Tompkins vs. Tompkins: Viuda e hija de filántropo cierran acuerdo en EE.UU. en conflicto por millonaria herencia

El acuerdo contiene una compensación económica que considera parte de los bienes del trust y que satisface las pretensiones de la hija del empresario y que tramitó en un juzgado de Los Ángeles, California. El entendimiento contiene estrictas cláusulas de confidencialidad, y también consigna que cada parte pagará los costos que implicó el litigio que se extendió por casi tres años en Chile y Estados Unidos.


El pasado martes 22 de septiembre, Summer Tompkins Walker, hija del empresario ecologista Douglas Tompkins, su viuda Kristine McDivitt y su excolaboradora Debra R. Ryker presentaron un escrito ante el Juzgado de Letras de Puerto Varas para comunicar el fin del conflicto que arrastraban desde 2017 por la millonaria herencia del filántropo fallecido el 8 de diciembre de 2015.

El acuerdo se firmó la semana pasada en Estados Unidos y requería que Summer Tompkins, de 53 años, se desistiera de la acción con la que pretendía ser reconocida en Chile como legítima heredera del fundador de Espirit y North Face. Ello, para tener acceso al trust -administrado por McDivitt y Ryker- denominado “The Douglas R. Tompkins Revocable Trust” mediante el cual se administran hasta hoy los bienes del magnate conservacionista. Según la defensa de Summer, la fortuna de Tompkins ascendía a al menos US$250 millones, además de poseer cuentas bancarias en Islas Caimán y lingotes de oro.

La hija del empresario -su madre es Susie Tompkins Buell, una de las mejores amigas de Hillary Clinton y cofundadora con Tompkins de la marca de ropa Esprit- sostenía que, según la legislación chilena, le correspondía un porcentaje de la herencia, cuestión que no establece la ley norteamericana.

El acuerdo contiene una compensación económica millonaria que considera parte de los bienes del trust, la que satisface las pretensiones de la hija del empresario y que tramitó en un juzgado de Los Ángeles, California. En el acuerdo -que contiene estrictas cláusulas de confidencialidad- también se consigna que cada parte pagará los costos que implicó el litigio que se extendió por casi tres años en Chile y Estados Unidos.

A la fecha, el juicio en Chile se encontraba en la etapa de citación de testigos y hasta se había designado a un perito para que entregara su versión sobre el patrimonio total del empresario. Mientras en Estados Unidos, el caso alcanzó incluso a ser discutido por la Corte Suprema, luego de que la defensa de Summer Tompkins apelara sin éxito a la última resolución de la Corte de Apelaciones de Los Ángeles.

En abril de 2019, la hija del empresario comentó a El Mercurio qué buscaba con esta demanda. “Ser capaz de tener algún legado. Yo de verdad respeto el trabajo que Doug hizo en Chile, y ha hecho grandes cosas, cosas increíbles. Pero cuando has sido tan dañado por alguien, es difícil aceptar esas grandes cosas. Entonces, supongo que es una manera de sanar las heridas. (...) ¿Qué les puedo decir de esto a mis hijos? Cuando ellos no tengan ninguna conexión, cuando tuvieron un abuelo que fue este gran ambientalista y nunca tuvo tiempo para ellos y luego no los incluyó en nada... Les cortó la posibilidad de ser filántropos en el futuro; los grandes filántropos han sido de generaciones en generaciones, como los Rockefeller: ellos no hicieron su dinero, pero siguen haciendo filantropía”.

Tal era el avance del caso que ambas defensas habían designado sus testigos. El 12 de marzo de 2020, la defensa de Kristine McDivitt presentó un listado con testigos. Entre estaba el ex abogado personal de Douglas Tompkins, Oscar Aitken. Junto a él también se consideraban los abogados Sebastián Iribarne, Ignacio Rorino y Rodrigo Fermín, quienes habían realizado la partición de los bienes de la herencia en Argentina. Además de Carolina Morgado, Directora Ejecutiva de Tompkins Conservation Chile y el ingeniero forestal Carlos Cuevas.

Mientras, los testigos presentados por la defensa de Summer Tompkins eran: Los abogados Rodrigo Momberg. Además de los abogados argentinos Javier Luis Magnasco y Gustavo Papeschi. A ellos se sumaban los contadores auditores Luis Fernando Landa Escalona y Luis Ángel Landa Tobar.

La historia

En Chile, todo comenzó el 20 de octubre de 2017, cuando Summer presentó una demanda para declarar la nulidad del testamento de su padre -realizado el 23 de marzo de 2012- en contra de McDivitt y Ryker, administradoras del fideoicomiso creado por el empresario en 1994 en California, Estados Unidos.

Summer explicó que la idea de su padre de no dejar herencia a sus hijas no fue algo casual, sino que fue motivo de varias consultas legales tanto de él como de su cónyuge a lo largo del tiempo. Su hermana mayor Quincey Tompkins Imhoff, quien también quedó excluida como heredera, no formó parte del litigio.

Según su demanda, su padre “adoptó todas las medidas necesarias para impedir que obtuviese lo que le corresponde como heredera, incumpliendo con la legislación chilena, a la que todos los domiciliados en Chile están sujetos, independiente de si son pobres o ricos, estadounidenses o nacionales de cualquier otro país”. A su parecer, McDivitt y Ryker por medio de una serie de movimientos legales se hicieron del 100% de la herencia de su padre de “mala fe”, pues sabían que el testamento transgredía la legislación chilena y ambas conocían su calidad de legítima heredera.

Entramado societario del trust del empresario Douglas Tompkins.

La respuesta de Kristine y Debra

Frente a las acusaciones, la respuesta de las acusadas fue con todo.

El 22 de noviembre de 2018, la defensa del trust presentó una dura contestación en la que incluso calificó a Summer Tompkins como “una millonaria socialité californiana que habita en uno de los barrios más lujosos de San Francisco, California”.

Para McDivitt y Ryker la acción presentada por Summer Tompkins estaba equivocada pues no era la ley chilena la que regulaba la sucesión de Douglas Tompkins. Por lo mismo, en todo momento del juicio rebatieron los intentos de la demandante por trasladar el juicio a Chile en circunstancias que el testamento había sido zanjado en Estados Unidos. Ello luego que el 28 de septiembre de 2018, la Corte de Apelaciones de California confirmara que “la elección de ley realizada por Douglas Tompkins para el trust es perfectamente válida y lícita con expreso reconocimiento normativo en el artículo 21103 del Probate Code de ese Estado, por lo que es indiscutible que el destino de los bienes que lo conforman debe regirse íntegramente por la ley de California y no la ley chilena”.

En efecto, la defensa de ambas incluso citó el fallo y lo presentó en el tribunal de Puerto Varas: “Nos es difícil imaginar una razón por la que Chile se preocuparía, como asunto de política pública, de la herencia de Summer o la falta de dicha herencia puesto que ella no es nacional ni residente de Chile y el expediente que se apela no contiene pruebas de que ella tiene alguna conexión con Chile. Por lo tanto, concluimos que los principios de reconocimiento mutuo no pesan más que las directrices claras de Tompkins y la política pública de California a favor de la libertad de testar”.

“Para la justicia norteamericana la libertad que tenía Douglas Tompkins para disponer libremente de su patrimonio, sea a través de un testamento o de un Trust, encuentra sus fundamentos en las más profundas convicciones y tradiciones de ese país y corresponde, desde antiguo, a una cuestión de orden público que ningún tribunal norteamericano estaría dispuesto a cuestionar o debatir”, consignó en el documento que cuenta con 73 páginas.

Por otro lado, en junio de 2019 la defensa de la viuda de Tompkins -representada por Pedro Pablo Gutiérrez y Francisco Asenjo, socios de GW Abogados- acusó a los abogados de Summer -Raimundo Moreno y Florencio Bernales, del estudio Cariola- de acudir a la opinión pública y a los medios de comunicación para ventilar sus pretensiones.

En una entrevista publicada por The San Francisco Chronicle el 29 de octubre de 2017, Summer al ser consultada por el testamento de su padre señaló: “Todos somos gente muy trabajadora y productiva que no buscamos una limosna, y él claramente no confiaba en nosotros ni nos respetaba. Así que tomo (su voluntad) al pie de la letra. Definitivamente es un insulto. Pero está muerto, pudriéndose en el suelo mientras hablamos”.

Tanto Summer Tompkins como sus abogados y los representantes de Kristine McDivitt declinaron hacer comentarios sobre el acuerdo a este medio.

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