Crítica gastronómica de Don Tinto: El Honesto Mike, se queda corto



Por Alvaro Peralta Saínz, cronista gastronómico

Hace unos días decidí almorzar en El Honesto Mike, un bar cervecero que ya tiene sus años y su bien ganada fama. Así las cosas, me instalé en su barra y tras revisar la carta opté por una de sus hamburguesas que se señalaban como nuevas: la Beffy, The Vampire Slayer ($8.200); que según su descripción constaba de “pan de la casa, alioli, 150 gramos de carne recién molida, queso mozzarella, tocino, lechuga, cebolla encurtida y acompañada por papas fritas”. Para empujar todo esto se necesitaba una cerveza, por lo que le pedí al mesero que me recomendara una ligera pero que se la pudiera con todos los ingredientes que traía la hamburguesa elegida. Así, la sugerencia fue una Cielito Lindo Cream Ale en vaso de 473 ml ($3.900).

Mientras esperaba la hamburguesa me dediqué a saborear la cerveza, fresca y ligera, tal como la pedí. Solo quedaba esperar a ver cómo andaba con la comida. Además, aproveché de conversar con un par de parroquianos que estaban en la barra. Bueno, conversar es un decir, porque con el volumen de la música del local la verdad es que era difícil. Finalmente llegó la hamburguesa en un plato de lata redondo y con ese típico papel absorbente abajo para captar algo del aceite de las papas fritas. Aquí empezaron los fallos. El kétchup, indispensable a la hora de comer papas, se entregaba (supongo por tema coronavirus) en unos pequeños sobres plásticos. Y está bien. Pero cuando te los pasan de a uno y terminas casi mendigándolos, todo mal. Luego las papas. Un poquito pasadas de fritura y -me parece- con un aceite que pedía cambio a gritos.

¿La hamburguesa? Me llamó la atención que estando en un local de estilo estadounidense fuese de un tamaño que requería usar cubiertos para comerla. Más allá de eso estaba bien, aunque no me pareció la mejor de la ciudad (como he leído por ahí) ni mucho menos. Además, en el caso particular de la que pedí, la cebolla encurtida pasaba a vinagre todo el sándwich, opacando el resto de sabores como el del tocino y la carne misma. Aún así, la hamburguesa cumplía.

¿Y la cerveza? Andaba perfecto con la hamburguesa. Punto ahí para el mesero, al que le pedí una cerveza más para cerrar el almuerzo. Quería algo más ligero y me dio a probar una West Coast IPA de 250 ml ($2.900) que estaba buenísima. La verdad es que este lugar como bar cervecero funciona como reloj, con una gran oferta y una atención informada y atinada de sus meseros. Sin embargo, en esta ocasión se quedaron cortos con una hamburguesa -y papas fritas- que no estaba a la altura de su gran propuesta cervecera.

CONSUMO TOTAL

$15.000

DIRECCIÓN

Los Leones 96, teléfono 222336483, Providencia.

HORARIO

Martes a sábado 13:00 a 21:30.

ESTACIONAMIENTO

No tiene.

PÚBLICO

Apto para todas las edades.

EVALUACIÓN

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Calificaciones:

✮✮✮✮✮ Sobresaliente / ✮✮✮✮ Excelente / ✮✮✮ Satisfactorio / ✮✮ Mucho que mejorar / ✮ Para no volver

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