Los obstáculos que impiden materializar el acuerdo entre el Mercosur y la UE

Jefes de Estado durante la cumbre del Mercosur, el 4 de julio de 2023, en Puerto Iguazú, Argentina. Foto: Reuters

Luego de dos décadas de arduas conversaciones, la Unión Europea y el Mercosur alcanzaron en 2019 un acuerdo político para sellar un histórico acuerdo comercial, del cual quedaron pendientes aspectos técnicos. En su cumbre semestral de este 6 y 7 de diciembre, el bloque esperaba anunciar la conclusión positiva de las negociaciones, pero, según los gobiernos de Brasil y de Argentina, el asunto quedará postergado.


Los líderes de los Estados miembros del Mercosur -Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- se encontrarán este 6 y 7 diciembre en Río de Janeiro, en donde discutirán sobre el estado actual de la economía regional, las vías comerciales del bloque con el extranjero y la adhesión de Bolivia como miembro pleno del grupo. Sin embargo, el punto principal de la reunión será la discusión sobre la muy postergada firma técnica del acuerdo comercial con la Unión Europea.

Las conversaciones tendrán como objetivo las negociaciones a futuro, ya que las dos partes consideran que será muy complejo lograr la materialización del acuerdo de libre comercio con la Unión Europea antes de esa reunión del Mercosur de la primera semana de diciembre.

De hecho, en vísperas del encuentro, las dos economías más poderosas del bloque -Argentina y Brasil- han advertido que la negociación no va a prosperar en los próximos días.

“Si no hay acuerdo, paciencia. No fue por falta de voluntad”, señaló el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en una rueda de prensa durante la Conferencia climática de Naciones Unidas (COP), en Dubái, en donde afirmó que “al menos quedará claro quién tuvo la culpa de que no hubiera acuerdo”.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y su homólogo argentino, Alberto Fernández, asisten a una cumbre de líderes del Mercosur, en Puerto Iguazú, Argentina, el 4 de julio de 2023. Foto: Reuters

Las declaraciones de Lula tuvieron lugar el sábado 2 de diciembre, horas después de que el mandatario francés, Emmanuel Macron, mostrara su firme oposición al acuerdo de libre comercio, al declarar que contradice la defensa de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático.

“Es un acuerdo (UE-Mercosur) que no es bueno para nadie”, dijo el presidente francés, en una conferencia de prensa, también en Dubái.

Los obstáculos “verdes” de la UE

El mandatario francés, Emmanuel Macron, ha sido una de las voces más críticas con el acuerdo dentro de la Unión Europea y ha dicho que el tratado es “anticuado” y “contradictorio” con la lucha contra la crisis climática.

“Estoy creando en mi país un mercado en vías de descarbonizarse para permitir a la gente de aquí consumir productos de fuera que implican más emisiones. Estaríamos locos”, comentó el presidente de Francia en Dubái, donde aclaró, no obstante, que tiene “mucha sintonía” con Lula da Silva y que visitará Brasil el próximo año.

La Unión Europea ha presentado una serie de demandas al Mercosur para cerrar completamente el acuerdo de libre comercio, entre ellas una reglamentación ambiental estricta, como la que se aplica en el Viejo Continente.

En la cumbre anterior del Mercosur, celebrada en julio pasado, el saliente presidente argentino, el peronista Alberto Fernández, criticó duramente la postura europea y señaló que es una “visión parcial del desarrollo sostenible”.

Emmanuel Macron junto a Luiz Inácio Lula da Silva, Gustavo Petro y Alberto Fernández durante una reunión al margen de una cumbre UE-CELAC en Bruselas, el 17 de julio de 2023. Foto: Reuters

“La propuesta europea está excesivamente centrada en lo ambiental, con nulo registro de las tres dimensiones de la sostenibilidad: la ambiental, la económica y la social”, destacó Fernández el pasado 4 de julio, haciendo eco de las declaraciones de su homólogo brasileño, quien en ese entonces afirmó que los socios estratégicos no negocian “sobre la base de la desconfianza y la amenaza de sanciones”.

¿Proteccionismo europeo?

Aunque en el discurso europeo las razones ambientales parecen ser las que están frenando el “sí” definitivo al acuerdo, el Presidente Lula da Silva ha apuntado a un nacionalismo proteccionista de algunos países de la UE.

“Cada país tiene derecho a tener una postura. Francia siempre ha sido el país más difícil para llegar a acuerdos, porque es más proteccionista. No es la misma posición que la Unión Europea”, enfatizó el presidente brasileño en Dubái, agregando que París tiene como objetivo “proteger los millones” de productores locales.

Según críticos del acuerdo, con un mercado combinado de poco más de 780 millones de personas, el acuerdo de libre comercio entre ambos bloques puede afectar el negocio de los agricultores europeos, ya que las principales exportaciones de los países del Mercosur comprenden bienes relacionados con la carne, semillas y materias primas, como el caucho y el cuero, del que Brasil es uno de los principales productores mundiales.

Alberto Fernández, en una reunión de presidentes del Mercosur en Buenos Aires, en marzo de 2021.

Otros líderes de la UE, como el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y el canciller alemán, Olaf Scholz, se han reunido con el mandatario brasileño para manifestarle su apertura a la firma del acuerdo y exponerle, a la vez, que, aunque la liberalización de los aranceles tiene que ser gradual dependiendo el sector económico, las dudas aún están en el aire.

Las presiones dentro del Mercosur

Los presidentes progresistas de Brasil y el saliente de Argentina dieron por hecho que no se firmará el acuerdo técnico antes de la cumbre del bloque, mientras otras voces advierten con romper la armonía del Mercosur si no se llega a un acuerdo con la UE.

Y es que tanto el presidente saliente de Argentina, Alberto Fernández, como su canciller, Santiago Cafiero, quienes entregarán sus cargos el 10 de diciembre, fecha en que asume el poder el economista de extrema derecha Javier Milei, señalaron que la firma del pacto aún no es posible con la versión actual del texto.

Cafiero afirmó en una entrevista con el diario argentino La Nación que su país no firmaría el pacto esta semana, echando por tierra las expectativas de Lula da Silva, el uruguayo Luis Lacalle Pou, y de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

“Las conversaciones seguirán y el trabajo realizado es mucho, pero no están dadas las condiciones para firmar el acuerdo”, enfatizó el saliente canciller argentino.

El presidente chino, Xi Jinping, y el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, se estrechan la mano durante una ceremonia de firma en el Gran Salón del Pueblo en Beijing, el 22 de noviembre de 2023. Foto: Reuters

El conservador Luis Lacalle Pou, presidente de Uruguay, ha mostrado su apoyo a la apertura con China y la Unión Europea, pero ha reiterado su preocupación con “el inmovilismo” que ha mostrado el Mercosur. En ese sentido, ha advertido que, si no se ponen en marcha los acuerdos, su Administración buscará unilateralmente nuevos tratados con el bloque europeo, algo que ya intentó con China, aunque Beijing dijo en su momento que prefería avanzar con negociaciones en bloque.

¿Qué se puede esperar?

En entrevista para France 24 en español, el internacionalista y experto en estudios latinoamericanos costarricense Mauricio Ramírez compartió su visión sobre el acuerdo y mencionó que, debido a la coyuntura latinoamericana y a los cambios de gobierno, la cumbre del Mercosur de esta semana puede ser un momento límite para concretar el pacto.

“Es algo muy estratégico para ambas partes, sin embargo, creo que el tiempo está ganando y si de aquí al próximo 7 de diciembre no hay ‘humo blanco’, es muy difícil que se vaya a poder acordar”, afirmó Ramírez, quien explicó que América Latina es un mercado sumamente disputado, tanto por China como por Estados Unidos y Europa.

“Hay una coyuntura global de competencia estratégica. En un lado, China y, por otro lado, Europa y Estados Unidos, para liderar la era digital y la transición energética. Es fundamental entender la dependencia estratégica que existe de ambas partes de esa competencia hacia América Latina”, subrayó el internacionalista, al mencionar las reservas de litio, uno de los minerales esenciales para el desarrollo tecnológico, que existen en la región.

El presidente electo de Argentina, Javier Milei, se dirige a sus partidarios después de ganar el balotaje, en Buenos Aires, el 19 de noviembre de 2023. Foto: Reuters

Ramírez recalcó la importancia de firmar el acuerdo antes de finalizar el año al recordar “el vaivén político de los gobiernos latinoamericanos en los últimos 23 años”, un fenómeno que, para el costarricense, crea “inestabilidad” en la arena de negociaciones de ambos bloques.

En el caso de Argentina, la futura canciller, Diana Mondino, expresó que el nuevo gobierno, que presidirá desde el 10 de diciembre el economista de extrema derecha Javier Milei, no tendría problemas con que el saliente Alberto Fernández firmara el acuerdo en los próximos días.

“Hemos hecho todo lo posible para que quede claro que nosotros agradeceríamos que Alberto Fernández como presidente saliente pueda concretar el acuerdo”, dijo Mondino, el pasado 30 de noviembre, en una conferencia de la Unión Industrial Argentina.

Ramírez advirtió, sin embargo, sobre una posible inestabilidad dentro del Mercosur que la irrupción del ultraderechista podría causar y su impacto en el acuerdo con la UE.

Entre desacuerdos con homólogos europeos y la incertidumbre del futuro en el Mercosur, los líderes sudamericanos se encaminan a la próxima cumbre del bloque, aspirando a poder conformar una postura unitaria y sólida.

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