Temen que la guerra en Siria se desborde tras nuevo escenario

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Hasta hace un año la mayor amenaza en Siria era la presencia del Estado Islámico. En la actualidad el grupo ha perdido casi el 98% del territorio que controlaba. Actualmente los actores internacionales disputan, entre otros asuntos, la creciente influencia de Irán como uno de los aliados principales del régimen de Basher Assad.


Si hasta hace un año la presencia del Estado Islámico era la mayor amenaza en Siria, actualmente el conflicto ha escalado a otras dimensiones, en que los actores internacionales ya no se involucran mediante grupos subsidiarios. Un hecho que puede derivar en una espiral que arrastre a toda la región. Así lo dejó claro el propio secretario de Defensa de EE.UU., James Mattis, al decir que su principal temor es que un ataque a Siria "desencadene una escalda sin control".

Esta "inquietud" se acrecenta tras la ofensiva militar de anoche contra Siria, anunciada en cadena nacional por el Presidente de EE.UU. Donald Trump. Ello, en represalia por un supuesto ataque químico cerca de Damasco que dejó más de 40 muertos.

* El régimen de Assad

Antes de recibir el respaldo de Rusia, en septiembre de 2015, las fuerzas del gobierno sirio de Basher Assad se encontraban debilitadas y en la comunidad internacional se hablaba de una inminente caída del régimen. En una entrevista con el sitio web The Cipher Brief, el analista Aron Lund dice que lo que se observa hoy es que el gobierno sirio controla las grandes ciudades y los centros económicos, mientras que los rebeldes han sido arrinconadas a territorios pequeños, que están siendo atacados uno a uno. "Existe un exceso de preocupantes implicancias de que Assad se quede en el poder. Entre ellas figura el fin de la expectativa de una Siria diferente, más abierta y democrática. El continuo uso de armas químicas demuestra que él no ha sido disuadido de cometer atrocidades", escribió en una columna de la Brookings Institution, la analista Mara Karlin.

* Rebeldes y yihadistas

Los analistas coinciden que desde 2013 los grupos extremistas se posicionaron como una cara visible de los rebeldes en Siria y estas facciones se convirtieron en la mayor fuerza rebelde opositora al régimen de Damasco. Esto, después de unirse bajo el nombre de Frente Islámico en diciembre de 2013, eclipsando al Ejército Libre Sirio. En una columna del diario emiratí, The National, el analista Hassan Hassan explicó que todos los actores que dominaron la escena no han tenido éxito. El Estado Islámico, por ejemplo, ha perdido casi 98% del territorio en el que alguna vez mantuvo el control. Y la presencia de Al Nusra (filial de Al Qaeda en Siria) se ha concentrado principalmente en el noroeste del país. Otros grupos extremistas como Ahrar Al Sham, ahora son jugadores de escaso peso y algo similar le ocurre a Jaish al Islam, que actualmente está en negociaciones con Rusia en el este de Guta. Otras milicias que operaban en los suburbios de Damasco ya han evacuado el área.

Los observadores creen que Jaish al Islam no sobrevivirá la evacuación y el grupo busca alternativas, entre ellas, aliarse con Turquía. Sobre la erradicación del Estado Islámico, Hassan Hassan advierte que la guerra contra el grupo ha tomado una nueva forma y los problemas que subyacen son más profundos, al punto que "surgirán nuevos monstruos" al margen de los nombres y las formas.

* Estados Unidos

El anuncio de Trump de que iba a terminar con la presencia militar de EE.UU. en Siria "muy pronto", representó un importante alejamiento de la postura anterior de Washington, que señalaba que mantendrían las acciones de manera indefinida. Actualmente hay unas dos mil tropas estimadas operando en el este de Siria. La mayoría trabaja en conjunto con las Fuerzas Democráticas Siria, una fuerza kurda. Para los analistas, la salida de Siria hubiese sido imprudente, porque Estados Unidos tiene un rol mayor que jugar. Así, puede evitar el resurgimiento del Estado Islámico, retroceder el expansionismo de Irán y asegurarse que el país no esté sumido en otra guerra.

Sin embargo, todo cambió tras el supuesto ataque químico, porque ahora Trump lanzó una fuerte represalia. El mismo secretario de Defensa norteamericano, James Mattis, había advertido que si bien la estrategia en Siria es derrotar al Estado Islámico, esto significa "embarcarse en la guerra civil en sí misma". De hecho, muchos analistas advierten de las "catastróficas consecuencias" de esa opción.

* Israel

Si bien desde 2012, Israel ha jugado un rol intermitente en el conflicto, la madrugada del lunes 9 de abril, un día después del ataque químico en Duma, dos aviones de combate israelíes -según Irán y Líbano- lanzaron un ataque contra la base militar T4 en Siria, ubicada en la provincia de Homs. En un artículo en el sitio web The Daily Beast, el analista Charles Lister señala que la base era usada casi exclusivamente por los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRCG), una rama del Ejército iraní. Allí no solo había armas estratégicas o drones sofisticados, sino que también especialistas de la fuerza Quds, tropas especiales de la Guardia Revolucionaria. Producto del ataque murieron 14 personas. Rusia también usaría esta base aérea y sus pistas y, según Lister, esta sería la primera vez que Israel no advierte a Moscú de un ataque. Los analistas consideraron que esta acción tuvo que ver más con la creciente expansión de Irán en Siria, que con el supuesto ataque químico. Para Lister, las opciones de revertir o contener la amenaza iraní proveniente de Siria tiene grandes riesgos, como que el conflicto alcance a Líbano.

* Irán

Teherán ha ido ganando influencia en Siria. En el país árabe los IRCG comandan a más de 120 mil milicianos, de los cuales 25 mil no son sirios. Según Lister, Teherán siempre ha dicho que su adversario a largo plazo es Israel.

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