Presión de China y pérdida de mayoría parlamentaria: Los retos de William Lai, el nuevo Presidente de Taiwán

El presidente electo de Taiwán, Lai Ching-te, del Partido Progresista Democrático (PPD), saluda en una manifestación tras su victoria en las elecciones presidenciales, en Taipei, Taiwán, el 13 de enero de 2024. Foto: Reuters

Hijo de un minero, se convirtió de médico a político y alcanzó la presidencia con el 40,2 % de los sufragios. Al no haber obtenido la mayoría legislativa, tendrá que negociar con la oposición. Además, su victoria hace prever cuatro años de tensiones con China, que considera a Lai como "un peligro" por su apuesta por la independencia de Taiwán.


William Lai Ching-te, del Partido Progresista Democrático (PPD) ganó las elecciones presidenciales de Taiwán este sábado. Asumirá el 20 de mayo en el Palacio Presidencial de Taipei como el sucesor de la Presidenta Tsai Ing Wen, quien fue máxima autoridad desde 2016 y que también milita en el PPD, partido gobernante en Taiwán durante los últimos ocho años y fuerte opositor de China, insistiendo en que la isla es soberana, en un claro desafío a Beijing que la reclama como parte de su territorio.

El actual vicepresidente se impuso con el 40,2% de los sufragios y venció a su rival Hou Yu-ih, del partido conservador Kuomintang (KMT), por más de 900.000 votos, según los datos difundidos por la Comisión Electoral Central (CEC). Es la primera vez que Lai resulta electo Presidente, en una histórica tercera victoria presidencial consecutiva de su partido.

Una pantalla muestra una actualización de noticias sobre los resultados en las elecciones presidenciales y parlamentarias en Taipei, Taiwán, el 13 de enero de 2024. Foto: Reuters

Sin embargo, el PPD perdió su mayoría en la legislatura, obteniendo 51 de los 113 escaños, lo que significa que Lai puede verse más limitado que Tsai y necesitar depender de alianzas políticas para aprobar leyes.

Horas después de que Lai declarara la victoria, China desestimó el resultado de las elecciones de Taiwán, diciendo que el PPD “no representa la opinión pública dominante” en la isla. “Taiwán es el Taiwán de China”, dijo la Oficina de Asuntos de Taiwán de China en un comunicado.

Al no haber obtenido la mayoría legislativa, Lai, no solo tendrá que negociar con el Partido Popular de Taiwán (PPT) de Ko Wen-je (26,3 % del escrutinio), sino que deberá mantener conversaciones con el Kuomintang (KMT). El KMT, liderado por Hou Yu-ih, fue el segundo partido más votado con un 33,4%.

Así, los analistas prevén cuatro años de tensiones con China, quien considera a Lai como “un peligro” por su apuesta por la independencia de Taiwán.

Hijo de minero

El Presidente electo, de 64 años, creció en una aldea minera de carbón en el norte de Taiwán y su padre, un minero, murió en el desastre de un yacimiento de carbón cuando él tenía 2 años. Lai fue criado por su madre junto con cinco hermanos. Posteriormente, estudió Medicina en prestigiosas universidades de Taiwán y obtuvo una maestría en Salud Pública de Harvard.

Cuando Taiwán derogó la Ley Marcial en 1987 e inició reformas políticas, Lai abandonó su carrera en Medicina por la política. Fue elegido legislador por primera vez en 1998 y luego se convirtió en alcalde de la ciudad de Tainan en 2010. También fue primer ministro de Taiwán, nominalmente el principal asesor del Presidente de la República y posicionado como jefe del gobierno central, de 2017 a 2019. En mayo de 2020, asumió como vicepresidente de la reelecta Presidenta Tsai Ing-wen.

Partidarios del Partido Progresista Democrático (PPD) celebran durante una manifestación, tras la victoria de Lai Ching-te en las elecciones presidenciales, en Taipei, Taiwán, el 13 de enero de 2024. Foto: Reuters

Pese a su trayectoria política, China ha expresado abiertamente su oposición a Lai, calificándolo de “separatista peligroso”. No obstante, Lai dijo repetidamente durante la campaña que quiere mantener el statu quo con China y se ha ofrecido en numerosas ocasiones a hablar con Beijing. Incluso, aseguró una vez que el jefe de Estado con el que más le gustaría cenar es el Presidente chino Xi Jinping, de quien, según afirmó, necesita “relajarse un poco”. China, en tanto, calificó los comicios del sábado como una elección entre la guerra y la paz.

Al postularse para Presidente, Lai abogó por problemas internos como la reactivación de la estancada economía y la asequibilidad de la vivienda. También abordó asuntos internacionales, habiendo realizado en agosto pasado una misión diplomática a Paraguay, medida criticada por Beijing.

Durante el mandato de la presidenta saliente Tsai Ing-wen, Taiwán aumentó las adquisiciones de armas a Estados Unidos, si bien Washington no tiene vínculos diplomáticos formales con Taiwán en línea con su política de “una sola China”. Como tal, durante su vicepresidencia, Lai habló sobre la necesidad de desarrollar las capacidades de disuasión militar de Taiwán, fortalecer su seguridad económica y forjar asociaciones con las democracias de todo el mundo.

Ahora, tras su victoria, Lai prometió que continuará sus esfuerzos de política exterior para resistir los planes de China de anexar Taiwán. Poco después de ser anunciado como Presidente electo, Lai dijo que era una “victoria para la comunidad de democracias” en todo el mundo, y que los votantes habían resistido con éxito los esfuerzos de “fuerzas externas” para influir en las elecciones, en referencia a los esfuerzos de Beijing para derrocar al PPD. “El pueblo taiwanés tiene derecho a elegir su propio Presidente”, afirmó.

Taiwán alberga la principal industria de semiconductores del mundo y produce pequeños chips que se utilizan en todo, desde auriculares Bluetooth hasta sistemas de misiles. Sus obleas de silicio son el alma de la economía global moderna, por lo que Lai tiene la gran responsabilidad de mantener un cuidadoso equilibrio en las tensiones mientras Estados Unidos y China se pelean por las exportaciones de tecnología.

El Presidente estadounidense Joe Biden le estrecha la mano al Presidente chino Xi Jinping en la cumbre de líderes del G20 en Bali, Indonesia, el 14 de noviembre de 2022. Foto: Reuters

En este sentido, Lai dijo que quería cooperar con China -el mayor socio comercial de Taiwán- y mantener la paz y la estabilidad, pero prometió no dejarse “intimidar” por Beijing. Aunque ganó las elecciones con un cómodo margen, su partido perdió el control del Parlamento, el Yuan Legislativo, del que Lai dependerá para aprobar leyes y gastos. De los 57 escaños necesarios para ser mayoría absoluta en el Congreso, el PPD perdió 11 y retuvo 51, mientras que el partido KMT se convirtió en el partido más grande con 52 escaños.

“Esto significa que no trabajamos lo suficiente y hay áreas que debemos revisar y mirar hacia atrás”, dijo Lai. Prometió trabajar con los partidos de oposición y revisar sus políticas “siempre que beneficien al pueblo”, indicando que anticipaba un Parlamento difícil dominado por dos partidos de oposición.

El Presidente electo de Taiwán, William Lai Ching-te, del Partido Progresista Democrático (PPD), y su vicepresidenta, Hsiao Bi-khim, saludan en una conferencia de prensa tras su victoria en las elecciones presidenciales, en Taipei, Taiwán, el 13 de enero de 2024. Foto: Reuters

Tras su victoria, el portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán de China, Chen Binhua, afirmó que el resultado minoritario demostraba que el PPD no representaba a la opinión pública dominante en Taiwán. También señaló que el resultado de las elecciones no detendría “la tendencia general de que la patria eventualmente e inevitablemente será reunificada”. El Presidente chino Xi Jinping ya había afirmado que Taiwán “seguramente se reunificará” con China, en su discurso anual de Año Nuevo, previo a las elecciones en que Lai resultó vencedor.

La aún Presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, dijo en su discurso el mismo día que las relaciones de la isla con China deben ser decididas por la “voluntad del pueblo taiwanés”. La Mandataria ya había advertido en múltiples ocasiones que Beijing estaba tratando de interferir en las elecciones, ya que había aumentado la presión militar sobre Taiwán.

Hou Yu-ih, candidato presidencial del partido Kuomintang (KMT), flanqueado por el candidato a vicepresidente Jaw Shaw-Kong, habla en el escenario después de los resultados de las elecciones presidenciales y parlamentarias, en la ciudad de Nuevo Taipei, Taiwán, el 13 de enero de 2024. Foto: Reuters

Estados Unidos, Reino Unido, la Unión Europea y Canadá fueron algunos de los países que felicitaron al PPD, algo que China desaprobó fervientemente. El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, envió al Presidente electo un mensaje de felicitación tras el resultado. Mientras que el Mandatario estadounidense Joe Biden, que planea enviar una delegación no oficial a Taiwán en los próximos días, reiteró que Estados Unidos no apoya la independencia de Taiwán.

Aun así, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China dijo este domingo que la declaración del Departamento de Estado “violó gravemente las promesas estadounidenses de que solo mantendría vínculos culturales, económicos y otros vínculos no oficiales con Taiwán”. El ministerio chino informó que había presentado “declaraciones solemnes” ante Estados Unidos por los comentarios.

En Reino Unido, por otro lado, el secretario de Asuntos Exteriores, David Cameron, dijo que el resultado era “un testimonio de la vibrante democracia de Taiwán”, a lo que la embajada china en Londres respondió que “se opone firmemente a las prácticas incorrectas de la parte británica” e instó al gobierno británico a “detener cualquier palabra o hecho que interfiera en los asuntos internos de China”.

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