El día en que The Cure se volcó en un Lada Niva

El día en que The Cure se volcó en un Lada Niva

Robert Smith es un fanático de los 4x4 e importó uno de los todoterrenos rusos a mediados de los 80, pero una noche manejando borracho se fue cerro abajo junto a toda la banda.




Los fanáticos de The Cure cuentan los minutos para el regreso de los británicos a Chile. Este jueves 30 de noviembre en el estadio Monumental se pone fin a una espera de 10 años con la presentación de la gira Shows of a Lost World.

La banda liderada por Robert Smith llega precedida de una aplaudida presentación en Buenos Aires, donde fueron una de las estrellas del festival Primavera Sound, donde revivieron los mayores éxitos de su larga historia que los tiene convertidos en una de los grupos más importantes de las últimas décadas.

Pero esa historia que cruza temas como Boys don’t Cry, Close To Me, Friday I’m In Love, In Between Days, entre otros, pudo haber quedado trunca por una situación medianamente desconocida, pero que el propio Smith contó en entrevistas hace varios años.

The-Cure-Robert-Smith-1

Toco ocurrió a mediados de la década de los ‘80, cuando el estilo gótico de The Cure apoyado por una esencia punk se enfrentaba a los colores y la extravagancia del pop.

Por esos años, The Cure ya gozaba de un éxito importante. Las giras se multiplicaban y el dinero había empezado a entrar con fuerza. Eso permitía darse gustos que cuando eran jóvenes en Crawley solo imaginaban.

Los autos no fueron la excepción en un período de completo descontrol y de excesos por parte de la banda mientras se cuestionaban la propia existencia. Así fue como algunos integrantes compraron vehículos todoterreno, característica que parecía ser transversal a los integrantes de The Cure, incluido Robert Smith.

Pero, el carismático líder de la banda que se reconoce por su pelo desordenado y el maquillaje blanco de su rostro no se sentía atraído por los 4x4 más ostentosos de la época, como los Land Rover ni tampoco por los Jeep.

Tal como reconoció en diversas entrevistas, tenía una admiración especial por Lada, por lo que a mediados de los ‘80 decidió importar un Niva del año 81, vehículo con el que experimentó una de las mayores angustias, puesto que casi se mata él y algunos integrantes de la banda en un siniestro de tránsito.

Crédito: facebook

El propio Smith contó en una entrevista a un medio alemán lo sucedido. En la nota, el periodista le consulta si alguien lo ha encerrado alguna vez, tratando de profundizar en el existencialismo del guitarrista.

Ante eso, el británico dijo “lo hago yo mismo. Pero ni siquiera necesito una puerta con cerradura. A veces simplemente siento que estoy encerrado, incluso si estoy afuera bajo la lluvia. Encerrado en mi cabeza, mi vida. No soy religioso, así que no encuentro mucho sentido a la vida. Pero hace tiempo que las cosas no me parecen tan negras. Para ser honesto, a veces incluso disfruto de mi vida. Quizás estoy un poco más relajado que hace tres años. En Miraval dejé de beber inmediatamente después de destrozar mi auto. Simon y yo íbamos una tarde por una colina en un Lada con tracción a las cuatro ruedas. De repente el camino desapareció y el auto cayó aproximadamente un metro y rodó. Fue un milagro que no nos pasara nada. Y eso me curó del vino tinto en un instante”.

Sobre ese mismo percance, en otra entrevista Smith comentó lo siguiente al ser consultado por el londinense Jonathan Krell sobre qué auto manejaba.

“He manejado autos con tracción a las cuatro ruedas desde los 80. El mejor auto que tuve fue un Lada importado de Rusia en 1981, que tenía dos diales, ambos en ruso, y el radiador más caliente del mundo. Le tengo mucho apego a los autos, y los mios están llenos de basura y de dibujos porque cuando saco a mis sobrinos traen plumones. Y de vez en cuando salgo a manejar de noche, no como se debería, borracho y cruzo por el campo. Lo hice por primera vez cuando estábamos haciendo el álbum Kiss Me, Kiss Me, Kiss Me en 1986 y nos fuimos con el Lada por la ladera de un cerro junto a toda la banda”.

Por suerte, la noche de alcohol no tuvo resultados graves y los británicos lograron terminar el disco. Desde ahí la historia está asociada a la música, esa que miles de fanáticos volverán a disfrutar en Chile.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.