La isla más misteriosa del mundo donde murió un misionero estadounidense

Es la tribu más aislada del mundo. No hay fotos ni documentos que logren capturar concretamente a esta tribu que habita la isla Sentinel del Norte, en la Bahía de Bengal, cerca de Myanmar (Birmania) y Tailandia, aunque la isla pertenece a India. Y es este mismo misterio el que ha hecho que este grupo de la cual se desconoce el nombre pero a los que se les llama sentineleses, haya llamado la atención de muchos.

La semana pasada, el norteamericano John Allen Chau de 27 años, fue atacado por esta tribu cuando quiso adentrarse en la isla con el objetivo de llevarles la palabra del cristianismo. Chau no hizo caso a la prohibición oficial que tiene India de acceder a esta isla para proteger a la tribu, y pagó a dos pescadores para que lo llevaran a la costa. "Fue atacado con flechas pero siguió andando. Los pescadores vieron como los indígenas le ataban una cuerda al cuello y lo arrastraban", dijo la policía.

Y no se trata del primer ataque a los curiosos forasteros que deciden conocer a esta tribu, pese a las advertencias de su extrema violencia con cualquier desconocido. En 2006, dos pescadores indios, que habían amarrado su bote cerca de Sentinel del Norte para dormir después haber estado cazando en las aguas alrededor de la isla, murieron tras ser atacados cuando su bote se soltó y fue arrastrado a la orilla.

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La isla tiene una extensión de 72 km cuadrados y está cubierta de bosques y playas. Se cree que la tribu reside ahí hace 60 mil años, sin embargo poco se sabe de su historia y origen. La mayor parte de lo que se sabe sobre ellos ha sido posible gracias a avistamientos lejanos desde botes a una distancia importante para esquivar las flechas.

La organización Survival International, que trabaja para prevenir la aniquilación de los pueblos tribales, sostiene que estos sentineleses cazan en el bosque y pescan en las aguas costeras. Además, construyen canoas descritas como "demasiado estrechas" y pueden usarse solo en aguas poco profundas.

Se cree que viven en tres bandas pequeñas, y tienen dos tipos diferentes de casas: grandes chozas comunales con hogares para varias familias, y refugios temporales, sin paredes, que a veces se pueden ver en la playa, con espacio para un núcleo familiar.

En relación a la vestimenta, las mujeres solo usan cuerdas  atadas alrededor de sus cinturas, cuellos y cabezas. Los hombres usan collares, cintas en la cabeza y un cinturón más grueso. Los hombres suelen estar armados con lanzas, arcos y flechas.

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FOTO: AP[/caption]

La cantidad de personas que componen la tribu es inexacta, y las estimaciones hechas a partir de fotografías aéreas rondan entre 40 y 150.

En 2004, a raíz de un devastador tsunami en gran parte de la región, el gobierno de India envió un helicóptero a investigar si los miembros de la tribu se encontraban bien. Estaban vivos y se veían sanos, pero al acercarse demasiado el helicóptero fue atacado con flechas y piedras.

Los primeros contactos se produjeron a finales del siglo XIX, cuando el "oficial a cargo de los andamaneses", el británico M.V. Portman desembarcó en la isla con un gran equipo, con la esperanza de ponerse en contacto con los sentineleses. Durante esa excursión se encontraron aldeas y caminos, sin embargo no vieron a los miembros de la tribu. Solo fue posible encontrar a una pareja de ancianos y algunos niños que, "por interés de la ciencia", fueron llevados a Port Blair, la capital de la isla de Andamán. Sin embargo, como era de esperar, al poco tiempo se enfermaron y los adultos murieron. Los niños fueron llevados de vuelta a la isla con regalos.

Posteriormente, durante la década de los 70, las autoridades indias hicieron viajes ocasionales a la isla en un intento de acercamiento. En uno de estos viajes, los visitantes les dejaron dos cerdos y una muñeca en la playa. Los sentineleses mataron y enterraron a los cerdos junto con la muñeca. En la década de los 80, los equipos continuaron en el intento por acceder a la isla, les dejaban regalos como cocos, plátanos y trozos de hierro.

Sin embargo, en 1991, se produjo un acercamiento único. Cuando las autoridades llegaron a Sentinel del Norte, la tribu desarmada les hizo un gesto para que se acercara a dejar los regalos. Incluso se metieron en el mar hacia el barco para recoger más cocos. Pero aquello no volvió a ocurrir nunca más. Durante los años siguientes volvieron a atacar a quienes intentaran acercarse. Algunos expertos han especulado que probablemente aquella visita pudo haber significado contagios de infecciones mortales.

Hoy, cualquier contacto físico con la tribu está prohibido, puesto que su aislamiento extremo los hace muy vulnerables a las enfermedades a las que no tienen inmunidad, lo que significa que el contacto tendría casi seguramente consecuencias fatales para ellos.

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FOTO AFP[/caption]