“Error humano”: la tesis que toma fuerza en el accidente de Piñera

La Fiscalía y la PDI siguen avanzando en las pesquisas para esclarecer las razones de la caída del helicóptero. “Estos casos son complejos, por lo que aún restan varios meses antes de tener novedades relacionados al hecho”, dice el fiscal Eugenio Campos.


A dos meses del fallecimiento del expresidente Sebastián Piñera, la Fiscalía, la PDI y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) siguen en busca de la causa del accidente ocurrido el 6 de febrero en el lago Ranco, en la Región de Los Ríos.

Es que el despejar el motivo de la caída del helicóptero no ha sido fácil para los investigadores, dado que siempre este tipo de investigaciones dependen de peritajes y análisis a largo plazo. Ahora, se está a la espera de informes internacionales solicitados a la empresa fabricante de la aeronave Robinson R-44, como también los reportes climáticos de esos días en la zona del siniestro.

Junto con ello se analizan las declaraciones de los sobrevivientes del vuelo: el empresario Ignacio Guerrero; su hijo, Bautista Guerrero; y a la hermana del expresidente, Magdalena Piñera.

Las tesis de los investigadores sobre las causas del accidente iban desde las eventuales fallas mecánicas del helicóptero, hasta el empañamiento del parabrisas de la aeronave. Si bien aún no hay certezas, pues todo deberá ser respaldado por informes técnicos de la DGAC y la PDI, hay líneas investigativas que ya toman más fuerza que otras.

En esa línea aparece la tesis del “error humano”. Esto quiere decir que uno de los motivos que convencen a los investigadores -hasta ahora- tiene que ver con la poca visibilidad que tuvo el piloto, Sebastián Piñera, al momento de comenzar el vuelo, donde no pudo avanzar, ni menos lograr una zona segura de aterrizaje.

Es más, comentan fuentes del caso, al descender para buscar una mejor visibilidad, el helicóptero se giró en 30°, lo que provocó que “la pala” (que es la hélice) golpeara el lago e hiciera que la nave se hundiera.

De todas maneras, esta hipótesis debe ser confirmada aún por las instituciones a cargo de la elaboración de las conclusiones de los peritajes.

Eugenio Campos -quien coordina las pesquisas del caso desde la Fiscalía Nacional- explica a La Tercera que “desde el primer momento como Fiscalía Nacional, junto a la Fiscalía Regional de Los Ríos, hemos estado trabajando para esclarecer los lamentables hechos ocurridos en el lago Ranco”.

Campos agrega que “la investigación sigue su curso en los plazos propuestos, con peritajes a cargo de la PDI –en términos civiles- y de la DGAC, en los temas más técnicos. Sin embargo, cabe recordar que estos casos son complejos y de largo plazo, por lo que aún restan varios meses antes de tener novedades relacionadas al hecho”.

La investigación en torno al accidente del expresidente es una de las prioridades que tiene el Ministerio Público, sin embargo, están conscientes de los plazos que corren para este tipo de causas. Se estima, por lo mismo, que sea entre octubre y noviembre cuando se puedan tener mayores certezas de lo ocurrido en el lago Ranco.

Además de los peritajes de la DGAC y la PDI, los investigadores también han estado centrados en la toma de declaraciones de los testigos y sobrevivientes del accidente. Si bien algunos de estos ya declararon ante Carabineros a las pocas horas de ocurrida la caída del helicóptero, serán requeridos en más ocasiones en la investigación.

Los testimonios

Uno de los testimonios en la investigación es la de José Cox, amigo de Sebastián Piñera, quien fue testigo del accidente, pues fue el primero en concurrir al rescate de los tripulantes del helicóptero.

“Luego de haber realizado el despegue, transcurrió aproximadamente un minuto, y observé que el helicóptero comenzó a cambiar su trayectoria en el aire, dirigiéndose al noreste”, declaró Cox en la causa.

Además, recordó que “el helicóptero inició un ascenso relevante, llegando a un punto en que cambió su línea de vuelo y descendió hacia el lago en un ángulo aproximado de 30 grados”.

Tras eso, agregó que el helicóptero “impactó con el agua a unos 250 metros de la orilla”, justo al frente de su casa.

La declaración de Cox continúa relatando que él, junto a su hijo José Cox Alcaíno, “corrimos” a la orilla del lago “a desamarrar mi lancha particular, trasladándonos al lugar donde había capotado el helicóptero, con el fin de auxiliar a la tripulación”.

Según ha podido reconstruir la policía, los hechos se desencadenaron en cosa de minutos, entre que la nave baja, la hélice impacta en el agua y los sobrevivientes logran salir.

“Los cuatro tripulantes abordaron el helicóptero con el fin de regresar nuevamente al sector Coique. Pero luego de despegar y al cabo de unos dos minutos en el aire, debido a la poca visibilidad que generaba la lluvia, se elevaron unos 15 metros aproximadamente, buscando visibilidad y orientación con la orilla”, se lee en uno de los informes adjuntos en la causa.

“Sin embargo, de forma repentina, y al realizar el descenso, topan con el agua del lago Ranco y por efectos de las aspas del helicóptero, pierden la estabilidad, comenzando a hundirse en el agua. Cada uno de los ocupantes se soltó el cinturón de seguridad, pudiendo abrir una puerta lateral izquierda”, se agrega en el escrito.

El primero en abrir la puerta, revelan hasta ahora las pesquisas, fue Bautista Guerrero, “en acción de sobrevivencia”. Luego lo siguieron su padre y Magdalena Piñera, quienes terminaron siendo ayudados por José Cox y su hijo.

El Mandatario, en tanto, no logró salir oportunamente del helicóptero, lo que desencadenó el fatal accidente.

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