Vivir sin mausoleos narco: el lento retorno a la calma

El mausoleo ubicado en la comuna de San Ramón rinde homenaje a Geovanni Oróstegui.

Seis son los memoriales que hasta ahora han sido removidos en distintas comunas de la capital con miras a demostrar la presencia del Estado. En su lugar se han instalado juegos para niños y, de acuerdo con la visión de vecinos y autoridades, el resultado ha sido exitoso. Eso sí, el temor a nuevas amenazas persiste.


“Nunca te olvidaremos a ti, Dieguito Marchant. Tira la bendi a tu familia y la libertad”, dice la canción que en agosto de 2021 lanzó el artista urbano Villano 13 en homenaje a Diego Marchant, hijo del líder del clan familiar vinculado al tráfico de drogas en el país. El joven, que murió tras recibir un disparo por la espalda en 2020, se transformó en un símbolo en el hampa: no sólo es el protagonista del mencionado single Una Ficha Pal Cielo x Diego Marchan X100 Pre, sino que en su honor, su familia también levantó -en medio de la plaza pública Salvador Allende, de Lo Espejo- un mausoleo para que nadie lo olvidara.

Casi dos años y medio duró la estructura que se instaló sin el permiso de nadie, obstruyendo el juego de los niños que llegaban al lugar, como denunciaron autoridades y vecinos: en vez de tener un espacio para la recreación de la comunidad, sólo había encuentros de adultos y jóvenes que generaban desórdenes. Entre ellos, de acuerdo con lo relatado por quienes viven en el sector, el lanzamiento de fuegos artificiales, fiestas, consumo de alcohol y disparos al aire para ahuyentar a bandas rivales.

Sin embargo, a días de que se cumplan dos meses de la demolición del denominado “castillo narco”, el escenario es otro. Esto, porque, además, el 3 de julio la municipalidad inauguró nuevos juegos y, con ello, el panorama cambió.

Antes, como comenta una vecina que pidió mantener su nombre en reserva por seguridad, no se podía transitar por ahí, porque de un día para otro cercaron el lugar y comenzaron a construir: “No dejaban que nadie se acercara y tenían todo monitoreado con cámara, pero ahora uno ve que los niños pueden jugar hasta tarde. Ya no se escuchan tantos fuegos artificiales y el espacio lo podemos aprovechar”.

El antes y el después de la plaza Salvador Allende de Lo Espejo.

La intervención fue la primera del plan anunciado por el Presidente Gabriel Boric en medio de su segunda cuenta pública y, a la fecha, ya se han realizado otras cinco: en Quilicura, Lo Prado, Maipú, Renca y San Ramón.

“Este programa está enmarcado en nuestro plan de recuperación de espacios públicos, buscando enfrentar directamente la narcocultura. Y a dos meses, creo que como gobierno hemos podido demostrar con hechos concretos que nuestra lucha es en serio (...). Esto ha ayudado a que lugares que antes eran foco de incivilidades, hoy sean espacio para juegos y recreación”, comentó a modo de balance la delegada Constanza Martínez.

En los mismos términos, Javiera Reyes (PC), alcaldesa de Lo Espejo, acotó: “Esto, a todas luces, ha sido positivo. Pasar por Plaza Salvador Allende y ver que está lleno de niños habla por sí mismo de lo exitoso y necesario que era hacer esta intervención”.

Para demostrar otros efectos positivos, el alcalde de Renca, Claudio Castro (IND), mencionó que luego de la eliminación de la animita que tenían en la población Huamachuco 3, registraron que, por cuenta propia, otras bandas comenzaron a retirar los memoriales que tenían instalados.

“Esta es una intervención que para nosotros era imposible hacer sin la intervención del Ministerio del Interior. Nosotros veníamos desarrollando una intervención para instalar más iluminación, una multicancha, pero que no tocaba la esquina donde estaba esta animita (...) Entonces a una semana de haberla removido, creemos que hemos tenido buenos resultados y vemos que otras estructuras están siendo retiradas”, afirmó Castro.

El memorial en honor a Cristóbal Ramos y su abuelo, se ubicaba en la calle Fresia con pasaje Los Cuncos, en la población Huamachuco 3, Renca.
Así luce hoy la zona donde se encontraba el memorial a Ramos, pues la municipalidad continúa con las labores para instalar espacios de recreación, juegos y una multicancha.

Los temores

Pese a que los diferentes actores involucrados aseguran tener una valoración positiva de los trabajos realizados, los vecinos de las zonas intervenidas aún manifiestan temores, por lo que recalcan que debe existir un monitoreo constante de estos lugares, para así evitar que quienes defienden estos mausoleos lleguen a amedrentarlos.

Es el caso, por ejemplo, de quienes viven cerca del memorial que recordaba a Alexis Peña en Lo Prado, en Los Copihues con Lago Calafquén, y que fue removido el 5 de julio. Ese día, los equipos que llegaron a realizar las labores recibieron piedrazos y los vecinos fuertes amenazas, por lo que aún evitan celebrar.

Aunque ahora ya no hay música a todo volumen y no se topan a toda hora con grupos que prácticamente tenían tomada la vereda, según dijo un vecino que vive en la misma calle, la comunidad aún siente temor: “Señoras de la junta de vecinos han sido amenazadas, porque les dicen que fueron ellas las que sapearon, entonces varios creen que pueden volver a tirar piedras o pegarle a la gente”.

En atención a ello es que el alcalde Maximiliano Ríos (PPD) sostuvo que “aunque es muy importante marcar una pauta en este sentido, porque es una señal potente de que el Estado está presente, nosotros echamos de menos que se haya dado seguimiento, porque una vez que se retiraron, los vecinos quedaron un poco a su suerte”.

Vivir sin mausoleos narco: el lento retorno a la calma

En ese sentido, Ríos le planteó al subsecretario Manuel Monsalve, según dijo, que debía aumentarse la vigilancia policial. Pero aunque en la administración central coinciden en que se deben aumentar monitoreos en algunas zonas, también hacen presente que la demora que ha tenido el proyecto prometido por el municipio para el lugar intervenido también estaría afectando en la continuidad de ciertas incivilidades.

Dormir tranquilos

Aunque ciertos temores se replican en las diferentes comunas, quienes habitan en las calles aledañas a los mausoleos narco que han sido derribados reconocen que la calma ha vuelto de forma paulatina. Es el caso de una madre de dos niños que vive junto a la plaza de Quilicura, donde estaba ubicado el “Mausoleo de los 9″, y quien, pidiendo no ser individualizada, contó que ahora pueden dormir más tranquilos, sobre todo los fines de semana.

Esto, porque hasta antes de que la estructura fuera eliminada debían aguantar casi todos los viernes y sábados música hasta altas horas de la madrugada, gritos, y personas en estado de ebriedad.

Así lucía el memorial narco en Quilicura.

Generalmente, como relató, no evidenciaba peleas, pero sí desordenes que le impedían salir con sus niños a jugar. Ahora, en cambio, aprovechan las instalaciones y, aunque aún no se remueven todos los escombros, tienen mayor libertad.

A diferencia de lo que ocurría antes, según dijo esta vecina, ahora sólo ve que generalmente una vez por semana la esposa de Vladimir Osorio Abarca, a quien honraba el memorial, y sus primas, van a prender una vela roja.

Respecto de incidentes reportados, desde la Delegación Metropolitana informaron que, de acuerdo con datos proporcionados por Carabineros, “no han existido denuncias ni incivilidades posteriores a las intervenciones realizadas” en las comunas de la capital.

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