Columna de Iván Poduje: El extraño caso del hospital de la zona norte

Colina.


Por Iván Poduje, arquitecto.

Hace años, que el hospital San José no da abasto para los requerimientos de la zona norte de la capital, así que el Ministerio de Salud (Minsal) decidió construir un nuevo recinto que atenderá las comunas de Quilicura, Independencia, Conchalí, Recoleta, Huechuraba, Colina, Lampa y Til Til. Como se necesitan cinco hectáreas de terreno, el Minsal le pidió a los municipios que propusieran ubicaciones. Luego de meses de evaluación, se impuso la opción de Colina con un predio que, salvo por la superficie, no cumple con ningún requisito para emplazar un hospital. Partamos por lo básico: el terreno no tiene accesos desde vías troncales. Sólo se puede entrar desde el camino rural “Coquimbo” de una pista sin bermas, y aunque colinda con la autopista Acceso Nor Oriente, no tiene enlaces o rampas para conectarse.

Por esta razón el terreno de Colina no tiene transporte público, lo que es insólito considerando que atenderá a una población de un millón de habitantes. Habrá que crear recorridos de buses y taxis colectivos, pero antes se debe invertir en vialidad, ampliando el camino rural y construyendo un enlace con la autopista, lo que implica pagar peaje para llegar a atenderse.

Pero eso no es todo. El terreno de Colina colinda con una zona industrial exclusiva que permite actividades molestas y ¡tiene una fábrica al frente! No hay que ser experto para concluir que dicho entorno no es el más adecuado para atender enfermos y quizás por ello, el plan regulador metropolitano prohíbe equipamientos de salud, que es otro problema de esta ubicación.

¿Entonces porqué el Minsal escoge este extraño lugar para construir un hospital? El argumento es que se requiere un punto equidistante a las ocho comunas de la zona norte. Esto podría ser atendible, pero cuesta entender porque justo se haya escogido un sitio privado y no fiscal, sin transporte público, accesos o normativa compatible. En ello influyó la presión del ex alcalde de Colina Mario Olavarría, que ha sido el promotor de esta iniciativa y que hoy se desempeña como delegado de la Provincia de Chacabuco, donde se emplazan Colina, Lampa y Til Til.

A medida que se fueron conociendo las falencias de Colina, tomó fuerza una alternativa en Conchalí que sí tiene accesos troncales, transporte público -incluido Metro- y que no colinda con una zona industrial exclusiva. Además está más cerca de Huechuraba, Recoleta, Independencia y Quilicura, donde vive el 70% de la población que atenderá el futuro hospital. Y aunque aumenta la distancia con la Provincia de Chacabuco, no es necesario desviar los buses ni construir enlaces o dobles calzadas. Y un tema no menor: el terreno es fiscal.

Bajo un análisis que pondere área de influencia, costo y accesibilidad, el hospital de la zona norte debiera construirse en Conchalí sin margen de dudas. Sin embargo, hace pocas semanas el gobernador Claudio Orrego anunció que había modificado el plan regulador metropolitano para viabilizar el sitio propuesto por el ex alcalde Olavarría.

El gobernador celebró el cambio de uso de suelo, pero no especificó quién financiará las obras viales o los recorridos de buses para que los pacientes puedan llegar, lo que además retrasará la puesta en marcha del recinto en relación a Conchalí.

Pero incluso resolviendo estos problemas, es extraño que se promueva un hospital rodeado de industrias y sin ningún servicio cercano. Y no hablo de notarías o centros de médicos. En un radio de varios kilómetros no existe una plaza para recrearse o jardines infantiles y restoranes para el personal médico o los familiares de los pacientes. De hecho, el terreno se ubica a 13 kilómetros de Colina y está mucho más cerca de Chicureo, donde vive un tercio de la población comunal.

Por eso creo que el terreno de Colina es una rueda cuadrada, que escapa a cualquier lógica de ordenamiento territorial como hospital. De prosperar esta ubicación, las autoridades deben explicar quién pagará la cuenta por las obras viales y los servicios de transporte público, que alargarán los viajes de 700 mil vecinos que hoy se atienden en el San José. Además sería conveniente clarificar por qué el predio de Colina aparece en el portal del Servicio de Impuestos Internos a nombre de una “Corporación Municipal de Desarrollo”, una figura que ha sido cuestionada en varios casos que investiga el Ministerio Público.

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