Netanyahu: entre la supervisión “indefinida” de Gaza y las dudas de EE.UU. por la falta de un plan de salida tras la guerra

Soldados israelíes caminan durante una operación en el marco de su ofensiva terrestre en Gaza, el 7 de noviembre de 2023. Foto: Reuters

En una entrevista con ABC News, el primer ministro israelí dijo que su plan, si se promulga, parecería no llegar a una reocupación total de Gaza, una medida contra la que Estados Unidos y otros han advertido. Netanyahu aseguró que la situación de seguridad sería “por un período indefinido”.


A un mes de los ataques de Hamas a Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu advirtió que su país necesitará supervisar la seguridad de la Franja de Gaza una vez que terminen los combates para prevenir futuros atentados.

En una entrevista con ABC News, Netanyahu dijo que su plan, si se promulga, parecería no llegar a una reocupación total de Gaza, una medida contra la que Estados Unidos y otros han advertido. El premier aseguró que la situación de seguridad sería “por un período indefinido”.

Netanyahu no indicó quién creía que debería gobernar el enclave palestino después de que Hamas, que ahora lo gobierna, desaparezca. Pero cuando se le preguntó específicamente, respondió sólo que pensaba que Israel “tendría la responsabilidad general de seguridad” sobre la franja de manera indefinida.

“Hemos visto lo que sucede cuando no lo tenemos”, dijo Netanyahu. “Cuando no tenemos esa responsabilidad de seguridad, lo que tenemos es la erupción del terror de Hamas en una escala que no podríamos imaginar”, añadió.

Soldados israelíes caminan durante una operación en el marco de su ofensiva terrestre en Gaza, el 7 de noviembre de 2023. Foto: Reuters

Israel ha dicho que su objetivo es destruir a Hamas y eliminar la posibilidad de que repita un ataque como el del 7 de octubre en el sur de Israel, que dejó 1.400 muertos y cerca de 240 secuestrados.

Desde que comenzaron los ataques de Israel contra Gaza han muerto más de 10 mil personas, entre los que se incluyen 4.008 niños y 2.550 mujeres, indicó el último reporte de Naciones Unidas.

Altos funcionarios israelíes dijeron que tienen la intención de mantener el control de seguridad de Gaza por un período indefinido para evitar que se formen nuevos grupos militantes una vez que Israel termine su guerra con Hamas, pero indicaron que tienen poco interés en administrar Gaza de la manera en que Estados Unidos intentó gobernar Irak hace dos décadas.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Eli Cohen, dijo que Israel no desea imponer una administración civil en Gaza. Una vez que Hamas sea derrocado, Israel está considerando transferir la responsabilidad de gobernar el territorio a una coalición internacional, que incluya a Estados Unidos, la Unión Europea y países de mayoría musulmana, o a líderes políticos locales en Gaza, detalló.

“No queremos gobernar Gaza. No queremos dirigir sus vidas. Sólo queremos proteger a nuestra gente”, afirmó Cohen.

Eso podría incluir mantener soldados en Gaza si Israel lo considera necesario, junto con estrictos controles sobre lo que entra y sale. “Tendremos que verificar que no entren armas a Gaza desde ninguna frontera”, incluido Egipto, “y conservaremos nuestro derecho a trabajar contra cualquier terrorista que quiera construir bases allí”, dijo.

Según The New York Times, parecía haber un amplio apoyo político a la postura de Netanyahu en Israel. Yair Lapid, el líder de la oposición centrista, dijo que estaba de acuerdo con el primer ministro, en una entrevista el martes en Kan, la radio pública de Israel. Pero él también advirtió contra la toma del gobierno de Gaza.

Palestinos cargan sus pertenencias mientras huyen de sus casas en Ciudad de Gaza, el 7 de noviembre de 2023. Foto: Reuters

“No queremos financiar escuelas para los niños de Gaza y sus hospitales”, afirmó. “A Israel le interesa devolver (el control de Gaza) a la Autoridad Palestina”. “Pero”, añadió Lapid, “el primer ministro tiene razón. El control de seguridad tiene que ser nuestro”.

Ya ha habido indicios de que si Hamas es derrotado, el gobierno de la Autoridad Palestina, encabezado por Mahmoud Abbas, podría tener un papel en la administración de Gaza.

El secretario de Estado norteamericano, Antony J. Blinken, dijo el fin de semana que en lo que todos estaban de acuerdo es en que, al conformar el futuro para Gaza, Cisjordania y, en “última instancia” para un Estado palestino, “las voces palestinas tienen que estar en el centro de eso. La Autoridad Palestina es la representante de dichas voces, por lo que es importante que desempeñe un papel protagónico”.

El Presidente Joe Biden ha advertido que sería “un gran error” que Israel volviera a ocupar Gaza, de la que se retiró en 2005, y funcionarios estadounidenses han dicho que Israel ha sido “muy claro” en que no quiere hacerlo.

Los analistas militares han dicho que Israel enfrenta una difícil elección entre volver a ocupar Gaza o retirarse, advirtiendo que el desplazamiento masivo y el sufrimiento de los civiles causados por los ataques aéreos y la invasión terrestre de Israel podrían poner en riesgo el surgimiento de otra organización militante que promueva la resistencia violenta contra ese país.

Blinken dijo a los periodistas en Tel Aviv la semana pasada que Estados Unidos estaba en conversaciones con Israel y otros líderes regionales sobre lo que sucederá “el día después” y que dos cosas estaban claras: Hamas no puede permanecer en el poder e Israel no tiene ningún deseo de permanecer en el poder y volver a ocupar Gaza.

Médicos transportan a una víctima palestina tras los ataques israelíes en Ciudad de Gaza, el 7 de noviembre de 2023. Foto: Reuters

En un análisis realizado por el diario Haaretz, se comparó la situación de Israel con la de Arabia Saudita en Yemen. Esto porque “poner fin a la guerra, que hasta ahora se ha cobrado más de 150.000 vidas según diversas estimaciones, se convirtió en uno de los pilares de la política exterior de Biden”, ya que se encontraba “profundamente conmovido por el sufrimiento de los civiles y por las estrategias de asedio de la coalición liderada por Arabia Saudita, que significó matar de hambre a los hutíes”. “Lo más importante es que a Biden le preocupaba la ausencia de un plan saudita realista de salida de la guerra. Biden reconoció que tener paciencia puede ser un error estratégico”, indicó el periódico.

“La analogía saudita pone a Israel bajo presión. La decisión de Biden de 2021 revirtió las políticas de sus predecesores, Trump y Barack Obama, quienes canalizaron enormes cantidades de material a los sauditas y lograron llevar a los sauditas y los hutíes a la mesa de negociaciones. Es decir, la potencia ocupante, los sauditas y los gobernantes locales, los hutíes o ‘representantes iraníes’, están negociando con el apoyo estadounidense en sus esfuerzos por crear una estructura política en Yemen en la que la minoría hutí tenga una representación en el gobierno y una parte equitativa de los recursos”, indicó Hareetz.

Este “plan del día después” ciertamente no es un modelo que Israel y los palestinos puedan emular, dijo el diario israelí, aunque sólo sea porque Estados Unidos está de acuerdo en que no se puede permitir que Hamas tenga un papel político en una Gaza de posguerra. “Varios informes, así como comentarios de analistas y expertos en las últimas semanas, han advertido que Estados Unidos está perdiendo la paciencia con Israel por la ausencia de una ‘estrategia de salida’ o un ‘plan del día después’ para Gaza, y se ha citado a generales estadounidenses advirtiendo que Israel ‘no cometa los mismos errores que nosotros hemos cometido’, en referencia a los enredos estadounidenses de años en Afganistán e Irak”, indicó el periódico.

“A la luz de estas advertencias, existe motivo de preocupación porque a Israel le faltan semanas, tal vez menos, para enfrentar una situación similar con su aliado los sauditas. Sin mostrar a los estadounidenses una estrategia de salida, los estadounidenses podrían encargarse de presentar a Israel su propio plan, que de hecho ya forma parte de las discusiones entre los funcionarios estadounidenses, en particular Anthony Blinken y Jack Sullivan (consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca), y los líderes de la región, incluido el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan”, concluyó.

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