Los coletazos de la polémica y fallida política de etiquetado de Twitter: reconocidos medios dan la espalda a plataforma de Elon Musk

Twitter, la red social comprada por Elon Musk, se mantiene enfrentada con algunos medios de comunicación por la ahora desechada política de etiquetado.

Catalogados como “afiliados al Estado" o "financiados por el gobierno", varios medios internacionales renunciaron a Twitter luego de que Elon Musk, CEO de la compañía, decidiera etiquetar de esa manera a la prensa que recibe dinero federal o estatal. Si bien el millonario se arrepintió con el pasar de los días, muchos de los afectados no vuelven, pues acusan vieron socavada su integridad.


La sorpresa de numerosas radios y medios de prensa digital a lo largo y ancho del mundo al ver en sus cuentas de Twitter una etiqueta bajo su nombre durante la semana pasada que rezaba “medio financiado por el gobierno” rápidamente inició un debate con resultados aún poco claros.

Entre los principales afectados por el cambio de la empresa están la British Broadcasting Corporation (BBC), de Reino Unido; la National Public Radio (NPR), de Estados Unidos; Canadian Broadcasting Corporation (CBC), de Canadá; Public Broadcasting Service (PBS), también estadounidense; Australian Broadcasting Corporation (ABC), de Australia; Radio New Zealand (RNZ), de Nueva Zelandia; y la Corporación de Radio y Televisión Española (RTVE) de España.

El enojo de algunos de estos medios llegó a tal punto, como fue el caso de NPR y CBC, que decidieron suspender sus cuentas en la red social y dejar de publicar las noticias de todas sus ramas -incluyendo deportes, política, espectáculo, etc.- de Twitter. Otras, como la BBC, protestaron por la decisión, pero mantuvieron sus publicaciones en la plataforma.

El magnate dueño de Twitter, Elon Musk.

Elon Musk, CEO de la red social, lleva meses en franco enfrentamiento con algunos reporteros y medios de comunicación. Según The Associated Press, el millonario dueño de Tesla ha expresado su desdén por los periodistas profesionales y ha asegurado que sus etiquetas de “afiliados al Estado”, “financiados por el gobierno” o “financiados con fondos públicos” buscan impulsar las opiniones y experiencias del “ciudadano medio”.

Dicha forma de etiqueta igualaba a los medios con algún grado de financiamiento federal o estatal con medios de propaganda como RT o Sputnik, aseguró CNN. En entrevista con la propia BBC, Musk aseguró que “nuestro objetivo es simplemente... ser lo más veraz y precisos posible”.

Si bien Musk se arrepintió rápidamente de la decisión, eliminando todas las etiquetas de medios junto a las etiquetas azules de verificación de autenticidad durante el jueves, el resentimiento por lo ocurrido se mantuvo, y ninguna de las radioemisoras que se retiraron completamente de la red social volvieron de momento.

En su búsqueda por la ecuanimidad, el magnate también borró la calificación de “medio afiliado a Rusia/China” en el caso de RT y Sputnik, en el primer caso, y en el de Xinhua, en el segundo. “Todas las noticias son, en cierta medida, propaganda. Dejemos que la gente decida por sí misma”, dijo Musk en un tuit.

Radical decisión de Sveriges Radio

Sin embargo, las radioemisoras y medios de prensa occidentales afectados se defienden argumentando que su etiqueta daña la credibilidad de sus trabajadores, además de criticar implícitamente que sus contenidos están regidos o afectados por el gobierno de turno.

En un comunicado, NPR aseguró que las diferentes cuentas de la organización radial “ya no estarán activas en Twitter porque la plataforma está tomando medidas que socavan nuestra credibilidad al insinuar falsamente que no somos editorialmente independientes”, puesto que están dispuestos a ofrecer “nuestro periodismo en plataformas que han demostrado interés en socavar nuestra credibilidad y la comprensión del público de nuestra independencia editorial”, afirmaron de manera dura.

En la misma línea, el director general de NPR, John Lansing, argumentó la decisión ante el personal de la cadena que “millones de estadounidenses dependen de NPR y de sus emisoras de radio públicas locales para el periodismo basado en hechos, independiente y de servicio público que necesitan para mantenerse informados sobre el mundo y sobre sus propias comunidades”, se leía en un correo enviado el miércoles pasado.

“Sería un perjuicio para el serio trabajo que todos ustedes hacen aquí seguir compartiéndolo en una plataforma que está asociando la carta federal para los medios públicos con un abandono de la independencia editorial o de los estándares”, agregó.

Musk no mostró intenciones de disminuir la escalada y acusó a la cadena radial de “hipócritas” en cuanto a su financiamiento. Desde NPR replicaron al millonario, afirmando que reciben “menos del 1% de su presupuesto anual de 300 millones de dólares de la Corporation for Public Broadcasting, financiada con fondos federales, y no publica noticias bajo la dirección del gobierno”.

Imagen ilustrativa de Twitter y las discusiones y conversaciones generadas en la red social. Foto: Reuters

Otro de los medios que se fue de la red social, pero por motivos distintos, fue la radio pública de Suecia, Sveriges Radio, que anunció el martes pasado que dejaría de estar activa en Twitter debido a la poca influencia que tiene en el público sueco, sin nombrar entre las razones el polémico etiquetado.

Según consignó The Associated Press, Christian Gillinger, responsable de las actividades en redes sociales de la emisora, “Sveriges Radio ha restado prioridad a su presencia en Twitter y ahora ha tomado la decisión de dejar completamente de estar activa en la plataforma, al mismo tiempo que cerramos varias cuentas”, y agregaron que un estudio local reveló que solo el 7% de la población sueca utiliza la plataforma, por lo que su interés en mantenerse en la red social “simplemente ha cambiado con los años y se ha vuelto menos importante para nosotros”.

Por último, citó los problemas de la plataforma gracias a la proliferación de bots, cuentas falsas y la desinformación en general. “Creemos que a largo plazo puede afectar a la capacidad de la empresa para gestionar, por ejemplo, cuentas falsas, bots y desinformación, pero también mensajes de odio y amenazas”, cerró Gillinger.

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