De Android a iOS: Una experiencia satisfactoria e intuitiva

El sistema operativo de Apple, unido a la potencia de un equipo como el iPhone 13 Pro Max, entrega la mejor experiencia disponible en el mercado.


Mi última experiencia del día a día con un smartphone iOS involucró a un iPhone 4 a comienzos de la década pasada. Ese fue un dispositivo confiable que solo abandoné una vez que su rendimiento ya no estaba a la altura de mis requerimientos.

A partir de ahí, tras volcarme por completo al sistema Android, no tuve la oportunidad de utilizar nuevamente un iPhone.

Más aún, ni siquiera había podido acceder a un dispositivo para realizar un proceso de reseña, así que estaba completamente alejado de la plataforma iOS. Pero todo eso cambió a partir del último mes.

Cortesía de Apple, he estado sacándole el jugo al iPhone 13 Pro Max, la guinda de la torta de la actual oferta de la compañía en materia de smartphones.

Se trata de un equipo lanzado durante el último trimestre del año pasado y que, hoy por hoy, sigue siendo probablemente la mejor alternativa en el terreno de los teléfonos inteligentes disponibles en el mercado.

Lo anterior se debe a varios elementos que saltan a la luz desde los primeros días de uso y que son necesarios de recalcar inclusive hoy después de que las reseñas del equipo están disponibles en todos lados.

Por un lado, está toda la potencia inigualable del procesador A15 Bionic, que no suda con ningún tipo de tarea ni aplicación, y su notable proceso de optimización de batería, ya que en más de una ocasión me enfrenté a un escenario en el que la batería aún tenía la suficiente carga al final de cada día.

Pero a ese tipo de elementos también hay que sumar a la otra estrella: la sofisticación a la que ha llegado el sistema operativo iOS con el correr del tiempo.

Se trata de un sistema sólido, rápido y que inclusive logra brillar en un proceso de cambio como el que he estado experimentando.

Lo anterior no es menor, ya que como usuario arraigado de Android, no puedo sino valorar la limpieza de su propuesta, en contraste a aquellas capas de personalización que marcan a las propuestas de las compañías que meten mano al sistema operativo impulsado por Google.

En ese sentido, inevitablemente debo destacar que el propio proceso de cambio´de un equipo Android a uno iOS es completamente intuitivo, inclusive si decides instalar una a una las aplicaciones que quieres utilizar, en vez de hacer uso de la aplicación Pasar a iOS que permite trasladar los contactos, historial de mensajes, fotos, vídeos, cuentas de correo y aplicaciones.

En mi caso, preferí partir desde cero y las experiencia de configuración e instalación no me tomó muchos minutos. Este es un proceso súper simple.

La única barrera inicial a la que me enfrenté, debido a la imposibilidad de conectarse a Google Drive, fue el traspaso de los chats de WhatsApp, pero inclusive en ese ámbito existen populares alternativas para lograr no perder información, aunque de todas formas hay que pagar ese costo.

Superado el proceso de instalación, de inmediato comienzan a salir a la luz la serie de fortalezas que entrega la plataforma en la que corre un iPhone.

De partida, y creo que es lo más importante, está el hecho de que el sistema es mucho más seguro, no solo por la verificación que existe sobre las aplicaciones aceptadas en la tienda, sino que también porque permite bloquear el acceso que tienen las aplicaciones al rastreo de nuestra ubicación y la actividad en sitios web o en otras aplicaciones.

Ese punto crea una marcada diferencia en el ámbito de la privacidad y la seguridad en favor de iOS, lo que en estos tiempos no puedo sino valorarse y destacarse. Todos quieren nuestros datos y poner una barrera es muy simple utilizando a este sistema.

En ese ámbito, iOS también entrega varias opciones adicionales de privacidad, como la revisión de la actividad de cada aplicación, lo que se suma a la fluidez de la usabilidad de la plataforma, la amplia gama de aplicaciones básicas que entrega Apple y el simple sistema de consejos.

Esa última sección nos entrega información relevante para el uso de elementos como el apartado de Salud (con el recordatorio para generar un hábito en las horas de sueño) y las funciones esenciales, todas marcadas por accesos rápidos y posibilidades de uso que rápidamente se incluyen en nuestro día a día con el equipo. A través de esa aplicación, el salto a iOS se vuelve algo aún más simple para sacarle el jugo por completo a los dispositivos.

A ello sumen los consejos para aspectos tan espectaculares el ámbitos fotográfico. Sin entrar en el terreno de una reseña específica del equipo, basta elevar a la cámara de un iPhone 13 Pro Max como la mejor que me ha tocado utilizar, cortesía de los resultados obtenidos a través de sus mejoras por inteligencia artificial, las cuales son impulsadas por el procesador de este equipo.

También está la propia fácil navegación a través de la aplicación, la simpleza de sus ajustes y las bondades de un sistema de captura de video con un modo cinematográfico que, pese a no ser algo que ocupe en el día a día, es absolutamente llamativo en sus resultados.

Quizás lo más relevante de destacar en ese ámbito sea el hecho de que las fotografías, inclusive en pésimas condiciones de luz, entregan resultados vividos con notables colores y que no requieren mayores ajustes por parte del usuario, ya que el sistema está bastante automatizado para todos aquellos que no quieran ni sepan definir cada elemento de la captura.

Pero volviendo al tema de la experiencia con iOS, la usabilidad del sistema operativo, el hecho de que sea más fluido y veloz, reluce en el uso diario y es probablemente lo que ha gatillado mi completo vuelco a la plataforma, en desmedro de la idea de que necesitaría volver rápido a Android debido a mi propia costumbre o las posibilidades de personalización que existen en ese terreno.

Para ir cerrando, obviamente en el caso particular del dispositivo empleado en el traspaso, todo depende del bolsillo del consumidor. Mal que mal, un equipo como un iPhone 13 Pro Max se encuentra entre las alternativas más costosas, pero aún así es necesario recalcar que el iOS es una plataforma sólida que entrega una experiencia tan afable que es imposible de no destacarla.

Claro que Apple ya lanzó en Chile a su Iphone SE, un equipo con tecnología 5G que está cargado con el procesador A15 Bionic, las mismas funcionalidades del sistema operativo ajustadas para su experiencia de pantalla más compacta y que apunta a hacerse de un espacio en el competitivo mercado de la gama media. Pero ya habrá tiempo para hablar en específico de esa apuesta.

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