Biden provoca impensada acogida de irlandeses antes de concluir gira: “Se siente como llegar a casa”

Presidente Joe Biden se despide de los irlandeses tras un acto en la catedral de San Muredach, en Ballina. Foto: Reuters

“El estar aquí se siente como llegar a casa”, señaló el mandatario estadounidense antes de partir de Irlanda, donde recibió el tipo de aprecio que no obtiene en Estados Unidos. En Estados Unidos, el índice de aprobación a la gestión de Biden se ubica cerca del punto más bajo de su presidencia.


Con citas de poesía irlandesa y disfrutando los vítores de miles de personas, el presidente Joe Biden dijo este viernes que Irlanda no sólo era parte de su historia familiar sino parte de su alma al concluir un viaje en el que recibió el tipo de aprecio que no obtiene en Estados Unidos.

Aproximadamente 27.000 personas se congregaron al pie de la catedral de San Muredach, construida en parte con ladrillos fabricados por el tatarabuelo de Biden. El tamaño de la multitud que se reunió para escuchar al mandatario era de casi el doble que la población del pueblo. Algunos manejaron durante horas y aguardaron casi todo el día bajo la lluvia y el frío para tener una oportunidad de verlo, pidiendo que iniciara “el espectáculo de Joe”.

“A lo largo de los años, historias de este lugar se han convertido en parte de mi alma”, le dijo Biden a la enorme multitud, vinculándose con las personas de la audiencia al señalar que formaban “parte de la historia de mi familia”.

No es de extrañar que dijera repetidas veces durante el viaje que no quería irse.

En Estados Unidos, el índice de aprobación a la gestión de Biden se ubica cerca del punto más bajo de su presidencia. E incluso algunos de sus colegas demócratas han insinuado que no debería postularse a la reelección. En giras dentro del país para hablar sobre sus políticas económicas y sociales, con frecuencia el mandatario atrae a admiradores que lo saludan al pasar, y multitudes amistosas aplauden en sus discursos. Pero esas recepciones no se comparan con la bienvenida que recibió en Irlanda.

En este añejo terruño fue saludado por simpatizantes a cada momento. Las angostas calles de Ballina rebosaban de gente que sostenía banderas irlandesas y estadounidenses a lo largo de cuadras y cuadras. Mientras Biden recorría un santuario católico horas antes y le informaban sobre sus antepasados en un centro patrimonial, músicos y bailarines entretenían a la enorme multitud durante horas. Los asistentes vitorearon al ver llegar su helicóptero.

“El estar aquí se siente como llegar a casa”, señaló Biden. “Realmente es así”.

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