Reino Unido abre su primera “sala de consumo supervisado” de drogas

Piloto de una sala de consumo supervisado de drogas. Foto: AP.

El lugar, que fue inaugurado en Glasgow, busca que los adictos usen drogas en lugares controlados e higiénicos, en vez de que se arriesguen a consumir en medios peligrosos.


En un enfoque más paliativo en la batalla contra las adicciones, el Reino Unido abrió este miércoles su primer recinto pensando en el consumo de drogas supervisado. Abierto en la ciudad de Glasgow bajo la aprobación del NHS, el sistema público de salud del Reino Unido, el lugar permitirá mejorar la situación de las personas que ya presentan adicciones fuertes a las drogas duras.

En la sala, personas que usan drogas frecuentemente podrán contar con un medio limpio, higiénico, y el apoyo de un personal entrenado. Esto, pensado en personas que ya son adictas y dependientes, sobretodo considerando el consumo de heroína y drogas intravenosas.

La facilidad, que ya abrió sus puertas, fue aprobada temprano este mes, cuando la procuradora del monarca, Dorothy Bain, aseguró que no es de “interés público el perseguir a los usuarios por pequeñas ofensas de posesión cometidas en un recinto para un consumo más seguro de drogas”.

Objetos para el uso de drogas tirados por el centro de Glasgow. Foto: AFP.

El doctor Saket Priyadarshi, de los Servicios de Tratamiento de Alcohol y Drogas en Glasgow, aseguró que la facilidad reducirá los daños relacionados con el uso de drogas, además de ofrecer oportunidades de tratamiento, cuidado y recuperación. “Hay una gran base de evidencia científica para este tipo de servicios, con más de 100 salas alrededor del mundo”, aseguró el médico.

Luego de haber revisado experiencias internacionales en el tema, Priyadarshi aseguró: “Los beneficios por estos servicios son principalmente para el individuo que los usa, en el sentido de que reduce los daños y promueve oportunidades de tratamiento”.

En 2016, en el cuadro de una explosión de contagios de VIH, se había propuesto por primera vez la instalación de este tipo de facilidades en Glasgow. En ese tiempo, se registró que había entre 400 a 500 personas inyectándose solo en el centro de la ciudad.

Las tasas de muerte por sobredosis en Escocia son 2.7 veces más altas que en el resto del Reino Unido, a pesar de que el último año tales muertes bajaron un 21%. Los números más recientes lanzados por el Registro Nacional de Escocia muestran que en 2022, 1051 personas murieron a causa de abuso de drogas.

Con el miedo a que este tipo de recintos atrajera traficantes, visto que habrían consumidores que no serían castigados por drogarse en las salas, Susanne Miller, de la Asociación de Salud y Cuidado Social de la Ciudad de Glasgow, contó a The Herald que según la evidencia internacional, esto no ha ocurrido en las experiencias anteriores. De todos modos, aseguró estar trabajando estrechamente con la Policía Escocesa para prevenir que eso ocurra.

“De hecho, el tipo de paciente al que apuntamos son personas que no planifican necesariamente su abuso de drogas, sino personas que por definición consumen en lugares con un amplio rango de peligros asociados, lugares públicos, estacionamientos, calles, no gente que vaya a viajar para consumir sus drogas”, aseguró Miller.

La primera ministra escocesa, Nicola Surgeon, anunciando que los bomberos serán instruidos para administrar kits de naxolona, una sustancia que revierte los efectos de las sobredosis de heroína y otros opioides. Foto: AFP.

Con este paso, el mapa de salas de consumo en Europa sigue creciendo. La primera sala se creó en 1986 en Berna, y para 2018 en España había 13 en siete ciudades con estos recintos. Portugal, que despenalizó en 2001 el consumo, adquisición y uso de drogas, también ha puesto “narcosalas” en Lisboa.

En entrevista con Vice, Santos Arrieta Galey, Coordinador de Médicos del Mundo Euskadi, comentó los motivos de estas salas, que también están en Bilbao: “Las personas que acuden están más seguras. Saben que cuando van a consumir en casos como la inyección, tienen un acompañamiento donde se les aconseja que lo hagan en otras partes del cuerpo para evitar mayor daño”.

Considerando que una de las principales vías de contagio del VIH es actualmente el compartir jeringas, estas salas de consumo también están planteadas para ser una respuesta a tal epidemia. En América Latina, el único centro de consumo supervisado se encuentra en Mexicali, México, en la frontera con Estados Unidos.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.