ANAC advierte que los autos nuevos subirían 20% de precio si no se retrasa la norma Euro 6c

Entidad gremial comunicó de graves problemas en stock de productos si sigue adelante el plan de empezar la nueva norma de emisiones en septiembre de 2024.




La batalla entre el Gobierno y las marcas de autos representadas en la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC) por el tema de la norma Euro 6c suma un nuevo capítulo.

Hace unos días, ANAC comunicó su preocupación por la fecha en que comenzaría a regir la nueva norma de emisiones Euro 6c en Chile.

Pese a que la normativa se anunció hace dos años que empezaría en 2024, lo que fue ratificado por el Ministerio de Energía en un documento publicado en el Diario Oficial, desde el ente gremial aseguran que no se han cumplido las exigencias y los acuerdos para poder darle luz verde a esa norma, por ende, su implementación debería retrasarse un año.

La pugna entre Gobierno y ANAC llevó a la entidad gremial a señalar que irían a la Organización Mundial de Comercio si es que se mantiene como fecha de entrada en vigencia el 30 de septiembre de 2024, sin embargo, eso no sería el único inconveniente que ven desde la agrupación que reúne a marcas e importadores.

Para ANAC, un tema relevante pasará por la disponibilidad de productos y cómo afectará a las PYMES la falta de stock producto de modelos que no cumplan con la norma Euro 6c.

Según la entidad, “de mantenerse este cambio en la norma, a partir de septiembre de 2024 no habrá disponibilidad de cerca del 100% de las camionetas ni vehículos comerciales nuevos disponibles hoy a la venta en el país. Además, se verá afectada la existencia de en torno al 80% del total de vehículos nuevos livianos y medianos, esto es, automóviles de pasajeros, SUV y station wagon”.

Por efecto de esa falta de stock, desde ANAC anticipan que “como efecto adicional, los precios de los vehículos nuevos podrían subir en al menos un 20% solo por concepto de la mayor complejidad tecnológica, motorización y poca disponibilidad de productos a nivel mundial, en una industria que sigue estando afectada y en que la normalización de las cadenas de suministro ha costado más que en otros mercados”.

Junto al tema de los precios más altos que deberán pagar los consumidores, ANAC comenta que “a eso hay que sumarle el mayor costo que implicará el hacerse cargo de las multas de eficiencia energética, que se incrementarán aún más por el cambio de norma. ANAC ha estimado que el monto promedio de multas rondaría los USD 120 millones anuales, adicionales al impuesto verde y al mayor valor del producto automotriz”.

Otra duda que se hacen en ANAC es quién asumirá los US$154 millones de inversión que se necesitan para contar con la infraestructura que se requiere para mejorar la calidad de los combustibles actuales, bajando su contenido máximo de azufre desde los actuales 15 ppm a sólo 10 ppm.

Diego Mendoza, secretario general de Anac

“Esta condición se estableció expresamente como elemento esencial y condicionante para mantener vigentes las garantías de los fabricantes respecto de los límites de emisiones y el estado de los componentes de los vehículos que se vendan en Chile. Ante semejante monto de inversión, como ANAC nos cuestionamos cuánto de ello se traspasará a los chilenos, a través de alzas en los valores de la bencina y diésel”, precisaron en el ente gremial.

Sobre el panorama que se avecina, Diego Mendoza, secretario general de ANAC, dijo que “un cambio así de irracional en este criterio y programa terminará perjudicando sustancialmente a los miles de emprendedores, pymes y empresarios que necesitan comprar o recambiar sus vehículos para desarrollar sus actividades, así como impactará duramente el bolsillo de todos aquellos que requieren los automóviles para transportarse a diario”.

El vocero de la asociación agrega que esta modificación podría tener graves secuelas internacionales al violentar el principio basal del Derecho Público de la Confianza Legítima, porque ha habido una seguidilla de actos públicos en los que el Gobierno reconocía que la calidad de combustible requerida para las motores Euro 6c estaría disponible desde octubre 2024 y no marzo y así se informó a los fabricantes. Así, un adelanto intempestivo de la norma constituye un engaño para el sector automotor, pero además nos expone, como país, a acciones punitivas internacionales subsecuentes.

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