Nueva intervención quirúrgica del Papa Francisco abre incógnitas sobre su salud

El Papa Francisco es recibido por una monja al llegar al Policlínico Universitario Agostino Gemelli, en Roma, en 2021. Foto: AP

El pontífice de 86 años superó este miércoles una operación de tres horas por una hernia abdominal. Francisco ha confesado que tiene preparada de hace mucho tiempo una carta de renuncia, en caso de que una incapacidad médica permanente le impidiera continuar con sus responsabilidades.


El Papa Francisco regresó este miércoles al hospital para someterse a una intervención quirúrgica abdominal, según informó la Oficina de Prensa del Vaticano. La cirugía, conocida técnicamente como laparotomía, se llevó a cabo en el Policlínico Universitario Agostino Gemelli y requerirá que permanezca hospitalizado varios días para permitir “el progreso normal del posoperatorio y la recuperación completa de sus funciones”. La operación, que según el Vaticano no tuvo complicaciones, fue la tercera hospitalización de Francisco desde que los cardenales eligieron al argentino como primer pontífice latinoamericano en 2013 y es el último de una serie de problemas de salud en los últimos años.

Según el comunicado emitido por el Vaticano, la operación fue necesaria debido a una hernia incisional lacerada que estaba causando síndromes suboclusivos recurrentes y dolorosos, los cuales empeoraban con el tiempo. Esta intervención es consecuencia de la cirugía a la que el Papa Francisco fue sometido en 2021, en la cual se le extirpó la mitad del colon.

El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, declaró que se espera una “recuperación funcional completa” del Papa después de la cirugía. Esto indica que los médicos confían en que el pontífice podrá recuperarse por completo y retomar sus actividades habituales.

El Papa Francisco, durante un discurso en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano. Foto: Reuters

“El santo padre al final de la Audiencia General se dirigió al Policlínico Universitario Agostino Gemelli donde, a primera hora de la tarde, será sometido a una intervención quirúrgica de laparotomía en la pared abdominal, con implantes, y utilizando anestesia general”, dijo el Vaticano en un comunicado este miércoles.

Horas después se informó que “la intervención quirúrgica se completó: se desarrolló sin complicaciones y duró tres horas”, bastante más de lo habitual, que según los médicos es de entre 60 y 90 minutos, y en la que el Papa estuvo bajo anestesia general. El hecho de pasar más tiempo anestesiado y con respirador -además en un hombre al que le extirparon un pulmón en su juventud- podría traerle al pontífice problemas respiratorios o un período de recuperación más largo que lo habitual, indicó The Associated Press.

De hecho, se cancelaron todas las audiencias papales hasta el 18 de junio, en miras a que el pontífice se recupere. Considerando las idas y venidas del Papa en el último tiempo, los medios han especulado sobre la urgencia que tuvo que tener la operación de la hernia, tratándose de una cirugía que raramente se hace como “emergencia”. Sin embargo, la operación de este miércoles se agendó inmediatamente después de que el martes el Papa fuera al hospital a recibir unos exámenes.

El doctor Sergio Alfieri, director de Ciencias Abdominales y Endocrinas en Gemelli y quien también realizó la operación de colon en 2021, declaró que Francisco estaba despierto y que incluso hizo bromas. “¿Cuándo haremos la tercera?”, dijo que le preguntó.

Durante la operación, en la que participó un equipo de 4 cirujanos, 5 anestesistas y que se realizó bajo la supervisión de otros 2 médicos quirúrgicos, se retiraron adherencias -o cicatrices internas- que le habían causado dolor al Papa en meses recientes, agregó Alfieri. Reveló también que Francisco había tenido una operación abdominal antes de 2013 en Argentina. En la operación más reciente, se colocó una malla prostética para reparar la hernia, añadió. Según The Associated Press, no estaba claro si los cirujanos le extirparon un tramo adicional del colon a raíz de la hernia.

Alfieri también dejó claro que la fase posoperatoria no dejará ninguna secuela al pontífice, que podrá retomar su actividad sin ninguna limitación. Asimismo, aseguró que no tiene otras enfermedades, según consigna Europa Press.

A sus 86 años, el Papa Francisco ha enfrentado diversos problemas de salud a lo largo de su vida. Desde que fue electo en su cargo en 2013, ha pasado por tres hospitalizaciones, además de las intervenciones médicas que sufrió antes de su papado, y que incluyen la extirpación de una parte de un pulmón.

En 1957, cuando era seminarista en Villa Devoto, Argentina, se sometió a una importante intervención quirúrgica en la que le fue extirpado el lóbulo superior del pulmón derecho debido a una pulmonía grave. Además, ha experimentado dolor de espalda y ha recibido tratamiento de acupuntura china. En 2004, también tuvo un problema cardíaco temporal relacionado con un ligero estrechamiento de una arteria.

El Papa Francisco, en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, junto a religiosas. Foto: Reuters

Ya en julio de 2021, el Papa Francisco pasó 10 días en el Hospital Gemelli, en Roma, donde se le extirpó una parte importante de su colón: 33 centímetros. Luego de la intervención, el pontífice ha contado que aún cuando puede comer lo que quiera, lamenta el hecho de que no responde bien a la anestesia general.

En enero de este año, el jefe de la Iglesia Católica contó a The Associated Press que padecía de divertículos, pequeños sacos en la pared interna de su intestino, provocadas por la operación de 2021. Ya entre marzo y abril, el Papa pasó tres días de nuevo en el Hospital Gemelli, a causa de una infección respiratoria luego de sentir un dolor agudo en su pecho, que le dificultó la respiración. Los doctores le diagnosticaron una bronquitis aguda y lo trataron con antibióticos intravenosos.

Además de todo esto, el Papa sufre de un problema en su rodilla derecha, que le ha significado tener que andar con bastón o en silla de ruedas. En varias ocasiones, el pontífice ha asegurado que no quiere operarse, sobre todo para evitar las consecuencias de la anestesia general.

El Papa Francisco, durante un encuentro con peregrinos en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano. Foto: Reuters

El pontífice cuenta con un equipo médico especializado que lo acompaña en todo momento. Su médico personal es el Dr. Roberto Bernabei, especialista en medicina interna y geriatría de la Universidad Católica del Sagrado Corazón en Roma. Asimismo, tiene un enfermero personal, Massimiliano Strappetti, empleado del sistema de salud del Vaticano, a quien el Papa Francisco acredita haberle salvado la vida al diagnosticar el problema intestinal en 2021. En 2022, el Papa nombró a Strappetti como su “asistente personal de atención médica”. Ambos suelen acompañar al pontífice en sus viajes internacionales.

A pesar de sus problemas de salud, Francisco mantiene una apretada agenda. El sábado, el Vaticano anunció que del 31 de agosto al 4 de septiembre visitará Mongolia, uno de los lugares más remotos a los que ha viajado. Antes visitará Portugal del 2 al 6 de agosto para asistir a la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa y visitar el Santuario de Fátima.

En una entrevista con el diario español ABC, Francisco confesó que ya tenía preparada de hace mucho tiempo una carta de renuncia, en caso de que una incapacidad médica permanente le impidiera continuar con sus responsabilidades.

Sin embargo, durante este año ha declarado que no tiene planes de dimitir en el corto plazo, y que solo lo haría en caso de incapacidad severa. La renuncia de un Papa “no debe convertirse en algo así como una moda”, dijo Francisco en una entrevista con la revista La Civiltà Cattolica, agregando que esa idea “por lo menos no estaba en su agenda”.

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