Iván Moreira: “En la UDI fuimos tozudos con respecto a la Constitución del 80”

4 DE MAYO DEL 2022 RETRATO AL SENADOR IVAN MOREIRA.

Votará Rechazo, pero aún así el senador gremialista -uno de los más cercanos al régimen militar- reconoce que se debe cambiar la Carta Magna. Pasaron más de 40 años, dice el parlamentario, no sin dejar de valorar los beneficios que, a su juicio, dejó la actual Constitución.


Una foto del exgeneral Augusto Pinochet resalta en la oficina del senador Iván Moreira (UDI). La imagen está modificada y luce la cara del parlamentario gremialista reconocido por su cercanía al régimen militar.

Para nadie es un misterio que Moreira también es uno de los mayores defensores de la Constitución que se instauró en 1980. Hoy reafirma que votará Rechazo en el plebiscito de salida del 4 de septiembre, pero también se cuenta entre los convencidos de que es necesario cambiar la Carta Magna que su sector ha respaldado.

La UDI hoy dice que tiene disposición para cambiar la Constitución. ¿Cómo ve que su partido le ponga la sepultura?

La UDI siempre va a valorar los avances que impulsó la Constitución del 80 o, más bien, la Constitución de Ricardo Lagos. Pero nosotros tenemos que escuchar a ese 78% que dijo que sí a la redacción de una nueva Constitución. Eso no significa renunciar a una Constitución que le dio estabilidad al país. Pero tenemos que comenzar a pensar cómo redactar una nueva Constitución que sí sea la casa común. Entendiendo que los tiempos son distintos, se requiere una nueva Constitución. Hay que escuchar a ese Apruebo, y lo está diciendo alguien que siempre ha defendido al gobierno militar.

¿Usted votaría Rechazo?

Si me tocara votar el domingo, yo voto Rechazo. Ojalá hubiese cambios radicales en la nueva Constitución que están trabajando los convencionales para poder votar a favor. Eso lo veo difícil. Pero mi voto viene con un compromiso de una nueva Constitución.

En el plebiscito de entrada usted dijo estar “muy adolorido” por la derrota del Rechazo.

Nosotros tuvimos la oportunidad de no llegar a una Convención radical. Tuvimos la oportunidad de no llegar a lo que estamos hoy día: una Convención Constituyente con una izquierda radicalizada, refundancional. Pudimos haber evitado este escenario, pero no lo hicimos porque fuimos tozudos con respecto a la Constitución del 80. Esa Constitución le dio estabilidad al país, pero ya han pasado 40 años, la ciudadanía se pronunció y tenemos que escucharla.

Es simbólico que la UDI le dé la espalda a la Constitución de su referente, Jaime Guzmán.

Después de 40 años, las constituciones tienen que modernizarse, tienen que producirse cambios. No supimos aprovechar de hacer esos cambios en el Congreso, en el gobierno de Michelle Bachelet, porque fuimos tozudos.

Habrá en la UDI algunos que querrán mantener la Constitución.

Siempre puede haber costos. Hoy hay una crisis partidaria, de todos los sectores políticos. Nosotros nos hacemos nuestra autocrítica y la UDI está en camino de producir una serie de cambios importantes para ser un partido moderno. Eso no significa renunciar a los principios que siempre hemos defendido. Nosotros sí que abrimos nuestras puertas a entender esta nueva sociedad. Si tenemos que pagar un costo para que se rechace la Constitución que pretende llegar al borrador, vale la pena asumir ese precio por la libertad de Chile .

¿Qué plan B prefiere?

Lo que me hace más sentido, por un tema de credibilidad, es un Rechazo con una nueva Convención Constituyente. Pero no con las reglas del juego especiales que permitieron que algunos independientes y grupos colectivos radicalizados se aprovecharan de esa ventaja que se les dio para estar presentes en la Convención Constituyente. No puede ser que un partido político sea menos que un grupo de independientes.

¿Eso no aumenta la incertidumbre para el país?

Tenemos que definir antes del 4 de septiembre, la fecha del plebiscito de salida, una alternativa. Tiene que haber un acuerdo en los sectores democráticos de otra opción. La Convención Constituyente y el gobierno debieran darse cuenta de que frente a una evidente posibilidad de que ganase el Rechazo debe haber una alternativa. Porque este Rechazo no es a secas, viene acompañado con el compromiso de una nueva Constitución.

Otros plantean que el Parlamento haga las reformas.

Este Congreso fue elegido democráticamente después de la Convención y con muchos más votos. Es totalmente legítimo.

¿La UDI debiera apurar su postura oficial del Rechazo?

Es obvio que los partidos de centroderecha están en contra de lo que hay hasta ahora. Eso no es ni necesario, es de puro sentido común. Se está presentando una nueva Constitución que va en contra de la propia libertad que nosotros planteamos.

Pero en Republicanos ya hay algunos, como Johannes Kaiser, que hacen campaña por el Rechazo.

Para mí es importante que Republicanos entienda que ellos están en su derecho de promover el Rechazo, pero lo que decimos es que no es conveniente que esa opción esté amarrada a un partido político. El Rechazo le debe pertenecer a la derecha, centro, a la izquierda democrática, a los amarillos. Tratamos de influir en algunos republicanos para que no se dejen llevar por la ansiedad de protagonismo por el Rechazo, porque eso termina haciéndole un favor al Apruebo.

Se habla de que los partidos se queden en la segunda línea.

Nuestro rol no debe apropiarse de la campaña. El Rechazo no puede ser sólo político, debe ser ciudadano, del sentido común. Los partidos no pueden seguir interviniendo. Por eso, la UDI cedió su espacio televisivo a la sociedad civil. El hecho de que la derecha tenga protagonismo y encabece el Rechazo, es espantar a miles de chilenos que votaron Apruebo y hoy día están desilusionados.

¿Cómo debiera ser esa campaña del Rechazo?

Del sentido común de la gente. ¿Por qué las encuestas hoy día demuestran que aumenta el Rechazo? Por el comportamiento de la Convención Constituyente y del gobierno. Yo soy de los que piensan que al gobierno le va a importar muy poco lo que diga la Contraloría y va a hacer campaña, porque se está jugando la vida. Porque ese plebiscito de salida puede terminar siendo el plebiscito de salida del Presidente Boric, que no termine su gobierno.

¿Que no termine su mandato antes de los cuatro años?

Puede pasar cualquier cosa. Pero aun más este Presidente cada día se expone a alguna acusación constitucional. Porque este gobierno no cumple con la ley en muchas materias, sobre todo las de seguridad. Este es un gobierno que por su falta de experiencia cada día, en vez de equivocarse menos se equivoca más. Es un gobierno inepto.

¿Será el plebiscito de salida un plebiscito a la gestión de Boric?

Obviamente va a ser un plebiscito al gobierno. Yo esperaría que la centroizquierda o la izquierda moderada sea la que asuma ese liderazgo de plantear un proceso con opciones al Rechazo. La Convención está entrampada en sus prejuicios, ideología y se radicalizó desde el día uno. Incluso los constituyentes se dan cuenta que el texto es más parecido a la isla de las fantasías que al siglo XXI. El gobierno del Presidente Boric está en un verdadero zapato chino porque ha unido su éxito al Apruebo y se ha puesto la soga al cuello porque su mala gestión va a perjudicar a la Convención. Los desastres de la Convención también terminan hundiendo al gobierno.

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