“El deporte es una herramienta para emparejar la cancha de la desigualdad”

Francisca Crovetto, La representante nacional de tiro al vuelo, nos habla de sus desafíos, de la importancia del olimpismo en una época de grandes cambios y la necesidad de establecer un marco que le permita a cualquier niño contar con las condiciones para llegar a lo más alto.




El pasado 26 de mayo, Francisca Crovetto fue elegida premio nacional del Deporte 2019. El reconocimiento, que además de un Diploma de Distinción Deportiva entrega un aporte económico de 245 UTM (poco más de $ 12 millones), sorprendió a Crovetto. “Es un premio bonito, uno se inscribe en la historia y eso lo hace más lindo todavía”, nos cuenta la deportista desde su casa, donde pasa los días de cuarentena junto a su novio.

La familia ha sido el gran pilar de Francisca Crovetto (30 años) en su vida deportiva, donde suma destacadas actuaciones, como el octavo lugar en los JJ.OO. de Londres, medallas en Juegos Panamericanos (Toronto y Lima) y el segundo lugar en la Copa del Mundo de Al Ain. Pero para llegar ahí las jornadas familiares fueron decisivas. “Yo soy la menor de cuatro hermanas, súper regalona de mi papá. Él era aficionado al tiro y a la caza, de forma amateur y recreativa, y yo iba con él casi todos los fines de semana al club de tiro. Él dice que yo lo acompañaba para que mi mamá le diera permiso”, recuerda entre risas.

¿A qué edad empezaste a acompañar a tu papá?

A los tres o cuatro años empecé a ir a esos paseos con mi papá y como a los 10 empecé ya a disparar.

Siempre me llamó la atención acompañarlo, además que era en un lugar al aire libre, muy lindo, en una parcela en Calera de Tango, que en el verano tenía piscina, entonces era muy buen panorama. Yo era la única, ninguna de mis hermanas iba.

¿Cuándo surge el acercamiento al deporte?

A mí me marcó mucho el año 2004. Yo ya había empezado a disparar en 2002 y en los Juegos Olímpicos de Atenas, donde el olimpismo vuelve a su cuna, me acuerdo haber visto la ceremonia de inauguración y haber quedado maravillada. Además, tuvo la coincidencia de que llegaron las medallas olímpicas del Nico (Massú) y de Fernando (González). Me cambió la vida ver esa inauguración, después lloré con las medallas de oro, y pensaba qué fuerte lo que puede transmitir un deporte. Hasta el momento no he vuelto a sentir esa misma emoción con algo que no sea deporte, por lo mismo, mi mayor sueño es ganar una medalla olímpica.

A lo largo de tu carrera, siempre se te ha asociado a la batalla por los deportistas y a la lucha por una mayor igualdad. ¿Te tocó experimentar diferencias en tu deporte, que es más asociado a los hombres?

Era raro ser la única mujer en este deporte. Creo que responde a la poca paridad que había en la sociedad entre hombres y mujeres en los distintos ámbitos y el tiro era una disciplina más en la que se veía esa desigualdad. Recuerdo que cuando era más chica e iba a los clubes de tiro no había baños para mujeres y tenía que ocupar los de hombres. Eso reflejaba lo poco habituado al género femenino en el mundo del tiro. Por suerte, ya no pasa.

Viernes 2 Agosto de 2019 Lima, Peru Juegos Panamericanos Lima 2019 Foto:Mauricio Palma/ Coch

Y a la agrupación de Deportistas de Alto Rendimiento de Chile (DAR Chile), donde hoy eres la presidenta, ¿cómo te acercas?

Esto surge en 2011, con un grupo de deportistas que nos quejábamos siempre de lo que nos faltaba, en vez de aportar con ideas, con soluciones y dialogar con las autoridades. También creíamos que había una mala imagen del deportista de alto rendimiento, muy en el sentido de “pobrecito”, casi hay que financiarle con completadas y tallarinatas los viajes. Y no era así, obvio que los recursos podían ser más y mejor distribuidos, pero había en ese momento ayuda, un sistema que respondía y queríamos cambiar un poco esa visión.

¿Han visto avances?

Creo que hemos sido un aporte, que hemos ayudado a que los papás le digan que sí a su hijo si se quiere dedicar al deporte de alto rendimiento y que no lo rechacen porque vieron a un joven lamentándose en la tele por no tener con qué viajar. Además, hemos logrado mejorar la beca Proddar, el seguro de accidentes, generar canales de información entre los deportistas y las autoridades, tener representación en el directorio del Comité Olímpico con voz y voto, ser parte de la asamblea del Coch. Todo esto ha permitido que la voz de los atletas sea escuchada.

¿Cuál es el objetivo a conseguir?

Un muy buen deportista puede tener un año no muy bueno, pero eso no significa que no volverá a rendir de la misma manera y no por eso se debe terminar su carrera como deportista de alto rendimiento. Hay casos emblemáticos, como el de Serena Williams, que fue campeona olímpica en Londres 2012 y fue eliminada en primera ronda de Río 2016, y nadie puede negar la calidad de ella.

Yo también tuve unos JJ.OO. de Río muy malos y después mi ciclo olímpico ha sido muy bueno. Entonces, no es fácil, inciden muchos factores y me encantaría que hubiese una fórmula más exacta, pero son tantas las cosas que influyen, que al final eso hace que sea tan complejo.

Entonces lo que se busca es un mecanismo que ofrezca mayor protección al deportista…

Chile ya definió en su política nacional de actividad física que le interesa el deporte de alto rendimiento, que como país se decidió invertir en sus deportistas, entonces, hay que ver cómo esa inversión debe estar asociada a una estabilidad en la carrera del atleta y que no esté sujeta a un tipo de intervención en el que yo lo uso en su época activa y luego lo desecho, lo saco del sistema y lo cambio por otro. ¿Qué se hace ahí con ese ser humano? Esta es la pregunta que en Chile todavía no se sabe responder.

Otro tema importante de las últimas semanas fue la suspensión de los JJ.OO. de Tokio. ¿Cómo tomaste eso?

Cuando supe que se suspendían un año me dio mucho alivio. Uno de los grandes rumores era que se suspendieran indefinidamente, pero también me tenía angustiada la tenacidad del Comité Olímpico Internacional de hacer los Juegos sí o sí. Pero se entiende, nadie sabía cómo reaccionar ante una pandemia, esos palos de ciego los hemos dado todos, yo también caí en eso al irme a Italia en medio de la pandemia. No lo dimensionaba hasta que lo viví, afortunadamente no me toca liderar la autoridad sanitaria, pero esperemos que esas personas sí sepan lo que hacen, pero, por lo mismo, quizás el COI pensó en que se podía controlar la pandemia, considerando que en Asia ya había pasado la ola.

¿Te asustaba que se cancelaran definitivamente los JJ.OO.?

Me daba pena que, si se cancelaban, íbamos a privar a la sociedad de un mensaje olímpico que es súper necesario en estos tiempos, ya que es un mensaje de paz, de respeto, de superación, de resiliencia. Lo peor hubiese sido cancelar todo hasta 2024 y con eso sepultar el sueño olímpico de miles de atletas en el mundo.

¿Cómo ves el futuro de los JJ.OO.?

El mundo está cambiando más de lo que nos gustaría, estamos viviendo una época muy vertiginosa, de muchos cambios, de enfrentamientos, de tratar de igualar las injusticias que se han vivido, y para los JJ.OO. es un desafío también replantearse. El olimpismo nunca ha querido estar al margen de los cambios que tiene la sociedad y creo que puede ser un aporte en este cambio que estamos viviendo como sociedad.

¿Cómo ves el cambio que se experimenta por la pandemia del coronavirus?

Ojalá fuese sencillo para todos quedarse en la casa y pedir comida por corner shop. Pero ese es un privilegio que no todos tienen, esto no es solo una pandemia de salud, sino también social, hay muchas familias que viven con lo que generan en el día. Es súper complicado, yo no soy una experta.

¿Crees que la pandemia dejó en evidencia otros problemas?

En situaciones extremas como estas, donde quedarse en la casa es un privilegio, se acentúan aún más las diferencias que tenemos y que movilizaron a la gente en octubre, el hacinamiento, el poco acceso al agua potable de algunas localidades fuera de Santiago, hacen que sean aún más grandes las diferencias económicas y sociales.

¿Cómo se hace para mejorar esas diferencias?

Cada uno tiene que ser un aporte donde cree que puede serlo, yendo a marchas o haciendo aportes de manera individual o desde la parte más intelectual. Todos tienen alguna forma de decir, no creo que la única forma de protestar sea salir a marchar, hay múltiples formas de manifestarse, pero sí creo que el deporte es una herramienta para emparejar la cancha de la desigualdad que vivimos a nivel social, o como lo que está pasando en Estados Unidos con el asesinato de George Floyd, la igualdad de género, los derechos de la comunidad LGBT, en eso el deporte es un aporte, así como en ser una herramienta para la igualdad de acceso a todas las razas o etnias, género, etc.

Considerando tu voz crítica y las batallas que das por los deportistas, ¿cómo te ves a futuro?

Me gusta el tema de la gestión deportiva, trabajar para el deporte, no sé desde dónde, sé que no me gustaría ser entrenadora, porque no me es fácil enseñar, pero no quiero que mi experiencia o lo que yo he vivido se pierda o llevármelo para la casa sin compartirlo con el sistema, creo que tengo algo que devolver al deporte de Chile y trabajar para que si el día de mañana mi hijo me dice ‘quiero ser deportista’, que estén las condiciones estatales para que él lo pueda hacer. Es un sueño y una motivación muy grande en un futuro dedicarme a esto. MT

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