Daniel Arancibia

Este investigador en el área de transporte y participación ciudadana coordina el proyecto L1C, una propuesta para una ciclovía de 17 km siguiendo el trazado de la Línea 1 de Metro, apoyada por decenas de expertos en el ámbito del trasporte y urbanismo.




1. ¿Cómo llegas a la movilidad?

Originalmente mi formación profesional es ecología y biología evolutiva. Interesado en temas relativos a la salud de los distintos organismos, se volvió muy obvio para mí que el diseño de las ciudades y los espacios que habitamos son extraordinariamente importantes para asegurar el buen desarrollo y bienestar de los animales que somos.

2. ¿Por qué no se había hecho algo como L1C antes?

Hay diferentes razones históricas, políticas y técnicas. Creo que a través de los años muchos han tenido la ilusión de agregar ciclovías al eje, pero siempre lo han visto como parte de una remodelación integral. En la práctica eso ha significado que algo tan sencillo como ceder parte del espacio que tiene esta avenida para el uso de ciclos no se ha concretado. Considerando que hoy las personas requieren más opciones de movilidad que nunca, que desde el estallido social, y más en el contexto de pandemia, la bicicleta se ha convertido en un medio tremendamente eficiente para miles de usuarios, urge la construcción de una ciclovía en el eje. Por supuesto debe tener ciertos estándares, pero hay que hacerla ya y no pensando que se queda así para siempre, sino que se puede mejorar y adaptar a futuras remodelaciones del eje.

3. Es lo que se ha hecho en muchas otras ciudades.

En muchas partes del mundo esta ha sido una oportunidad grandiosa para la construcción de ciclovías. En París las ciclovías de emergencia que se construyeron están quedando chicas. Igualmente en Toronto, donde hice mi magíster en ciencias de la planificación y trabajé muchos años como investigador en temas relacionados a la movilidad, muchos proyectos de ciclovías que estaban en carpeta fueron acelerados e implementados, saltándose los estudios previos y puestos a prueba como proyectos pilotos. De esta forma pasas de decir ‘vamos a estudiar si vale la pena construirla’ a construirla y estudiar si vale la pena mantenerla. La ciclovía en Presidente Riesco sigue una lógica parecida y en Santiago la municipalidad con la ONG Map8 han hecho un trabajo maravilloso generando ciclosendas de emergencia en algunos barrios.

4. ¿Quiénes están detrás del proyecto?

Es impulsado por la comunidad académica de la ingeniería, el transporte y la movilidad en Chile. Estoy actuando como coordinador, pero son muchas más las personas involucradas, ¡fuimos 37 las que iniciamos este proceso! El consenso entre los expertos es que una ciclovía en el eje no solo ayudaría a quienes se mueven en bicicleta, sino que es un uso eficiente del espacio, porque puede mover más personas por hora en cada dirección que una pista de autos. Además representa una forma de accesibilidad para todos los comerciantes a lo largo del eje. Es económica, no tiene grandes riesgos de contagios de enfermedades y está disponible para personas de todas edades. Hablamos de ciclos, no solo bicicletas, también patines, monopatines, scooters, bicicletas eléctricas, etc.

5. ¿En qué etapa se encuentra?

Está en diferentes etapas en diferentes comunas. Estamos en contacto con los equipos técnicos de cada una. Estamos felices con la recepción que ha tenido el proyecto y mantenemos la esperanza de que aquí a fin de año pueda haber una linda sorpresa. @L1C_cl

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