Columna de Roberto Camhi: Betterfly, los valores pagan



Por Roberto Camhi, fundador de Mapcity y autor de “Piensa al revés”

El apetito por riesgo que se ha visto en el último año por parte de los venture capital internacionales ha llevado a Chile a tener su tercer unicornio, después de Cornershop y NotCo. No es casualidad lo que le ocurrió a Betterfly, compañía que nació bajo el nombre de BurnToGive, pero que al cambiar de nombre, no alteró su propósito.

Ese propósito, que combina aspectos sociales, de bienestar individual y de protección financiera, es lo que le da mayor significado a la propuesta comercial de Betterfly. Si bien hablamos de una insurtech, con fines de lucro, lo de Betterfly es la prueba de que sí es posible combinar este tipo de objetivos, con valor social, con los objetivos y beneficios económicos que cualquier empresa legítimamente busca obtener. Esta receta además trae consigo mayores retornos a largo plazo, mejor cultura organizacional y una mayor atracción y retención de talento.

Los valores de compañías como Betterfly están alineados con los nuevos valores generacionales y con las transformaciones que el mundo empresarial está llevando a cabo. Por eso, será cada vez más común ver cómo jóvenes empresarios crean organizaciones exponenciales que, mediante el uso de tecnologías digitales, abordan problemas y mercados de manera innovadora y logran escalar tan rápido que alteran radicalmente industrias completas establecidas, con equipos de primer nivel.

Volviendo a la condición de unicornio, si bien serlo no puede ser un objetivo en sí, lograrlo demuestra confianza en la creación de valor futuro de estas compañías, impulsando más apetito por riesgo y más emprendimiento, en un círculo virtuoso que sólo genera valor. Lo que importa es el camino recorrido y el destino será consecuencia de la forma en la que se recorre, con un equipo comprometido y conectado internacionalmente. No es casualidad ver que los tres unicornios chilenos tienen fundadores con bagaje internacional y redes de contacto de primer nivel.

Chile está lleno de talentos, buenas ideas y startups en etapas más embrionarias, por lo que es de esperar que exista apoyo para que puedan desarrollarse, no solo con financiamiento temprano, sino que también con esa red, apoyo financiero, incentivos y contactos que darán la ventaja para aprovechar la oportunidad de escalar internacionalmente y a tiempo. Talento sobra.

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