogado de la Casa Blanca, McGahn, para que despidiera a Mueller, éste se negó y amenazó con renunciar. Cuando se filtró a la prensa esta información, Trump instó a McGahn a mentir.

"(Trump) intentó que se despidiera al fiscal especial, y se implicó en esfuerzos para coartar la investigación del fiscal especial y evitar la divulgación de pruebas a la misma, incluido mediante contactos públicos y privados con testigos potenciales", agrega el texto.

"Cada vez que se le comentó, McGahn respondió que no refutaría las informaciones de la prensa porque eran ciertas", dice el informe.

McGhan finalmente renunció en vez de desatar lo que consideró una posible "Masacre de Sábado por la Noche", como los despidos ocurridos durante el escándalo Watergate.

Asesores no obedecieron a Trump

En el reporte se da a conocer que Trump no fue exitoso en sus esfuerzos por arruinar la investigación del Departamento de Justicia sobre la injerencia rusa, porque muchos de sus asesores simplemente no obedecieron sus órdenes para que intervinieran. Entre ellos se encontraba el entonces director del FBI, James Comey, que continuó con el proceso contra el asesor de Seguridad nacional, Michael Flynn y el abogado de la Casa Blanca, Don McGhan, que no le dijo al vicefiscal general, Rod Rosenstein, que despidiera a Mueller. Otros de los funcionarios desobedientes fueron Corey Lewandowski, que ejerció como gerente de la campaña de Trump y que no le dijo al entonces fiscal general, Jeff Sessions, que debería reducir la investigación de la trama rusa solo a una "injerencia" en el futuro.

Mueller no entrevistó a Trump

Durante los 22 meses que duró la investigación de Mueller, éste nunca entrevistó a Trump, pese a ser uno de los protagonistas. En el reporte se deslizan las razones y se señala que ambas partes estuvieron negociando "por más de un año" las condiciones por las que el Presidente podría responder las preguntas. Finalmente Mueller presentó preguntas por escrito y Trump solo respondió sobre "ciertos temas relacionados con Rusia", pero no sobre las instancias en las que él podría haber obstruido la justicia. Finalmente, el fiscal especial Mueller decidió no citar a Trump a declarar porque tomaría mucho tiempo y no porque tuviera un impedimento legal.

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