¿Una idea sin autor? El reconocimiento de Boric a Garzón que sigue enredando la gira presidencial

Luego de que el canciller Alberto van Klaveren no despejara si sabía o no del gesto al exjuez, aumentaron las dudas y cuestionamientos sobre el episodio. En el gobierno algunos apuntan como responsables al embajador Javier Velasco y también al encargado de asuntos internacionales del Segundo Piso, Carlos Figueroa. El Presidente, por su parte, defendió su decisión.


¿A quién se le ocurrió la idea de hacer un homenaje a Baltasar Garzón? En las últimas horas de la gira del Presidente Gabriel Boric en Europa nadie en su delegación ha querido despejar esa pregunta. Una duda que se instaló luego de que el Mandatario hiciera -el sábado pasado- un reconocimiento al exjuez, en el marco de un acto de conmemoración de los 50 años del golpe de Estado en Madrid.

En la ocasión, el Jefe de Estado le regaló una placa al exmagistrado -las que se enviaron a hacer desde la Cancillería de cara al 11 de septiembre- y le agradeció en “nombre del pueblo de Chile” por haber ordenado la captura de Augusto Pinochet en 1998, hito que calificó como esperanzador tanto para Chile como para el resto del mundo.

El episodio generó una ola de críticas desde la oposición y ha enredado la gira del Mandatario, donde el canciller Alberto van Klaveren ha tenido que salir a dar explicaciones en dos oportunidades, mientras que la ministra vocera de gobierno, Camila Vallejo, hizo lo propio desde Santiago.

Las dudas (y críticas) sobre el reconocimiento a Garzón se agudizaron tras las declaraciones del titular de Relaciones Exteriores, quien ayer convocó un punto de prensa tras la llegada del Mandatario a Bruselas, donde participa de la Celac-UE.

El objetivo principal de la vocería del canciller era despejar un ruido que se había generado en la comitiva presidencial respecto de si estuvo o no de acuerdo con la decisión del Presidente. Sin embargo, en la oportunidad evitó decir si estaba al tanto o no del gesto que haría Boric y si es que estuvo o no de acuerdo.

Presidente Gabriel Boric. REUTERS/Johanna Geron

De hecho, ante las insistentes preguntas de la prensa, el canciller evitó respaldar el homenaje del Presidente a Garzón, asegurando que “esta es una decisión presidencial, yo como ministro de Relaciones Exteriores, parte del gabinete, obviamente respeto una decisión de carácter presidencial. El tema de quién estuvo informado yo creo que es un tema absolutamente irrelevante, yo creo que eso no es relevante”.

En círculos diplomáticos, en todo caso, transmiten que Van Klaveren con su intervención dejó en evidencia que no estaba enterado del tenor del gesto que Boric haría al exjurista, con quien el propio ministro había disentido en el pasado. Esto, porque Garzón apoyó la defensa de Bolivia, mientras el secretario de Estado hizo propio con Chile en el diferendo marítimo impulsado por La Paz ante La Haya.

La salida comunicacional de Van Klaveren, de acuerdo a las mismas fuentes, fue leída como un desmarque a la decisión del Jefe de Estado. De hecho, quienes conocen al ministro apuntan a que su aclaración evidenció aún más la “posición incómoda” en la que quedó.

Desde Cancillería, sin embargo, aclaran que Van Klaveren en ningún caso está incómodo, que la relación con Presidente y sus equipos es totalmente fluida y que no ha habido ninguna tensión entre ambos.

Velasco, Figueroa y Berger en la mira

En los equipos que estuvieron detrás de la agenda de Boric en España, se apunta a diferentes figuras que tuvieron un rol en la organización del evento que se realizó en Casa de América y contó con la participación del exjurista. Sin embargo, hasta ahora, nadie ha querido asumir la responsabilidad de un gesto que terminó tiñendo los primeros días del Presidente en el viejo continente.

Fuentes que conocieron de la organización del evento mencionan al embajador Javier Velasco como uno de los autores de la invitación a Garzón. Al representante de Chile en España, quien ha cultivado un perfil polémico por sus críticas a los gobiernos de la Concertación y, asimismo, por publicaciones en sus redes sociales que no se ajustan a su investidura, le tocó revisar parte importante de la agenda del Mandatario en la capital española y contactar a dirigentes del mundo político que se sumaron a la actividad.

En círculos diplomáticos también se apunta como responsable al asesor en temas internacionales del Segundo Piso, Carlos Figueroa, quien acompaña al Presidente en su gira por Europa y también supervisó las actividades en agenda.

Sobre el militante de RD, se señala que, como en todas las giras, se pueden hacer muchas propuestas respecto de la agenda del Mandatario, pero que es el filósofo quien define como representante del Segundo Piso. En su círculo, ante las dudas sobre su rol, en todo caso, señalan que Figueroa no toma ninguna decisión sin consultarle al propio Presidente.

Por el carácter cultural que tuvo el evento -y que también contó con la presencia de Joan Manuel Serrat e Ismael Serrano-, otras fuentes también mencionan al agregado cultural Germán Berger. Tras su polémico nombramiento en Barcelona, según explican en el gobierno, el exdirector de la Secom se asentó en Madrid y el sábado -por primera vez- debutó organizando un evento para el propio Mandatario.

Quienes conocieron de su rol, sin embargo, afirman que pese a que su papel fue activo, las definiciones finales siempre las tomó el equipo más estrecho del Presidente.

En la delegación, de todas formas, reconocen que el asunto se enredó más de lo que esperaban. Si bien se había calibrado que un homenaje a Garzón podría generar incomodidad en la derecha, en la comitiva presidencial no tenían previsto que podrían instalarse ruidos internos. De todas formas, en el gobierno admiten que el Presidente podría haber cuidado más las palabras, sobre todo, cuando agradece en nombre del “pueblo de Chile”.

La controversia, por lo mismo, ha sido manejada con cautela por los equipos que lo acompañan con el objetivo de descomprimir un flanco que termine empañando, por ejemplo, el discurso que entregó hoy ante el plenario de la cumbre Celac-UE, donde se evaluó bien el emplazamiento que hizo a sus pares de América Latina a condenar la guerra de Rusia en Ucrania.

Pese a eso, para el Ejecutivo era clave despejar que esto no se trató de una condecoración formal -como se señaló inicialmente en un comunicado de Presidencia-, sino que un reconocimiento que no tiene efectos formales. Algo que han reiterado desde la delegación.

Esta jornada, en un punto de prensa, el Presidente Boric intentó cerrar la polémica al defender su determinación. Todo, antes de partir desde Bruselas a Ginebra para continuar con su gira internacional.

“El reconocimiento al juez Baltasar Garzón es producto del trabajo que él ha hecho en contra de la impunidad en materia global y en particular en el caso que todos conocemos del juicio a Pinochet, y no por otras gestiones que él haya realizado como jurista”, sostuvo el Mandatario.

Y agregó: “Por lo tanto, invito a que si alguien tiene un pronunciamiento al respecto se pronuncie respecto a ese caso que fue el motivo por el que se le entregó a él y a Joan Manuel Serrat una medalla de conmemoración por los 50 años del quiebre de la democracia en Chile, que creo es un momento importante para reflexionar en conjunto sobre la importancia y el valor que le damos a la democracia ante los riesgos que esta enfrenta, desde todos los sectores. Y ojalá el respeto irrestricto que tengamos en toda época, en todo lugar, independiente del gobierno, ante los derechos humanos”.

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