Mauricio Alarcón, analista: “El nivel de penetración de la narcopolítica en Ecuador es brutal”

Amigos, familiares y simpatizantes del asesinado candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio asisten a un homenaje post mortem en el Centro de Exposiciones de Quito, el 11 de agosto de 2023. Foto: Reuters

El director ejecutivo de Fundación Ciudadanía y Desarrollo y contacto nacional de Transparencia Internacional de Ecuador espera que el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio sea “la gota que derramó el vaso respecto de demandar ya acciones concretas en beneficio de la seguridad que el país necesita”.


El asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio ha remecido a la sociedad ecuatoriana. Su muerte fue un impactante ejemplo del aumento de la violencia y el crimen en el país sudamericano y llevó a algunos votantes a reflexionar si acudirán a las urnas el 20 de agosto, lo que ha hecho que las ya inestables elecciones sean aún más difíciles de pronosticar.

Para el abogado Mauricio Alarcón Salvador, director ejecutivo de Fundación Ciudadanía y Desarrollo y contacto nacional de Transparencia Internacional en Ecuador, el asesinato de Villavicencio “no es un incidente aislado” y habla de la “penetración brutal” de fenómenos como el narco, el crimen organizado y la narcopolítica en el país. “Estamos tocando fondo”, señala en la siguiente entrevista con La Tercera.

Si bien Villavicencio había alertado de amenazas en su contra, ¿su asesinato era algo esperable en el escenario actual de violencia que hay en Ecuador?

Partamos del hecho de que no es este un incidente aislado. Hace dos semanas asesinaron al alcalde de Manta, hace tres semanas asesinaron a un candidato a la Asamblea Nacional en Esmeraldas en la frontera norte, en circunstancias muy parecidas. No es siquiera la primera vez en procesos electorales que se vive este tipo de violencia y este tipo de atentados. No obstante, sí es la primera vez en que un candidato a la presidencia, con un análisis de riesgo de más del 95%, con medidas de protección en teoría otorgadas por el Estado para su campaña electoral, sufre un atentado mortal. Yo esperaría que sea la gota que derramó el vaso respecto de demandar ya acciones concretas en beneficio de la seguridad que el país necesita.

Amigos, familiares y simpatizantes de Fernando Villavicencio le rinden homenaje en el Centro de Exposiciones de Quito, luego de que el candidato presidencial ecuatoriano fuera asesinado durante un evento de campaña. Foto: Reuters

Considerando que el narcotráfico está tan enraizado ahora en Ecuador, ¿usted cree que las autoridades y el Estado poseen las armas para enfrentar este flagelo?

No, de ninguna forma. El Estado en primer lugar tiene limitaciones de recursos humanos, materiales, estratégicos, pero si además está de la mano de un nivel de ineptitud y de inoperancia por parte del gobernante y de su equipo, el resultado es nefasto. Probablemente si alguien además de tener voluntad tuviera un ápice de capacidad en encontrarle una solución al problema podría aprovechar los limitados recursos disponibles de hacer algo, pero el problema radica cuando tenemos un gobierno que cree que con decretar estados de excepción -creo que este cumple los 30 o 32 estados de excepción en los dos años- se soluciona todo. Incluso el gobierno nacional dictó estado de excepción después del asesinato del alcalde de Manta hace dos semanas y el miércoles mataron a Villavicencio. Entonces ese tipo de acciones terminan convirtiéndose en un papel sin objeto, en un saludo a la bandera.

El expresidente Rafael Correa, a propósito del asesinato de Villavicencio, dijo que “Ecuador se ha convertido en un Estado fallido”. ¿Usted es tan pesimista?

Yo creo que estamos tocando fondo y el ser un Estado fallido no solo tiene relación con la presencia del crimen organizado o el enraizamiento de la narcopolítica en Ecuador, sino con la debilidad institucional y la falla estructural del Estado. Si esto pasa y sigue pasando es porque reina un clima de impunidad absoluta, porque las leyes sólo se aplican a discreción y por voluntad de una persona. No hay un Estado de derecho, no hay una democracia plena y, en ese sentido, no creo que es ser pesimista, creo que es ser realista, creo que es saber en qué terreno pisamos, en qué condiciones estamos jugando como país para incluso encontrarle una salida. Probablemente no estamos en el extremo de una ausencia total del Estado y un desorden y un caos como el de Haití, pero qué le diferencia en este momento a Ecuador de los países centroamericanos que ya han vivido situaciones similares.

El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, se dirige a sus seguidores durante una convención de su partido Alianza País en Esmeraldas, el 3 de diciembre de 2017. Foto: Reuters

A raíz del asesinato de Villavicencio, se recordaban las investigaciones que él había hecho como periodista y asambleísta, en especial contra el régimen de Correa. ¿Considera que ahí puede estar el embrión del fenómeno de corrupción que afecta a Ecuador?

Fernando Villavicencio venía investigando y denunciando corrupción hace más de 20 años, entonces no es un tema única y exclusivamente anclado o vinculado al correísmo. No obstante, la mayor cantidad de denuncias sí estaban relacionadas con ese período, entre 2007 y 2017. Pero Villavicencio tocó varias fibras sensibles, no sólo las del correísmo, tocó fibras sensibles del sector privado, de los temas y de los tenedores vinculados a la deuda externa, tocó fibras sensibles vinculadas al sector de los recursos estratégicos, a las contrataciones y a la deuda pública con China. Es decir, se han abierto muchos frentes producto de esa naturalización bruta de la corrupción en un país como Ecuador.

Un soldado inspecciona a un conductor en un control de carretera en Guayaquil, luego que se declarara el estado de emergencia por el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio. Foto: AP

¿Cómo definiría el actual nivel de corrupción en Ecuador?

En Ecuador hay un nivel de corrupción altísimo, te lo digo como Transparencia Internacional en Ecuador. Nosotros lanzamos hace muy poco el barómetro de la corrupción que deja en evidencia la normalización de esta cuestión en todos los sectores, su penetración en sectores que incluso ni siquiera estaban en el radar. Y eso afecta seriamente al funcionamiento de una sociedad, de una democracia, porque desequilibra las relaciones de poder.

¿Cuál es el vínculo que existe entre la corrupción y el narco en este momento de Ecuador?

Hay una evolución brutal del tema, porque hace unos años uno hablaba de la narcopolítica, el narco y el crimen organizado como presentes para extorsionar, para chantajear, para comprar autoridades, instituciones, pero hoy se las han tomado por completo, o sea, no hay que dejar de lado que ya personas vinculadas directamente al crimen organizado terminan siendo candidatos, terminan siendo electos, lo vimos en las elecciones seccionales de 2023, entonces el nivel de penetración en este momento es brutal.

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