A fondo con Disfrazados, la novela de Francisco Ortega sobre la falsa historia superheroica de Chile

En entrevista con Mouse, el escritor abordó la propuesta de este ensayo de historia alternativa que originalmente fue publicado en 1997 y recalcó la importancia de un género que define como "la mitología más importante del siglo 20".


1938 fue el año más importante del siglo veinte. En las grandes ciudades aparecieron mujeres y hombres con antifaces y capas de colores que luchaban por la verdad y la justicia. Y Santiago de Chile no fue la excepción".

Con esa frase inicialmente es presentada por Aurea Ediciones la propuesta de Disfrazados: La Historia Enmascarada de chile, la nueva edición de un falso ensayo de historia alternativa que el escritor Francisco Ortega originalmente publicó en 1997, como parte de los talleres literarios de José Donoso en la Dibam, y que ahora nuevamente ve la luz en una novela de 146 páginas.

Se trata de una ucronía superheroica que, a través de la historia de personajes como “El Sereno” o “Miss Chile”, recorre la historia de un país ni tan imaginario durante el siglo 20.

En esa línea, y en conversación con Mouse, Ortega profundizó en las influencias de esta historia, la importancia de la mitología de los superhéroes e inclusive las oportunidades que entrega una ucronía para hablar de “lo real, sin tocar lo real”.

El Sereno, El Llorón, Cacique Blanco y Ordenipatria

═ ¿Por qué recuperar en el 2020 a una historia que surgió en un taller literario?

Buena pregunta. Yo no quería, fijate. De hecho a la novela yo siempre la vi como un ejercicio de taller. Cuando se acercó Aurea Ediciones y me dijo: ‘Oye, ¿tienes algo que podamos publicar?'... ahí vi qué material tenía y me encontré con Disfrazados. Lo tenía en una carpeta de material antiguo, lo releí y me di cuenta que igual funcionaba. De partida es una historia que está ambientada entre 1938 y 1994, pero funciona porque en el fondo está hablando de Chile.

La novela está escrita como si fuese un falso ensayo histórico, no como una novela con personajes, aunque los tenga. Es como si estuvieses leyendo un libro de historia sobre el siglo 20 chileno, pero con superhéroes. Así que se lo propuse a los cabros de Aurea y les dije: Lo que tengo es esto, es un libro que es originalmente de 1997 y tuvo un tiraje muy corto de 200 ejemplares. Se las mandé y me dijeron: sí, funciona, es súper actual y ayuda decir que es una novela que se publicó 10 años antes de la moda Marvel. Igual es como mula, pero está bien poh.

═ Pero igual fue antes de la moda Marvel. En ese tiempo... ¿Qué estaba en el cine? Batman y Superman como siempre

Batman y Superman, solo eso. Creo que existía la serie animada de los X-Men y de Spider-Man.

═ Sí y el Batman animado, pero en la presentación explicas que la idea surgió por el impacto que te causó leer Watchmen por primera vez. ¿Qué significa ese cómic para ti?

Yo llegué a Santiago el ’94 y esta novela, aunque se publicó el ’97, se escribió el ’95. Debo haber estado en segundo año de periodismo y fui a la casa de un un amigo, que tenía libros en inglés, y su hermano tenía el cómic. El se la pidió, me la prestó y hasta ese momento nunca había leído un cómic así.

Había leído el Dark Knight Returns, que lo había comprado como un año antes, y Año Uno, pero Watchmen fue como.... ¡Oh, esto no es un cómic! Es una novela de ciencia ficción. Se parecía más a los libros de Phillip K. Dick que estaba leyendo en esa época. Y claro, uno lee Watchmen y te quedas en la cabeza con la idea de que: oh, los superhéroes serían así si existieran.

Así que empecé a darle vuelta a la idea de cómo hubiesen sido los superhéroes en Chile. Y lo primero que hice fue una versión que era mucho más cercana a Watchmen, era la misma historia, pero con los personajes de cómics chilenos. Empezaba la muerte del Comediante, pero era la muerte de Condorito. Entonces Mampato y Coné se juntaban y comenzaban a cachar quién estaba matando a estas celebridades.

Finalmente no escribí más de un capítulo y después volví a la idea original de cómo serían los superhéroes chilenos y los comencé a inventar. Ahí se me ocurrió que el primero era “El Sereno”, que es como lo que había antes de los pacos y era como Linterna Verde. Ahí fui armando una suerte de tradición superheroica chilena, que son disfrazados, gente que son vigilantes urbanos que no tienen superpoderes, excepto uno que no es activo. En el fondo nunca quiere participar, es un homenaje al Doctor Manhattan, pero uno que nunca fue.

═ La novela se llama Disfrazados y los superhéroes están en el corazón de todo, ¿Pero que son para ti los superhéroes?

Son la mitología más importante del siglo 20. Una mitología de la cultura pop. Así como los héroes, los campeones, los semi-dioses, surgieron de la mitología de la oralidad de los pueblos antiguos, yo creo que los cómics tienen una responsabilidad que no es menor. Hoy es moda, pero creo que a futuro se va a seguir discutiendo que los cómics y la cultura popular, el cine, la televisión, es la creadora de los mitos contemporáneos.

En ese sentido, los superhéroes corresponden al equivalente de los campeones de la antigüedad, pero producidos por la cultura popular norteamericana. Piensa que los grandes héroes de la antigüedad, como Hercules o Sigfrido, todos obedecen a hombres muy dotados que aparecen para salvar a sus pueblos en tiempos de crisis y yo encuentro súper decidor que el primer superhéroe, canónico, que es Superman, aparezca como reacción a la crisis del ’38. Es como: vinieron a salvar a la Norteamérica caída. Claro, es un fenómeno estadounidense, pero finalmente se convierte en un fenómeno súper universal del cual uno no se puede hacer el gil.

Claro, puedes decir: los superhéroes no me importan... Bueno, no te importan a ti, pero están ahí. Han existido por 80 años e inclusive llegaron a la Unión Soviética en la Guerra Fría. Es un fenómeno cultural súper potente y, a pesar de que básicamente es norteamericano, es fácil trasladarlo a otras culturas occidentales.

═ En septiembre salió un tweet que decía: “Basta de superhéroes o como quiera que se llamen esas cosas con gente que vuela disfrazada" ¿Crees que es solo eso un superhéroe?

Ese es prejuicio nomás. También tiene que ver con gustos, este género no tiene que gustarle a todos. Entiendo que haya gente que esté cansada de la exposición del superhéroe, sobre todo por la moda Marvel, porque incluso uno que es freak y le gusta la huevada, te cansa ¿Cachai?

Piensa en una película como Infinity War o como Endgame, si se hubiese estrenado en 2010, hubiese sido: ¡Oh, la cagá increíble! ¡La mejor película del mundo! Pero se estrenó después de 10 años de sobrecarga Marvel y la película fue como: Um, eh, sí, está bien, pero tampoco va a cambiar al mundo. Y claro, imagino que en los años 50 también había gente que estaba chata de los westerns. Y así como tenías películas malas de western también tenías a Sam Peckinpah. Y uno tiene a Logan y a The Dark Knight que son películas que van más allá del género...

Pero finalmente Twitter existe para que la gente reclame para lo que se le antoja... y si no te gusta, no te gusta nomás. Pero tampoco puedes hacerte el ciego de que se trata de una mitología popular súper importante, tan importante como es la música pop, el rock, el cine. Hoy Superman, y no es porque sea mi favorito, es un icono tan importante como Los Beatles. Están a la par. No puede vivir en un mundo en donde no existan Los Beatles o no exista Superman.

Husar de la muerte, Palomita Blanca, Miss Chile y Maximo Metropolis

═ Mencionaste que comenzaste con esta idea de Condorito, pero también está lo de 1938 por la primera aparición de Suprman. También hay personajes como “La Liga de la Libertad” y eso obviamente nos convoca a la tradición de DC Comics, que es donde después se sustentaron todos los superhéroes. ¿Cómo trabajaste esas bases DC en esta historia?

Bueno, yo soy mucho más fan de DC que de Marvel, a pesar de que me gustan mucho los X-Men o los Cuatro Fantásticos, que no le gustan a nadie... no, mentira. Le gustan a más gente... Pero en rigor lo que hice fue estructurarlo en el canon que impuso DC: edad de oro, edad de plata, edad de bronce, edad oscura.

En ese sentido, el fan del cómic en general, o el que lea libros de superhéroes, se va a dar cuenta que la edad de oro de Disfrazados, que son los años 30 y 40, son básicamente citas a personajes DC. Aunque si está “El Llorón”, que es como Batman, igual está Ordenipatria que es como el Capitán América de la época de Timely.

Después en los 60, que es la edad de plata, los primeros que aparecen son bajo el amparo del Mundial de Fútbol del 62, que es la “Selección Nacional: Una mujer y tres hombres. Ahí están Los Cuatro Fantásticos y empiezan las citas a Marvel. Pero obviamente está mucho más presente DC, porque yo soy más lector de DC que de Marvel y, a pesar de que hay historias Marvel que me gustan mucho, creo que le tengo más respeto a DC. Creo que es más grande, digan lo que digan, DC siempre va a ser más grande que Marvel.

═ ja, ja, ja. ¡Yo estoy de acuerdo!

Si poh, ¡es verdad! Piensa en la película Batman v. Superman, que es una película amada y odiada. ¿Hace cuánto tiempo se estrenó? ¿Cinco años? ¡Y todavía estamos discutiendo de una película! Es una película que importa, las películas de Marvel, incluso las mejoras, no importan tanto.

Por muy bien que les haya ido, y a mi me gusta mucho Iron Man o Soldado de Invierno, no ameritan discusión y volver a ellas. Piensa que Dark Knight Rises, que es la más debilucha de Nolan, es una película que uno se termina repitiéndose más veces que la mejor de Marvel.

═ Volviendo a esta idea de los personajes chilenos, ¿Cómo es el proceso de darle identidad nacional a un concepto estadounidense como los superhéroes?

Me basé en la historia chilena del siglo 20, hice un ejercicio que era como ese dicho que había en el Chile de los años cuarenta o cincuenta: Masón, bombero y radical. Acá era: Superhéroe, bombero y radical. Así que, en ese sentido, comencé a analizar a todos los movimientos del siglo.

Fue una pega que me tomó como un año, un poco más. Así que comencé a ver cómo los movimientos políticos se podrían reflejar en los superhéroes. ¿Cómo hubiesen sido los superhéroes en la UP? Ahí lo que hice fue rescatar a todo el imaginario comiquero de la UP. Por ejemplo, Espía 13, este escuadrón de pilotos que publicaba la editorial Quimantú, acá efectivamente son como los Blackhawks chilenos que, spoiler, traicionan a Allende y bombardean La Moneda.

═ ¿Y qué te atrae de las ucronías? Escribiste esta historia en plena época de la Transición después de la dictadura

La ucronía te permite hablar del presente, de lo real sin tocar lo real. Es la típica pregunta: ¿Que habría pasado si las cosas salen de otra manera? Acá en rigor las cosas no salen de otra manera, pero hay una historia alternativa en la cual hay una traición de superhéroes chilenos que acompañaron a los diversos gobiernos de Chilem desde 1938 hasta la dictadura de Pinochet y vemos cómo estos personajes de alguna manera fueron tomados por los distintos gobiernos y convertidos en instrumentos ideológicos. De hecho lo más importante del libro es lo que pasa en dictadura, cuando se crea la liga Junta y Justicia, una Justice League como The Authority.

═ ¿Qué hay del Chile del Disfrazados escrito en 1995 en nuestro Chile del 2020?

Hay una frase final, que ahora yo no me fije, pero el editor se dio cuenta, que lo dice un personaje muy importante del libro y que narra desde su presente cuando ya no hay superhéroes. Él siente que hay un espíritu, sobre todo en Santiago, de disfrazarse y que lo ve en algunas esquinas con grafittis que dicen: Disfraz en Santiago.

Ahí dice: te aseguro, más temprano que tarde, se van a abrir las Grandes Alamedas y los chilenos nos vamos a volver a poner máscaras para imponer un ideal de justicia. Y de alguna manera, lo que ocurrió el año pasado es eso. La gente se puso máscaras para salir a la calle.

Disfrazados - La Historia Enmascarada de Chile ya está a la venta en la página web de Aurea Ediciones.

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