Líder socialista asume una España dividida e inestable tras caída de Rajoy

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El líder del PSOE y recién elegido presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, le da la mano al saliente mandatario Mariano Rajoy.

Pedro Sánchez asumirá este sábado como el nuevo Presidente del gobierno tras la aprobación de una histórica moción de censura que le costó el puesto a Mariano Rajoy.


En una jornada inédita, el socialista Pedro Sánchez quedó al frente del gobierno español tras obtener el apoyo de la mayoría absoluta del Congreso a una moción de censura con la que forzó la salida de la Presidencia del conservador Mariano Rajoy. La iniciativa, presentada hace una semana por el Partido Socialista Español (PSOE) tras conocerse una serie de condenas contra el oficialista Partido Popular (PP) por beneficiarse de una trama de corrupción, fue aprobada por 180 votos a favor, 169 en contra y una abstención. Se trató de una situación sin precedentes, al ser la primera de cuatro mociones que se han presentado que ha tenido éxito. Así, Rajoy, que debía gobernar hasta 2020, debió dejar el poder al negarse a renunciar antes de que se concretara la moción de censura.

Sánchez contó con el respaldo de su partido, de la coalición de izquierda Unidos Podemos y de los grupos nacionalistas e independentistas del País Vasco y Cataluña. "Hoy gana la democracia", señaló el líder del PSOE justo después de la votación para dejar claro que son las mayorías parlamentarias las que ponen y quitan gobiernos.

Pese al arribo de Sánchez, que este sábado jurará ante el Rey Felipe VI, existía consenso entre los analistas respecto de la debilidad del nuevo gobierno. Esto porque el PSOE solo cuenta con 84 escaños -de un total de 350-, por lo que deberá contar con el apoyo de otros grupos para sacar adelante sus propuestas. Además, le será difícil gobernar por los posibles reclamos que le hagan Podemos, los independentistas catalanes y los nacionalistas vascos.

"El futuro gobierno afronta retos mayúsculos, desde la continuación de la lucha para generar más riqueza y empleo en un entorno de enorme precariedad, a los desafíos territoriales y el pulso que han seguido librando las fuerzas independentistas en Cataluña. Por ello es tanto más importante que su selección y orientación esté guiada por criterios de defensa del orden constitucional y la estabilidad económica", escribió el diario El País en su editorial.

En este sentido, el líder socialista se comprometió a respetar los Presupuestos Generales del Estado de Rajoy y a abrir un proceso de diálogo con los independentistas catalanes (en el marco de la Constitución y el Estatuto). Asimismo, se mostró dispuesto a convocar elecciones, aunque no precisó la fecha.

Primeras señales

Sin embargo, ya comenzaron a aparecer las primeras señales del duro camino que se le avecina a Sánchez. Esto, porque cinco partidos aliados -entre ellos Podemos- presentaron vetos al proyecto de presupuestos de 2018 por considerar que no responde a la desigualdad, según reportó el diario El Mundo. "Ha empezado la fiesta", comentó con ironía la vicepresidenta saliente del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en un diálogo informal en los pasillos del Congreso.

Según la agencia France Presse, la decisión de Sánchez de no tocar los presupuestos, pendientes de tramitación en el Senado y rechazados inicialmente por los socialistas, fue en gran medida un gesto dirigido a obtener el apoyo del Partido Nacionalista Vasco (PNV), cuyos votos fueron clave para la moción de censura contra Rajoy.

Con esto se ponen a salvo 540 millones de euros de inversión en infraestructura en el País Vasco. Pero aun así, el portavoz del PNV en la Cámara Baja, Aitor Esteban, advirtió a Sánchez que tendrá "un gobierno débil y difícil", y que el Congreso será "un pim pam pum continuo".

El diálogo con los nacionalistas vascos podría resultarle difícil de gestionar para el nuevo presidente del gobierno, al que la derecha acusa de haber pactado con "los amigos de ETA", en alusión al partido independentista vasco EH Bildu, que apoyó la moción de censura.

El medio online El Diario señaló que otro obstáculo no menor para Sánchez será el Partido Popular, que "goza de una mayoría suficiente para manejar el Senado a su antojo. Podrá ampliar plazos de enmiendas, convocar comisiones, utilizar las sesiones de control para atacar la labor de gobierno", advirtió.

A su vez, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, anunció que hará una "oposición firme" a Sánchez pero "leal a la Constitución y los españoles". A su vez, lo dirigentes del PP analizaban los pasos a seguir, tras su salida del poder anticipada.

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